Aminoácidos

Las proteínas, macromoléculas compuestas a su vez de aminoácidos, son fundamentales para los seres vivos. Aminoácidos y proteínas tienen una función plástica o de construcción ya que forman parte de la estructura básica de los tejidos, músculos, tendones, piel, uñas, etc. y suministran el material necesario para el crecimiento y reparación de tejidos y órganos.

Las proteínas también desempeñan funciones metabólicas y reguladoras de la actividad celular, asimilan los nutrientes, intervienen en procesos de coagulación y de transporte de oxígeno y grasas en la sangre, facilitan la entrada a las células de glucosa, aminoácidos, … , y como parte del sistema inmunológico inactivan los materiales tóxicos o peligrosos. Asimismo definen la identidad de cada ser vivo pues son la base de la estructura del código genético, o ADN, y de los sistemas de reconocimiento de organismos extraños en el sistema inmunitario.

Además, los aminoácidos de las proteínas pueden emplearse como combustible y cumplir una función energética, pero en las reacciones químicas de su combustión se liberan amoníaco y aminas, compuestos muy tóxicos que en el hígado se transforman en urea y deben ser eliminados por la orina al filtrarse en los riñones.

Los aminoácidos son los principales constituyentes de las proteínas, y de su diversidad y combinaciones proviene la gran variedad de proteínas. Se denomina péptido a la unión de un bajo número de aminoácidos, oligopéptido si el número de aminoácidos que forma la molécula no es mayor de 10, polipéptido cuando es superior a 10, y proteína si el número es superior a 50 aminoácidos.

Según el contenido en aminoácidos esenciales las proteínas se clasifican en completas o de alto valor biológico cuando contienen los aminoácidos esenciales en cantidad y proporción adecuada, como las proteínas de carnes, huevos, lácteos y derivados, e incompletas o de bajo valor biológico si el contenido en aminoácidos esenciales es escaso, como las proteínas de vegetales y cereales. Para la Organización Mundial de la Salud la proteína de mayor calidad es la del huevo, a la que se asignó el valor de referencia 100, a partir del cual se determina el valor biológico de las proteínas.

Respecto a la dieta vegetariana, García Iturrioz precisa que el vegetariano estricto, si ingiere proteínas vegetales variadas, puede conseguir una proteína de tan alta calidad como la de origen animal. Recomienda para ello consumir gran variedad de cereales integrales, legumbres, semillas, frutos secos y verduras a lo largo del día, de modo que si un alimento presenta un déficit de cierto aminoácido esencial, otro alimento lo aporte.

Hay dos grupos de aminoácidos, proteicos y no proteicos. Los proteicos pueden ser codificables o universales, y modificados o particulares. Los codificables son los que permanecen como tales en las proteínas y son 20, 8 de ellos esenciales para la vida humana y 2 semiesenciales, los 10 aminoácidos que deben ser incorporados al organismo en la alimentación y especialmente cuando más los necesita en situación de disfunción o enfermedad. Los modificados, en cambio, son resultado de modificaciones químicas posteriores a la síntesis de proteínas.

Los aminoácidos no proteicos se encuentran sobre todo en las plantas superiores, no forman parte de las proteínas y se dividen a su vez en 3 grupos: D aminoácidos (D-alanina, D-glutámico, D-fenilalanina), alfa-aminoácidos no proteicos (L-ornitina, L-citrulina, creatina, homoserina, homocisteína) y omega aminoácidos (beta-alanina, ácido gamma- aminobutírico o GABA).

Aminoácidos esenciales, semiesenciales y no esenciales

El ser humano necesita 20 aminoácidos, 8 de los cuales ––9 o 10 en los niños— no puede sintetizar por sí mismo y deben ser aportados por la dieta, denominados esenciales, y que son fenilalanina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, treonina, triptófano y valina. Arginina puede ser esencial para niños muy pequeños pues sus necesidades son mayores que su capacidad para sintetizarlo e histidina puede ser esencial en niños por sintetizarlo en cantidad insuficiente. Además, dos aminoácidos no esenciales se forman a partir de otros esenciales, cisteína a partir de metionina, y tirosina a partir de fenilalanina, por lo que, por ejemplo, si la dieta no aporta suficiente fenilalanina o si el organismo no puede transformarlo en tirosina, éste se convierte en esencial.

Mikel García Iturrioz subraya: «Si falta uno solo de los aminoácidos esenciales no será posible sintetizar ninguna de las proteínas que requiera dicho aminoácido, lo que puede dar lugar a diferentes tipos de desnutrición, según cuál sea el aminoácido limitante»

A las rutas metabólicas sólo pueden incorporarse los aminoácidos, pero como la mayoría de los que se ingieren se encuentran en forma de proteínas, sufren en el tracto gastrointestinal un proceso de hidrolización mediante enzimas proteolíticas o rompedoras de proteínas secretadas por estómago, páncreas e intestino delgado. La digestión de las proteínas comienza con la pepsina en el estómago y la completa en el duodeno el jugo pancreático y las enzimas del jugo intestinal, dando lugar a aminoácidos libres –los de mayor biodisponibilidad– que son absorbidos por las paredes del intestino y conducidos a través de la corriente sanguínea hasta el hígado, donde son metabolizados y distribuidos a las células para su utilización.

García Iturrioz resalta el problema frecuente de la hiperpermeabilidad intestinal, si el colon o el intestino no filtran adecuadamente y dejan pasar moléculas proteicas excesivamente grandes, o si se carece de las enzimas necesarias para una adecuada digestión de determinadas proteínas, originando alergias e intolerancias alimenticias al producir el organismo anticuerpos para combatir los nutrientes que considera extraños.

Sobre las necesidades nutricionales de proteínas Iturrioz indica que para un adulto sano se recomiendan entre 40 y 60 g. de proteínas diarias, cantidad que debe ser mayor durante el crecimiento, embarazo o lactancia, aunque en occidente el problema no suele ser la cantidad sino la calidad de las proteínas que se ingieren.

Si la ingesta de proteínas es menor que la necesaria pueden presentarse desnutrición y malnutrición, abdomen abultado, atrofia muscular, retraso mental, …; los aminoácidos esenciales más problemáticos son por lo general triptófano, lisina y metionina. Y si la dieta resulta excesivamente elevada en proteínas, se originan residuos metabólicos tóxicos tipo amoníaco así como intoxicación, acidificación del medio, destrucción de tejidos, envejecimiento prematuro y enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, cálculos renales y una mayor incidencia de cáncer de colon, mama, próstata y páncreas.

Suplementos de aminoácidos y proteínas

El organismo necesita aminoácidos como elementos de construcción. Un aporte insuficiente se asocia a dificultades en el crecimiento, sobre todo del tejido muscular, y trastornos de la salud. Nunca un suplemento puede reemplazar a la alimentación natural, tan sólo completarla cuando la dieta diaria no alcanza a cubrir las necesidades.

En caso de desnutrición aguda o crónica, traumatismos o trastornos articulares y musculares, alteraciones en el tracto gastrointestinal, hepatitis, afecciones renales, deficiencias cerebrales o nerviosas, o bien los atletas y deportistas de resistencia y de fuerza, vegetarianos que no logren una combinación adecuada de aminoácidos, y para cualquier persona en situaciones como estrés, exámenes y deterioro orgánico por la edad, …, aumenta el requerimiento de aminoácidos y puede ser conveniente reforzar la dieta equilibrada con suplementos de aminoácidos.

Mediante el AMINOGRAMA PLASMÁTICO puede detectarse la concentración en sangre de aminoácidos, su deficiencia en afecciones metabólicas específicas y, tras su aporte como suplemento, la evolución experimentada y el aumento del nivel de aminoácidos.

Para optimizar la absorción de los aminoácidos García Iturrioz recomienda su ingesta junto con vitaminas B6 y C . Pueden tomarse complejos de aminoácidos o individuales, en cuyo caso: «Es aconsejable que se complementen con una fórmula balanceada de todos los aminoácidos esenciales, ingerida en distinto momento del día, para potenciar su acción y evitar desequilibrios en el balance general de nutrientes».

Las proteínas en polvo de más alta calidad, preparadas para bebidas, son las del suero de leche o lactoalbúmina, albúmina del huevo, caseinatos y concentrados de soja, cuyo valor biológico según Iturrioz es superior al de los alimentos con una elevada proporción de proteínas como huevos, lácteos, carne roja, pescados, pollo, pavo o soja.

La proteína del suero de leche es un nutriente básico en la alimentación de todo deportista, en personas convalecientes o en dietas de control de peso: protege la masa muscular, ayuda a mantener las defensas del organismo y es un potente antioxidante.

En palabras de García Iturrioz la soja es un recurso valioso al aportar excelentes proteínas y otros nutrientes, y el consumo de alimentos a partir de soja puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y determinados cánceres: «Es bien conocida la capacidad de las proteínas de la soja para reducir los niveles de colesterol sérico». Sostiene que un concentrado de soja aporta, además de sus proteínas, los restantes nutrientes que contiene como isoflavonas, ácidos grasos esenciales, prebióticos, fibra, tocoferoles, saponinas, fitosteroles, lecitina e inositol.

Iturrioz añade otra opción vegetariana, espirulina, alga unicelular capaz de sintetizar sustancias nutritivas y almacenarlas en su citoplasma, que contiene proteínas de elevado valor biológico, vitaminas del grupo B, betacarotenos y minerales como potasio, calcio, zinc, magnesio, manganeso, selenio, hierro y fósforo.

Sobre las interacciones entre aminoácidos y otros nutrientes, García Iturrioz destaca que en el metabolismo de los aminoácidos la vitamina más importante es la piridoxina o B6 («Porque es cofactor de las transaminasas, importantes enzimas que metabolizan los aminoácidos») y, en menor medida, riboflavina o B2, y niacina o B3.

LOS AMINOÁCIDOS UNO A UNO. FUNCIONES E IMPORTANCIA

GABA (Ácido gamma aminobutírico): considerado a menudo como aminoácido sin serlo, se localiza en el sistema nervioso central, es neurotransmisor inhibidor en el cerebro y ayuda en el control del paso de los impulsos eléctricos a las células nerviosas, músculos, órganos, … Apenas se encuentra en los alimentos, y se produce casi únicamente en el organismo a partir del aminoácido ácido glutámico aportado por la dieta.

Por su efecto tranquilizante sobre el sistema nervioso central García Iturrioz subraya su utilización para aliviar la ansiedad, para prevenirla y controlar el estrés recomienda su ingesta junto con niacina (B3) e inositol, y con el complejo B para el insomnio crónico: «GABA es un excelente sedante natural, un inductor del sueño no somnífero, que puede combinarse con valeriana, pasiflora y lúpulo».

Por su efecto anticonvulsivante y antiespasmódico: «GABA es un claro nutriente antiepiléptico, efectivo en síntomas epilépticos y espásticos». Tomado junto con vitamina E y espino blanco o taurina puede ayudar a regular algunos mecanismos cardiovasculares implicados en la hipertensión. GABA, junto con ácido glutámico o glutamina, es efectivo cuando por edad, estrés o retraso disminuye el rendimiento o capacidad mental.

Para paliar los daños consecuencia de la apoplejía, la psiquiatría ortomolecular propone el uso combinado de antioxidantes, L-cisteína, NAC, GABA, tirosina, fenilalanina y metionina. GABA parece aumentar el efecto de la insulina y es hipoglucémico, como agente anabólico puede estimular el crecimiento muscular, y al reducir el apetito y la ansiedad puede ser útil como complemento alimenticio en dietas de control del peso.

Recomienda no combinar GABA con fármacos a base de benzodiacepinas, no tomarlo durante más de 8 semanas seguidas y extremar la precaución en personas hipoglucémicas o insulinodependientes.

ÁCIDO GLUTÁMICO (Glutamato): aminoácido no esencial que bajo ciertas condiciones se convierte en un nutriente de contingencia y esencial. Fue descubierto y obtenido, a principios del siglo XX, a partir del caldo del alga kombu, que forma parte de la cocina tradicional japonesa: «Cien gramos de kombu seco contienen aproximadamente un gramo de ácido glutámico», indica García Iturrioz.

Ácido glutámico puede ayudar en el correcto funcionamiento de la próstata, es un protector cardiovascular y colabora a mejorar la digestión de las proteínas: «El alga kombu al aportar ácido glutámico, que aumenta la producción de ácido clorhídrico en el estómago, es una ayuda digestiva, especialmente en situación de hipoclorhidria».

Es además un activo detoxificador en el ciclo de la urea, mediante el cual al reaccionar con el amoníaco, potente tóxico natural, éste se convierte primero en glutamina, que previene la toxicidad por acumulación del amoníaco, para después transformarse en urea.

Por último, ácido glutámico es un neurotransmisor estimulante que participa en la modulación del sistema nervioso y, después de la glucosa, es el combustible preferido por el cerebro para la obtención de energía, útil en agotamiento mental y mala memoria.

Iturrioz, que aconseja tomarlo bajo el control de un profesional de la salud en caso de afecciones neurológicas como epilepsia, añade que algunos estudios sugieren que puede aparecer cefalea, fatiga y depresión ––el denominado síndrome del restaurante chino— tras la ingesta de glutamato monosódico (GMS), una forma de ácido glutámico utilizada como potenciador del sabor, aunque, matiza: «Estos efectos secundarios del GMS no se han confirmado en estudios controlados».

Michael Murray y Joseph Pizzorno al referirse a los aminoácidos y la próstata afirman que, a pesar de desconocerse el mecanismo de acción y aunque es probable que la terapia con aminoácidos sea sólo paliativa y no curativa, en varios estudios controlados se ha demostrado que la combinación de glicina, alanina y ácido glutámico mitiga muchos de los síntomas de la hiperplasia prostática benigna, por ejemplo la frecuencia, necesidad y urgencia de orinar por la noche, así como la micción retardada.

ALANINA: aminoácido no esencial que forma parte del flujo prostático y contribuye a la salud de la próstata. Interviene en el metabolismo de la glucosa, en situación de ayuno o actividad física intensa alanina es captado por el hígado donde por gluconeogénesis se transforma en glucosa, mejora una dieta de sobrecarga de carbohidratos y la cetosis post-ejercicio, y es un adecuado recuperador tras actividad deportiva de alta intensidad.

García Iturrioz indica otras aplicaciones como hepatitis alcohólica, depresión monopolar e hipoglucemia (situaciones en que «Se detectan niveles reducidos» de alanina), diabetes («Actúa contra la cetoacidosis directamente sobre el hígado, independientemente de la insulina»), epilepsia (alanina es «Neurotransmisor inhibidor en el cerebro, con efecto antiepiléptico paralelo al GABA y taurina»), inmunodepresión (importante en la producción de linfocitos: «Contribuye al crecimiento del timo, que aumenta la división de linfocitos en sangre», por lo que recomienda alanina junto con otros nutrientes en caso de inmunodeficiencia) y la prevención de cálculos renales: «Degrada los cálculos de fosfato y oxalato».

ARGININA (L-arginina): aunque no es un aminoácido esencial, Iturrioz considera que puede ser necesario a quienes resulta difícil producirlo en cantidad suficiente para las demandas de su organismo, en la infancia, niñez y juventud, cuando se sufre un traumatismo y en la curación de heridas. Arginina actúa sobre los niveles de la hormona de crecimiento: «Potencia la producción de hormonas que estimulan el crecimiento y el desarrollo y puede aumentar la masa muscular y la fuerza total». Interviene en la elaboración de varios compuestos necesarios para la producción de energía muscular y es útil en situaciones de fatiga, debilidad y agotamiento.

Potencia la síntesis del colágeno y acelera la cicatrización de heridas, quemaduras e intervenciones quirúrgicas: «Arginina y vitamina C resulta ser la mejor cicatrización de heridas, en cualquier operación». Es inmunoestimulante, útil en niños con infecciones recurrentes.

En torno a un 80% del flujo seminal masculino es arginina: «Como complemento mejora el recuento espermático y su movilidad, y ayuda en caso de infertilidad masculina asociada a una moderada oligospermia», efecto a potenciar con vitamina E y ginseng.

Respecto a la infertilidad femenina, la suplementación con arginina mejora la respuesta ovárica, la receptividad endometrial y el índice de embarazos.

Asimismo mejora la disfunción eréctil cuando hay un metabolismo anormal del óxido nítrico, vasodilatador que facilita la erección: «Los suplementos de arginina incrementan la vasodilatación en el área genital sin provocar vasodilatación peligrosa en áreas como la cardíaca».

Es preventivo de patología cardiovascular: «Arginina, precursor del óxido nítrico que mantiene los vasos sanguíneos dilatados, permite que el corazón reciba el oxígeno adecuado, actúa como anticoagulante que reduce la agregación plaquetaria y ayuda a regular los niveles de colesterol». Arginina es un protector hepático que interviene en el ciclo de la urea para convertir el amoníaco, tóxico cuyo nivel aumenta con el ejercicio intenso, en urea que el cuerpo excreta.

La suplementación con arginina mejora la fibromialgia, el dolor y la fatiga crónicos derivados del agotamiento de la hormona de crecimiento y de la serotonina, así como el dolor y los síntomas de cistitis intersticial, inflamación dolorosa y crónica de la vejiga no relacionada al parecer con una infección declarada.

Iturrioz desaconseja arginina en caso de esquizofrenia, y precaución ante enfermedad renal y hepática y herpes.

Según los doctores Arthur J. Roberts y Mary E. O’Brien , el organismo utiliza L-arginina como precursor para fabricar óxido nítrico, el vasodilatador natural más potente descubierto que contribuye a prevenir la formación de placas de grasa obstructora de las arterias coronarias y otros vasos sanguíneos en las personas con aterosclerosis, y cuya falta puede contribuir a la hipertensión arterial. Suplementar con arginina evita que plaquetas y leucocitos se peguen a las paredes de las arterias, mejora el flujo sanguíneo a las piernas y reduce el dolor de la arteriopatía periférica o claudicación intermitente. Este aminoácido se encuentra en los alimentos ricos en proteínas, carnes y lácteos, huevos y pescados, y son también fuentes ricas en L-arginina las habas de soja, calabaza, cidra y frutos secos, aunque: «Es difícil, si no imposible, conseguir la dosis terapéutica de 5 o 6 g. diarios sólo del alimento».

El Dr. Richard Firshein subraya la amplia funcionalidad del óxido nítrico en el organismo humano pues controla la tensión de la sangre y regula su coagulación, funciona como neurotransmisor y ayuda a combatir los tumores y muchos patógenos, pero producirlo en exceso puede originar inflamación.

Suplementar con arginina estimula la síntesis de óxido nítrico y aumenta su cantidad en el cuerpo, por lo que al tomar arginina es importante añadir un cóctel de antioxidantes para evitar que llegue a ser perjudicial.

ASPARTATOS/ÁCIDO ASPÁRTICO (Asparagina): ácido aspártico es un aminoácido no esencial que entra en la constitución de muchas proteínas y tiene un papel destacado en el ciclo de la urea. Junto con ácido glutámico es el aminoácido más abundante en el cerebro y podría ser relevante en el funcionamiento cerebral. Es importante en el ciclo de Krebs, que produce energía en el organismo, y transporta potasio y magnesio al interior de la célula.

García Iturrioz afirma: «La suplementación con aspartatos» (mineral quelado, combinación del mineral con ácido aspártico) «de potasio y magnesio produce un gran alivio de la fatiga». Este aminoácido protege al hígado y al sistema nervioso central del exceso de amoníaco resultante del metabolismo proteico, y ayuda a eliminarlo. Transmisor y estimulador cerebral útil en inestabilidad y trastornos emocionales y de conducta, es inmunoactivador de la glándula timo y protege de efectos dañinos de la radiación. Por no comercializarse de manera individual, para complementar la dieta con ácido aspártico e incrementar la absorción y utilización de los minerales, puede tomarse en forma de aspartato de calcio, magnesio, potasio o zinc.

AMINOÁCIDOS RAMIFICADOS (Leucina, Isoleucina, Valina): son 3 amimoácidos que constituyen la mitad de los aminoácidos esenciales de la proteína corporal y el 14% de los aminoácidos en el músculo esquelético, cuya suplementación utilizan culturistas y atletas en ejercicios intensos para aumentar el rendimiento, mejorar la recuperación tras el esfuerzo y acelerar la reparación y crecimiento muscular, y es también útil para evitar la pérdida muscular al seguir una dieta estricta o en caso de anorexia nerviosa.

La suplementación con aminoácidos ramificados protege al hígado en caso de malnutrición proteica, cirrosis y encefalopatía hepática, y es una protección y ayuda en trastornos neuromusculares como esclerosis lateral, distrofia muscular o esclerosis múltiple. Ayudan en la reparación de tejidos en caso de traumatismos, estrés físico, quemaduras o cirugía, y son beneficiosos en fallo renal crónico y diálisis, fenilcetonuria (=excesiva fenilalanina en sangre, que daña el sistema nervioso y provoca degeneración cerebral y retraso mental) y disquinesia tardía.

Iturrioz previene: «El empleo excesivo de este suplemento dietético puede interferir con los neurotransmisores que ayudan a mantener el humor y el estado de ánimo emocional. Niveles excepcionalmente altos de aminoácidos ramificados, como los administrados vía intravenosa, podrían conducir a un descenso en el cerebro de serotonina y dopamina».

Richard Firshein resalta la conservación de la musculatura como la función más relevante de los tres aminoácidos ramificados, que: «Combinados con dietas de pérdida de peso pueden ayudar a alcanzar antes un buen tipo. También ayudan a protegernos del estrés, a reparar el cuerpo después de una operación, a curar la cirrosis hepática, frente al sueño intermitente, la apnea del sueño o el insomnio, en algunos casos de diabetes, para tratar los desórdenes del estado de ánimo asociados al síndrome premenstrual, proteger al corazón del daño causado por los ataques cardiacos y propiciar la recuperación y mejora de la función cardiaca si se toman conjuntamente con suero lácteo y creatina».

Respecto al deporte, pueden aumentar el tono muscular, quemar el exceso de grasa, disminuir la sensación de fatiga y proporcionar gran cantidad de energía para ejercicios de alta intensidad: «Los corredores de maratón corren más rápido y con mayor resistencia si toman aminoácidos ramificados, y en deportes de larga duración como tenis son una importante fuente de energía».

Firshein afirma que leucina («Único aminoácido que el cuerpo puede utilizar en vez de la glucosa cuando ayunamos») es una fuente alternativa de energía que ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre, protege al hígado y propicia la liberación de insulina, que a la vez estimula a los músculos para que sinteticen proteínas.

L-CARNITINA: aminoácido no esencial que el organismo humano sintetiza en el hígado a partir de los aminoácidos lisina y metionina. Situaciones de altas necesidades energéticas como embarazo, lactancia e infancia, bebés prematuros y algunos adultos pueden necesitar más carnitina de la producida por el cuerpo y requerir suplementación. Su carencia es frecuente en los veganos pues sólo se encuentra L carnitina en fuentes animales como carne, aves, lácteos y pescado.

Iturrioz afirma que L-carnitina refuerza la producción de energía y es beneficioso para el sistema cardiovascular («Disminuye los niveles de colesterol LDL y triglicéridos, y eleva el colesterol HDL» ), en arritmia, cardiomiopatía, angina, fallo cardiaco congestivo y aterosclerosis. Estimula el metabolismo de las grasas y es útil en el control de la obesidad, especialmente si la suplementación se apoya con ejercicios aeróbicos, y para aumentar el rendimiento deportivo: «Mejora la capacidad de trabajo físico y disminuye el estrés cardiovascular y el dolor muscular producidos por el ejercicio extenuante».

Reduce la actividad de la hormona tiroidea en hipertiroidismo, por lo que debe tenerse precaución en caso de hipotiroidismo y cualquier trastorno tiroideo. Suplementar con L-carnitina puede ayudar a mantener la salud en diabetes y sus complicaciones (retinopatía, hiperlipidemia, neuropatía, cetoacidosis), enfermedad vascular periférica y diálisis renal, y puede aumentar la fertilidad masculina.

Para Michael Murray y Joseph Pizzorno , el agente lipotrópico carnitina favorece la oxidación y transporte del ácido graso e inhibe el hígado graso producido por el alcohol, por lo que, concluyen: «Puede necesitarse un nivel alto de carnitina en el hígado para hacer frente al incremento de ácidos grasos producidos por el consumo de alcohol».

Arthur J. Roberts y Mary O’Brien añaden que parece fomentar los efectos antioxidantes de las vitaminas C y E, y entre los síntomas de carencia de L-carnitina destacan fatiga y dolor torácico, debilidad muscular y confusión.

ACETIL L-CARNITINA (ALC): derivado del aminoácido carnitina que se produce de forma natural en humanos, se encuentra sobre todo en músculos, cerebro y testículos y ha sido objeto de estudio por su posible uso para frenar el deterioro nervioso y cerebral de envejecimiento, demencia senil y enfermedad de Alzheimer: «Puede mejorar la memoria, la atención y el rendimiento mental, reducir la depresión senil y la alteración del sueño asociada, y mejorar la circulación sanguínea cerebral», según Iturrioz.

ALC es también tónico cardiaco, reduce los niveles de colesterol y triglicéridos y mejora el cociente entre colesterol HDL (bueno) y colesterol LDL (malo). Suplementar ALC puede potenciar la energía en debilidad muscular y síndrome de fatiga crónica, y mejorar la resistencia aeróbica al ejercicio.

ALC puede tener un papel importante en el alcoholismo al prevenir el daño ocasionado a las células por el alcohol y mejorar los déficits cognitivos, reducir los temblores de la abstinencia y ser útil para tratar la dependencia. Útil también en neuropatía diabética, por traumatismos y periférica, así como en caso de disfunción eréctil o impotencia por enfermedad de Peyronie; reduce el desarrollo de cataratas en personas diabéticas y ayuda a revertir la amenorrea hipotalámica. Iturrioz subraya que para potenciar la función cerebral es preferible ALC, pero para mejorar la salud cardiovascular es más adecuado utilizar L-carnitina.

Richard Firshein afirma que acetil L-carnitina (ALC), si se toma por su acción sinérgica con fosfatidilserina (FS), protege las células nerviosas, las mantiene flexibles y activas y potencia el funcionamiento cerebral. ALC pasa fácilmente a través de la barrera hematoencefálica al interior de las neuronas, donde potencia el metabolismo graso, impide la acumulación tóxica de ácidos grasos en las mitocondrias cerebrales y asegura su adecuado funcionamiento, promueve un uso eficiente de la energía en el cerebro y mejora su suministro del neurotransmisor acetilcolina, que es crucial para la función de la memoria. ALC tiene, además, efectos neuroprotectores sobre las lesiones de los nervios periféricos y ayuda en neuropatías periféricas o deterioro de los nervios que se extienden desde la médula espinal hacia todo el cuerpo incluidas las piernas.

L-CISTEÍNA: aminoácido no esencial producido a partir del aminoácido metionina, su precursor, que debe ser aportado en cantidad adecuada con la dieta para evitar deficiencia de cisteína. Es uno de los pocos aminoácidos que contienen azufre, lo que le permite unirse de una manera especial y mantener la estructura de las proteínas en el organismo, es un componente de la enzima antioxidante glutatión peroxidasa («Potente tripéptido que destruye radicales libres y neutraliza los compuestos que dañan al hígado «) y es además utilizado por el organismo para producir taurina.

García Iturrioz destaca el papel protector de cisteína en cualquier tipo de trastorno hepático y su acción detoxificante en el hígado y las células. Se une a metales pesados como mercurio, cobre o cadmio, protege de su envenenamiento y ayuda a eliminarlos: «Siempre con vitamina C, resultará muy útil para eliminar toxicidad por amalgamas dentarias, incineradoras de residuos, alimentos, inhalación de humos o mercurio aportado por vacunas». Protector cardiovascular («Previene e impide la oxidación del colesterol LDL») y mucolítico («Cisteína destruye las uniones que dan consistencia espesa al moco y ayuda a eliminarlo») útil en bronquitis crónica y, junto a vitamina C, con un papel fundamental en los fumadores.

Fortalece la capa protectora de estómago e intestinos, que ayuda a prevenir el daño provocado por fármacos, y es importante en el funcionamiento del sistema inmune y en la salud de pelo, uñas y piel: «El azufre es un constituyente importante del pelo, piel y uñas. Aumentar la ingesta de azufre orgánico puede aumentar la salud e integridad de la piel, así como el crecimiento, fuerza y textura del pelo y de las uñas. Como antioxidante protege de los radicales libres, que son una de las principales causas de alteraciones cutáneas relacionadas con la edad». Dado que cisteína podría inactivar la hormona insulina, Iturrioz recomienda evitar su suplementación en diabéticos, así como si existe una candidiasis activa por la fuerte reacción –aumento de gases– que puede provocar.

Para los doctores Michael Murray y Joseph Pizzorno : «Se ha demostrado que la cisteína tiene cierta utilidad en el tratamiento de las cataratas, …, El mantenimiento de los niveles óptimos de los aminoácidos con contenido de azufre, metionina y cisteína, puede favorecer la calidad de vida y longevidad en los seres humanos». Son fuentes dietéticas de ambos aminoácidos habas, pescado, hígado, huevos, levadura de cerveza y nueces.

N-ACETIL CISTEÍNA (NAC): forma más estable y activa biológicamente del aminoácido L-cisteína, que aumenta los niveles celulares del potente antioxidante y desintoxicante glutatión, del cual García Iturrioz defiende la utilidad para frenar diversos procesos degenerativos relacionados con la edad. Por reponer los niveles de glutatión, NAC es protector hepático y mejora la desintoxicación en el hígado y en las células, ayuda a neutralizar metales perjudiciales como mercurio, arsénico, cromo y boro, y protege al hígado y riñones de sus daños.

Destaca también su papel antioxidante y como protector cardiovascular («Previene la oxidación del colesterol LDL y disminuye los niveles de homocisteína en sangre, quizás más problemático que el colesterol», en palabras de Iturrioz), mucolítico útil en bronquitis crónica al reducir la recurrencia de infecciones y en fumadores por sus efectos mucolítico, detoxificante y antioxidante. NAC es un aminoácido específico antiviral («Los valores elevados de glutatión celular inhiben la propagación viral»), que estimula la respuesta del sistema inmune y ayuda a inhibir el desarrollo de retinopatía diabética y en la prevención del cáncer de colon.

En opinión del Dr. Richard Firshein , entre los más poderosos antioxidantes se encuentra el aminoácido NAC, que protege sobre todo al pulmón («Y como nuestros pulmones son tan vulnerables a los radicales libres en este polucionado mundo»), por lo que es un nutriente crucial para la salud en general: «NAC seda los pulmones, sólo y con glutatión, y es particularmente útil para afecciones respiratorias, bronquitis, asma o enfisema, … NAC limpia los pulmones y los purga de los daños de los radicales libres y la inflamación, rebaja el riesgo de cáncer, ataques cardíacos e infecciones por virus y bacterias, y previene el envenenamiento por diferentes tóxicos ambientales».

Según Instituto INCA muchas alergias e intolerancias alimentarias pueden mejorar con NAC («Ya que la sensibilización se produce en el hígado, por su incapacidad para neutralizarlas»); deben evitarse además alimentos como lácteos, mariscos, ciertos cereales y legumbres, y sustancias alérgenas del tipo de los aditivos alimentarios. Del mismo modo, la toma de NAC ayuda a quienes padecen obstrucción pulmonar crónica por incrementar la actividad destructora de los glóbulos blancos específicos contra las bacterias, reduce los efectos secundarios de fármacos quimioterápicos, inhibe la respuesta del virus de la hepatitis B y potencia la inmunidad al restaurar los niveles de glutatión en sangre.

CLA (Ácido linoleico conjugado): aunque no es un aminoácido, por ser un nutriente interesante, entendemos que tiene cabida junto a los aminoácidos. El Dr. Richard Firshein señala que CLA (por sus siglas en inglés, conjugated linoleic acid) es un ácido graso omega-6 capaz de inhibir tanto el cáncer de mama en animales de laboratorio como la formación de placas en las arterias. Puede además reducir la grasa corporal y aumentar la masa de un cuerpo magro. Respecto a cómo funciona, Firshein indica: «Parece que CLA puede modular el metabolismo de las grasas en el hígado, impedir que se deposite grasa en el cuerpo, aumentar la descomposición de la grasa en las células y aumentar el uso de grasas como fuente de energía».

L-FENILALANINA: aminoácido esencial, precursor en el organismo del aminoácido tirosina y de las catecolaminas (tiramina, dopamina, epinefrina, norepinefrina), también es un constituyente importante de neuropéptidos cerebrales (somatostatina, vasopresina, melanotropina, encefalina, ACTH, angiotensina, substancia P y colecistoquinina), algunos de ellos estimulantes cerebrales que pueden potenciar la agudeza mental. Eleva el estado de ánimo y García Iturrioz destaca el efecto antidepresivo, su utilidad en hiperactividad y agresividad infantiles y la efectividad de fenilalanina en trastornos de dolor crónico.

Puede reducir el apetito y ser útil en comedores compulsivos, así como durante el síndrome de abstinencia y en los periodos de retirada de estupefacientes, cocaína, anfetaminas y alcohol: «Ayuda a reponer unos niveles normales de noradrenalina y adrenalina, evitando los bajones». Iturrioz recomienda no suplementar fenilalanina a personas afectadas de disquinesia tardía, fenilcetonuria, ni quienes tomen fármacos inhibidores de la MAO (monoamina oxidasa).

Arthur J. Roberts y Mary E. O’Brien añaden que fenilalanina, aminoácido abundante en carne y lácteos, germen de trigo y avena, impide la descomposición de los analgésicos naturales del cerebro y puede aumentar la libido en personas con un bajo impulso sexual. En forma de suplementos, desaconsejan su toma más de tres semanas seguidas, así como a personas con hipertensión o cáncer.

DL-FENILALANINA (DLPA): aminoácido formado por L-fenilalanina y D fenilalanina, ayuda en la depresión, es precursor de dopamina y potencia otros compuestos que mejoran el estado de ánimo. Analgésico de dolores crónicos y afecciones artríticas («Son necesarias entre 3 y 12 horas para notar su efecto, por lo que no vale en dolores agudos», según García Iturrioz), DLPA se transforma en sustancias químicas cerebrales que potencian la agudeza mental. Además, fenilalanina potencia la producción de colecistoquinina, compuesto reductor del apetito. Desaconsejada su utilización en caso de fenilcetonuria, esclerodermia o si se toman fármacos inhibidores de la MAO.

GLICINA: aminoácido no esencial pero importante precursor de proteínas, ADN, fosfolípidos y colágeno —por lo que acelera la reparación del daño tisular—, colabora en la síntesis de sales biliares, es tónico hepatobiliar que previene los cálculos biliares, y es precursor en la liberación de la energía. Su exceso, advierte Iturrioz, puede desplazar la glucosa en el metabolismo energético y provocar fatiga. Glicina es un neurotransmisor inhibitorio en el cerebro, al que protege en convulsiones como epilepsia, útil en ansiedad e insomnio, ayuda en la cicatrización de heridas, acidez excesiva del estómago, reparación y construcción muscular, rendimiento deportivo y en la capacidad cognitiva y la memoria. Presente en el fluido prostático glicina, junto con alanina y ácido glutámico, puede ayudar en hiperplasia prostática benigna.

L-GLUTAMINA: es el aminoácido más abundante en la sangre y en el tejido muscular esquelético, cuya ingesta dietética y producción por las células humanas suele ser suficiente, por lo que se considera no esencial. La suplementación puede ser muy importante en periodos de estrés, gasto energético aumentado, traumatismos, quemaduras, cirugía o sobreentrenamiento.

Después de atravesar la barrera hematoencefálica, el cerebro transforma el aminoácido L- glutamina ingerido con la dieta en ácido glutámico, neurotransmisor estimulante de memoria y agudeza mental que el cerebro utiliza como fuente de energía si no dispone de glucosa. Según Iturrioz glutamina es esencial para prevenir la atrofia intestinal e infecciones, candidiasis incluída, y para reducir la permeabilidad intestinal: «La deficiencia de L-glutamina puede estar asociada a desórdenes gastrointestinales como síndrome del colon irritable, enfermedad de Crohn e inflamación del colon, …, En alergias intestinales puede administrarse junto con arginina, omega-3 y probióticos».

Potencia el sistema inmune y favorece la actividad inmunológica, y su suplementación ayuda en cualquier dieta o plan de entrenamiento para mejorar la fuerza y mantener o ganar masa muscular, en convalecencia por enfermedad, intervención quirúrgica, etc., y para paliar los efectos secundarios de los tratamientos del cáncer: «L-glutamina puede reducir el crecimiento tumoral, y en forma de enjuague bucal puede asimismo reducir el dolor y la inflamación asociadas con quimioterapia y radioterapia».

Apoya el crecimiento de nuevas células y es útil para potenciar la curación de quemaduras, heridas quirúrgicas y traumáticas, así como la cicatrización de úlceras digestivas. Los suplementos de glutamina reducen, además, la ansiedad provocada por la abstinencia alcohólica: «Debido a la reducción del estrés y al adecuado control de los niveles de glucemia». Iturrioz recomienda precaución si el hígado no funciona bien, en caso de desorden bipolar o bajo medicación de metrotexato.

Según Arthur J. Roberts y Mary O’Brien glutamina puede ser utilizado por las células como fuente de energía cuando las reservas de glucosa son bajas, durante el ejercicio continuo por ejemplo, lo que es importante pues ayuda a evitar el catabolismo o descomposición del tejido muscular para la obtención de energía; promueve además la alerta mental y mejora el estado de ánimo y la memoria. Se utiliza como suplemento para deportistas: «En especial por los levantadores de pesas y otros deportistas que realizan un intenso ejercicio anaerobio, como formador de músculo y potenciador del rendimiento», y puede ser también importante para personas que no pueden comer normalmente o que reciben nutrición por vía intravenosa o parenteral. Son fuentes de glutamina la carne y otros productos animales, las habas y otras legumbres, y es sintetizado en el organismo.

Para el Dr. Richard Firshein no hay nutriente más importante que glutamina para la salud intestinal, es un combustible primario del intestino y ayuda a sanar la mucosa intestinal: «Sólo manteniendo sanos nuestros intestinos podemos reparar nuestro cuerpo con otros nutrientes». Subraya que es a veces extremadamente esencial, y son necesarias cantidades adicionales si nuestro sistema es estresado por la enfermedad y se ve falto de este aminoácido no tóxico ni siquiera en grandes cantidades por ser rápidamente metabolizado: «Son claves los suplementos de glutamina para reparar el daño intestinal por colitis, síndrome de intestino irritable, enfermedad celíaca y cualquier dolencia que afecte a la digestión, … Glutamina mantiene sanos los intestinos y ayuda a alejar y tratar afecciones como la impotencia, la artritis y las alergias».

Firshein afirma que glutamina aumenta la hormona del crecimiento, que ayuda a conservar la masa muscular, y reduce la acumulación de grasas, por lo que protege contra el envejecimiento. Puede además impedir que estrógeno y otras hormonas alcancen niveles perjudiciales en el cuerpo, protegiendo así de impotencia, cáncer de mama y próstata y anormalidades menstruales.

Si bien puede deducirse de lo anteriormente señalado, recojamos de manera explícit la afirmación de la nutricionista ortomolecular Cala H. Cervera sobre los nutrientes más importantes para el control de la glucosa en la hipoglucemia reactiva: «Además de reducir la ansiedad por alimentos dulces y alcohol, glutamina ayuda a aumentar los niveles de glucosa».

L-GLUTATIÓN: glutatión reducido (GSH) es un tripéptido ––molécula mayor que un aminoácido— compuesto por glicina, L-cisteína y ácido glutámico, que resulta un potente antioxidante. Debido a su tamaño es difícil de absorber, por lo que para mantener y producir suficiente glutatión celular, García Iturrioz aconseja suplementar la dieta con sus inductores o precursores: NAC o cisteína, vitamina C, selenio y ácido alfa lipoico.

Glutatión protege al hígado de radicales libres, alcohol y residuos tóxicos, ayuda en la desintoxicación de metales pesados como plomo, mercurio, arsénico y cobre, previene el daño hepático y renal de quimioterapia y radioterapia, protege a los pulmones de pesticidas, disolventes y contaminantes atmosféricos, es protector cardiovascular que previene la oxidación del colesterol LDL, ayuda en afecciones respiratorias infantiles y asociado a carotenoides como luteína protege el tejido ocular del daño de los radicales libres. Iturrioz defiende que altas dosis de glutatión estimulan el sistema inmunológico, así como su papel preventivo en la enfermedad de Parkinson.

L-HISTIDINA: aminoácido semiesencial en niños y no esencial en adultos, que es precursor de histamina, compuesto liberado por células del sistema inmune durante la reacción alérgica. Como suplemento ayuda en artritis, sobre todo reumatoide, y unido a vitamina C para detoxificar metales pesados como cromo, cadmio y cobre. Iturrioz afirma que, en opinión de numerosos expertos, histidina mejora la anorgasmia masculina y femenina; para evitar que su exceso en sangre y tejidos genitales pueda propiciar eyaculación prematura, se aconseja la toma de histidina con L-metionina, magnesio y vitamina B6. No debe ingerirse por personas con altos niveles de histamina en sangre (histadélicos) o con síntomas maníaco-depresivos.

L-LISINA: aminoácido concentrado en el tejido muscular, esencial para el normal crecimiento y desarrollo y para la producción de energía, interviene en la absorción del calcio y es crucial para la salud de huesos y dientes. Forma parte del colágeno y de las fibras de elastina: «Para Linus Pauling y Mathias Rath, lisina, prolina y vitamina C son indispensables para la síntesis correcta del colágeno», en palabras de Iturrioz.

Las personas vegetarianas pueden ser deficientes en lisina pues su disponibilidad es muy baja en trigo, arroz, avena, mijo y sésamo. Suplementar este aminoácido acelera la recuperación y previene la reinfección herpética («Lisina resulta aminoácido esencial en este caso, pues es antagonista de arginina, que promueve el crecimiento del herpes»), es protector cardiovascular («El colágeno da consistencia a los vasos sanguíneos, huesos y órganos como el corazón, riñones e hígado»), ayuda a eliminar el metal pesado plomo, y a prevenir y hacer frente a osteoporosis y estomatitis aftosa o llagas en la boca.

García Iturrioz recoge las conclusiones del Dr. Mathias Rath, para quien la combinación de vitamina C, lisina y prolina, junto con los polifenoles o flavonoides del té verde, posee un potente efecto antitumoral, y es efectiva para prevenir, dificultar y detener la metástasis o invasión y diseminación de células cancerosas de colon, mama y melanoma de piel. Como precaución: «Lisina en altas dosis y durante tiempo prolongado, puede elevar los niveles de colesterol».

L-METIONINA: aminoácido esencial, crucial en palabras de García Iturrioz para la eliminación de toxinas, la absorción de nutrientes y la estimulación de la respuesta inmune. Aporta azufre y otros componentes necesarios para el normal metabolismo y crecimiento.

Al igual que colina e inositol, es un agente lipotrópico que inhibe la acumulación de depósitos grasos en el hígado, al que ayuda a procesar las grasas, así como en el control del peso. Metionina es necesario para fabricar cisteína, componente del tripéptido glutatión que ayuda en la desintoxicación hepática y celular y que neutraliza compuestos dañinos para el hígado como toxinas, radicales libres y productos secundarios de los residuos metabólicos y hormonales.

En el organismo metionina controla el nivel de compuestos azufrados beneficiosos, vitales según Iturrioz para la defensa del hígado frente a compuestos tóxicos como los metales pesados. Por el azufre que aporta, metionina ayuda en la absorción de selenio y zinc, mejora el tono y la flexibilidad de la piel y la salud de pelo y uñas, y al actuar como antioxidante ayuda a proteger las células de los radicales libres que aceleran el envejecimiento de los tejidos.

Por su capacidad desintoxicante de histamina, metionina ayuda a reducir las reacciones en alergias alimentarias y respiratorias o ambientales, así como en depresión y otros trastornos psicológicos relacionados con niveles elevados de histamina, en cuyo caso se recomienda la toma combinada con calcio. Al evitar la acumulación de grasa en el hígado y mejorar la función hepática, metionina junto con isoflavonas de soja facilita la eliminación del exceso de estrógeno, causa frecuente del síndrome premenstrual y del cáncer de mama.

Unido a glutatión y cisteína, metionina podría mejorar la memoria y el deterioro del sistema nervioso a veces relacionado con sida, también puede ayudar en algunos síntomas de Parkinson, dolor de pancreatitis y en el embarazo para prevenir defectos del tubo neural en recién nacidos. Para evitar daño hepático o renal si se toman altas cantidades de metionina, Iturrioz aconseja un consumo adecuado del complejo B o de vitaminas B6, B12 y ácido fólico, lo que se consigue con un buen multinutriente.

S-ADENOSIL-L-METIONINA (SAM): compuesto azufrado generado a partir del aminoácido L- metionina y el trifosfato de adenosina o ATP, es un importante componente del tejido de las articulaciones. Además de beneficioso por el azufre que contiene, SAM es para García Iturrioz: «Esencial para la producción de ácidos nucleicos (ADN, ARN), proteínas, vitaminas específicas, neurotransmisores, antioxidantes, hormonas y fosfolípidos».

Numerosos estudios demuestran que suplementar SAM es efectivo en depresión («Conduce a una mayor actividad y a la unión a receptores cerebrales de los neurotransmisores que mejoran el ánimo, y es esencial para la producción de dopamina, norepinefrina, epinefrina y serotonina»), puede mejorar la función cognitiva y reducir la depresión asociada con Alzheimer, y ayudar en caso de insomnio.

Analgésico y antiinflamatorio, útil en reuma y artritis («Ha demostrado mejoras en el dolor y en la inflamación tan buenas, y en algunos casos mejores, que las obtenidas con fármacos AINEs. Y, a diferencia de éstos, SAM no inhibe la reparación del cartílago») y fibromialgia («Mejoran los síntomas subjetivos de dolor y fatiga y disminuyen significativamente la depresión y la ansiedad»).

Como agente lipotrópico SAM inhibe la acumulación de depósitos grasos en el hígado, potencia la producción de cisteína y glutatión, desintoxica y protege las membranas celulares y el hígado («Efectivo para la función biliar dañada o bloqueada») y puede controlar los niveles elevados de homocisteína («Significativo factor de riesgo cardiovascular»).

Por último, y al igual que metionina, por desintoxicar de histamina SAM es antialérgico y ayuda en algunos casos de esquizofrenia y depresión con niveles excesivos de histamina, elimina el exceso de estrógeno en el organismo y suele reducir las molestias del síndrome premenstrual. Iturrioz recomienda precaución en caso de depresión bipolar maníaca o si se toman fármacos antidepresivos, así como reducir la dosis si aparecen síntomas gastrointestinales como boca seca, náusea y agitación.

Los doctores Arthur J. Roberts y Mary E. O’Brien añaden que SAM es una sustancia producida de manera natural por el organismo a partir de metionina y el compuesto productor de energía ATP. Se encuentra en todos los tejidos del organismo y además de las funciones que García Iturrioz desarrolla, Roberts y O’Brien indican que es fundamental en la detoxificación de fármacos y otros compuestos nocivos.

Descubierto en 1952, se comercializa en Europa desde 1976 para mejorar la función hepática y en depresión, artritis y osteoartritis: «Ayuda a conservar la capacidad de absorción y la textura queloide del cartílago. Hay pruebas de que SAM promueve la reparación y el recrecimiento del cartílago dañado, se ha demostrado su eficacia en la depresión y contribuye a promover la salud hepática». De los estudios clínicos se deduce que los beneficios son evidentes después de una o dos semanas de uso. Aunque SAM está presente en todos los organismos vivos, no se obtienen cantidades significativas a través del alimento.

Cuando se refiere a los nutrientes del futuro, el Dr. Richard Firshein hace hincapié en la importancia de SAM para el cerebro y especialmente en su efectividad para la depresión: «SAM es crucial para la producción de neurotransmisores por el cerebro. Al serle suministrado a personas deprimidas aumentan los niveles de dopamina y serotonina, mejora la captura de neurotransmisores y su capacidad para adherirse a receptores de las células cerebrales y mejora la efectividad de los neurotransmisores cerebrales». La toma de nutrientes como la vitamina B12 y el aminoácido metionina, opina Firshein, podría aumentar la concentración de SAM en el sistema nervioso.

L-ORNITINA: aminoácido no esencial fabricado por el organismo a partir de la metabolización de arginina durante la producción de urea. Interviene en la reparación y construcción muscular: al estimular junto con arginina a la glándula pituitaria, ésta libera la hormona de crecimiento o somatotropina, que aumenta la síntesis del tejido muscular. Ornitina se utiliza en entrenamiento con pesas y nutrición deportiva en general pues potencia el transporte y almacenamiento de nitrógeno en el tejido muscular y mejora la energía muscular, fortalece el tejido conectivo y favorece tendones y ligamentos más saludables.

Ornitina y arginina son protectores hepáticos que convierten la toxina amoníaco en urea, potencian la síntesis del colágeno y aceleran la cicatrización y curación de quemaduras y heridas incluídas las quirúrgicas, y al proteger la glándula inmunitaria timo estimulan la inmunidad ante una infección. García Iturrioz desaconseja suplementos de ornitina en casos de infección herpética activa o esquizofrenia.

L-PROLINA: aminoácido no esencial, importante componente de la sustancia colágena del tejido conjuntivo, es necesario para la síntesis y reparación del colágeno y relevante en la cicatrización de lesiones, úlceras, quemaduras y otras alteraciones tisulares, así como para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y retrasar la formación de arrugas.

García Iturrioz destaca el papel de prolina («Uno de los compuestos más abundantes en la estructura colágena de las membranas de las articulaciones») en degeneraciones articulares, artrosis y artritis, y de reparación en lesiones deportivas como torceduras o esguinces. Al inhibir la descomposición del colágeno arterial y acelerar la cicatrización de las lesiones arteriales existentes, prolina es un protector cardiovascular que previene de aterosclerosis: «Libera la lipoproteína de la formación de la placa y evita su depósito posterior», según Iturrioz.

SERINA: aminoácido no esencial, necesario para el metabolismo adecuado de la grasa, crecimiento tisular y el sistema inmune por intervenir en la producción de inmunoglobulinas y anticuerpos. Algunos de sus derivados son importantes componentes de los fosfolípidos presentes en las membranas biológicas. Serina forma parte de las proteínas cerebrales y sus cubiertas nerviosas, tiene un importante papel en la formación de las membranas celulares, e interviene en el metabolismo de las purinas y pirimidinas y en la síntesis muscular.

Estimula la síntesis de glucosa en el hígado y para García Iturrioz: «Serina, con alanina y glicina, ayuda a estabilizar el azúcar sanguíneo, aporta una fuente de liberación retardada de glucosa tras la disminución del glucógeno y evita una hipoglucemia reactiva. Comer alimentos proteicos y ricos en serina ayuda a estabilizar las oscilaciones de la glucemia tras la ingesta de alimentos».

Por sus propiedades hidratantes de la piel es frecuente el uso de serina en cremas y preparados cosméticos de uso tópico. Importante precursor de triptófano y serotonina, serina ayuda en los síntomas neurológicos y en los totales del síndrome de fatiga crónica, que aumentan si está alterada la microflora intestinal aeróbica, cuya adecuación y buena salud es indispensable ––junto con alanina y glicina como precursores— para la síntesis de serina.

Serina es un componente primario de – FOSFATIDILSERINA (FS), el principal fosfolípido soluble en grasa endógeno en el cerebro, que determina la integridad y fluidez de las membranas celulares o el medio ambiente interno de las células, y que es fundamental para la comunicación de célula a célula, la regulación del crecimiento celular, etc. Tras indicar que «Se ha demostrado que fosfatidilserina eleva el humor y mejora la memoria y agudeza mental en adultos jóvenes y especialmente en los ancianos. Reduce los niveles de cortisol, una hormona catabólica que puede acelerar la destrucción del tejido muscular», Iturrioz reseña su utilidad en Alzheimer y Parkinson, algunas demencias, depresión y alivio de la ansiedad, mala memoria asociada con la edad y trastornos en déficit de atención, reducción del estrés por el ejercicio intenso y mejoría en el rendimiento atlético.

Por seguridad y eficacia Iturrioz recomienda emplear fosfatidilserina y no serina: «Excesiva serina puede causar efectos adversos, disbalances con el resto de los aminoácidos, inmunosupresión y quizás psicosis», si bien desaconseja fosfatidilserina cuando se toman fármacos anticoagulantes como warfarina.

Para el Dr. Richard Firshein fosfatidilserina es uno de los cuatro fosfolípidos o sustancias grasas que forman una capa protectora de las células cerebrales, a las que posibilita que reciban y conduzcan los impulsos que permiten el pensamiento y el movimiento, y propicia la restauración de la función mental. FS aporta una mayor actividad cerebral, potencia la claridad mental, mejora la capacidad de atención, concentración, recuerdo de cifras y palabras, la capacidad verbal y la memoria lejana y reciente, y ayuda a la mente a centrarse en la lectura y la conversación: «300 mg. de FS al día son una dosis óptima para tratar el mal funcionamiento mental causado por el declinar cognitivo relacionado con la edad», asegura.

FS mejora el estado de ánimo, reduce la ansiedad, aumenta la sociabilidad y disminuye la depresión y la apatía e introversión social, y mejora la calidad de vida: «La gente más joven puede usarla, junto con una dieta sana y ejercicio, como prevención contra una futura pérdida de memoria y deterioro cerebral, y para reducir los perniciosos efectos del estrés sobre el cuerpo», pues suplementar FS reduce la producción de cortisol, que suele ser liberada en los periodos estresantes y puede dañar el músculo y perjudicar la función cerebral.

Firshein concluye: «Usar FS y Acetil L-Carnitina (ALC) conjuntamente es un modo seguro de restaurar el cerebro a sus capacidades más agudas. Son nutrientes potenciadores del cerebro que pueden operar aún más rápida y efectivamente en personas jóvenes», a quienes considera puede beneficiar especialmente suplementos como FS y ALC. Para mejorar el sueño aconseja tomar FS y ALC con melatonina («Hormona utilizada para tratar a corto plazo los desórdenes del sueño») para potenciar sus efectos: «ALC y melatonina, que son basureros de radicales libres, podrían invertir el proceso de envejecimiento por aumentar los niveles de melatonina en el cerebro» .

TAURINA: aunque en sentido estricto no es un aminoácido ni se incorpora en las proteínas, taurina es considerado un aminoácido neutro que posee azufre, no esencial por sintetizarse en el hígado humano a partir de cisteína y metionina, y que requiere de la forma coenzimática de la vitamina B6 para su síntesis. En el organismo taurina se concentra donde hay alta actividad eléctrica, en ojos, cerebro y corazón –en éste es el aminoácido más abundante–, y sus niveles sanguíneos declinan con la edad.

Según García Iturrioz los bebés prematuros, los normales y algunos adultos, sobre todo con una ingesta insuficiente de proteína, no pueden producir suficiente taurina, que se convierte en un nutriente esencial.

Taurina ayuda a normalizar la frecuencia cardiaca y las contracciones, incrementa la retención de potasio y magnesio en el músculo cardiaco, puede prevenir el desarrollo de una cardiomiopatía y reducir los síntomas de fallo cardiaco congestivo.

Iturrioz resalta su relevancia en arritmias: «Desempeña un importante papel en la regulación del transporte de minerales como potasio, sodio, magnesio y calcio, dentro y fuera de las células cardiovasculares. Puede ocurrir que estos minerales tengan niveles adecuados en sangre pero inadecuados en las células debido a la disminución o carencia de taurina intracelular, y conducir a arritmias».

Taurina suprime la angiotensina, proteína de la sangre que provoca elevación de la presión arterial, y puede reducir la presión sanguínea en caso de hipertensión, sin reducirla, en cambio, si dicha presión se encuentra en valores normales.

Además de reducir el colesterol, excretado en mayor cantidad en la bilis, e inhibir su absorción intestinal, taurina es necesario como tónico biliar –junto con glicina y metionina, asimismo esenciales en el funcionamiento de la vesícula biliar– para la formación de bilis en el hígado y permite una excreción biliar más eficiente, por lo que junto con enzimas pancreáticas puede ser útil para normalizar la absorción de las grasas en algunos casos de fibrosis quística o cística. Iturrioz también considera que taurina podría tener en el futuro un papel en la prevención y tratamiento de cálculos biliares.

Taurina tiene para Iturrioz un potente efecto anticonvulsivante («Debido a su capacidad para estabilizar las membranas de las células nerviosas»), potencialmente beneficioso en algunas formas de epilepsia, si ésta como diversas teorías sostienen estuviera causada por cantidades anormales de ácido glutámico en el cerebro: «Taurina normaliza en el cerebro los niveles de ácido glutámico, del que es antagonista».

Como agente tranquilizante, después de GABA taurina actúa como el segundo neurotransmisor inhibidor más importante en el cerebro, disminuye el estrés y permite una mayor eficacia metabólica y funcional en los sistemas nervioso central y endocrino, regula la hiperexcitabilidad cerebral y facilita el descanso.

En la retina del ojo hay altas concentraciones de taurina, que ayuda a proteger a las células retinales de los efectos dañinos de la luz ultravioleta y las sustancias tóxicas. Iturrioz sugiere que en la degeneración macular relacionada con la edad, cataratas y retinitis pigmentosa, la pérdida visual podría estar en parte relacionada con deficiencias de taurina, que debería suplementarse junto con carotenoides y extracto de mirtilo.

Taurina es antioxidante, detoxificante y protector de alcohol y metales pesados como cadmio y cisplatino, y ayuda a prevenir la formación de aldehídos tóxicos. Es útil en diabetes insulinodependiente, situación en que la concentración de taurina en plasma y plaquetas es inferior a la normal a la vez que es excesiva la agregación plaquetaria: «La complementación con taurina puede ayudar a prevenir el daño orgánico asociado a diabetes insulinodependiente, ateroesclerosis y daño renal, cardiomiopatía y retinopatía», entiende García Iturrioz, quien añade que taurina mitiga los síntomas severos del síndrome de abstinencia del alcohol –delirio y alucinaciones– y disminuye las molestias en el síndrome de abstinencia por adicción a la morfina.

L-TIROSINA: aminoácido no esencial sintetizado en el organismo a partir del aminoácido fenilalanina y precursor de importantes neurotransmisores, por ejemplo dopamina, norepinefrina, epinefrina y L-dopa, que regulan diversas funciones dependientes de tirosina como la seguridad, el humor o la función mental, y la respuesta sexual y al estrés. Importante componente de hormonas producidas por la tiroides, vitales para la gestión del metabolismo, tirosina es también necesario para la formación de melanina, pigmento oscuro que protege de los efectos dañinos de la luz ultravioleta.

Mikel García Iturrioz afirma que por ser precursor de dichos neurotransmisores, tirosina resulta útil como antidepresivo, también para aliviar la depresión a menudo asociada a Parkinson y Alzheimer. Como proporciona la materia prima para la síntesis de dichos neurotransmisores y evita que desciendan sus niveles cerebrales en caso de estrés físico y mental elevado: «Estimula la agudeza mental y potencia la actividad cerebral, la concentración mental y el rendimiento muscular, protege y controla los síntomas de fatiga y estrés, y potencia los efectos inducidos por cafeína o guaraná».

Destaca su efecto antifatiga y antiestrés, situaciones que originan un descenso en el nivel de noradrenalina en el sistema nervioso así como el agotamiento de las reservas cerebrales de los neurotransmisores y el declive en el rendimiento: «La suplementación con tirosina alivia la bajada de la noradrenalina inducida por el estrés y potencia el rendimiento en circunstancias como privación del sueño, entrenamiento de combate, exposición al frío y ruidos desagradables». Como tirosina incide en la producción del neurotransmisor dopamina, García Iturrioz señala la utilidad de tirosina en el síndrome de abstinencia por abuso de cocaína («La cocaína reduce los niveles naturales de dopamina en el organismo y crea una adicción a la dopamina proporcionada por el uso de la droga») y quizás en tabaquismo.

Según García Iturrioz tirosina puede ser útil en hipotiroidismo (debido a su importancia, junto con yodo, en la síntesis de la hormona tiroidea tiroxina), Parkinson (donde hay una deficiencia cerebral de la enzima tirosina hidroxilasa, necesaria para convertir tiroxina en el neurotransmisor dopa), impotencia sexual masculina («Es muy probable que el aminoácido de la dieta L-tirosina pueda circular en la corriente sanguínea para nutrir a las neuronas peneanas, de forma que normalice la producción de noradrenalina y restablezca la función eréctil del pene») y en fenilcetonuria en los casos en que la incapacidad de metabolizar fenilalanina origina niveles bajos de tirosina.

Iturrioz desaconseja su empleo como ayuda para dejar de comer, si se toman hormonas tiroideas o fármacos inhibidores de la MAO (monoamina oxidasa) o en caso de melanoma maligno. Los anticonceptivos orales pueden disminuir la cantidad de tirosina en el organismo, por lo que opina que puede ser necesario suplementar tirosina.

Para hacer frente a los trastornos de apetito compulsivo, anorexia y bulimia, desde la psicoenergética ortomolecular, D. Felipe Hernández indica la utilidad, sobre todo en caso de bulimia, de diversos complementos (vitaminas del grupo B, minerales y oligoelementos, picolinato de cromo, prebióticos, onagra, antioxidantes, …), entre ellos, y por no tener efectos secundarios en sí mismos, los aminoácidos glutamina («Poderoso productor del combustible del cerebro»), fenilalanina («Precursor de las catecolaminas dopamina, epinefrina y tiramina, ayuda a mantener el estado de ánimo positivo») y tirosina: «Precursor de los neurotransmisores dopamina, norepinefrina y epinefrina o adrenalina, que constituyen una parte importante del Sistema Nervioso Simpático».

El Dr. Richard Firshein subraya que el ejército de Estados Unidos está realizando estudios sobre los beneficios de tirosina para mejorar el rendimiento y la función cognitiva en situaciones de presión extrema. Afirma que ante el estrés propicia tanto la energía como el estado de ánimo, y ayuda física y mentalmente. Puede ayudar en fatiga crónica o cuando el estrés se constituye en obstáculo severo para realizar las tareas más simples, evita que el estrés constante agote el nivel necesario de noradrenalina: «Tirosina, como materia prima de la noradrenalina, podría ser el antídoto natural al modo de vida acelerado de hoy en día», enfatiza Firshein, en cuya opinión este aminoácido, que se encuentra en queso y leche, pollo y pavo, es especialmente importante para mantener vivo y en funcionamiento nuestro sistema nervioso, la memoria y la concentración.

Al igual que triptófano y fenilalanina, se les denomina aminoácidos aromáticos y, a diferencia de los no aromáticos: «Cualquier tirosina de la dieta que consumimos es rápidamente absorbida por el cerebro, cualidad que le permite juguetear con nuestros estados de ánimo, sentimientos, emociones y capacidades cognitivas». Tirosina es además para Firshein una fuente de energía que actúa como estimulante natural, útil como analgésico, potencial tratamiento para narcolepsia y ayuda para mejorar el síndrome premenstrual, sofocos e irritabilidad. Y concluye: «Creo que es en muchos casos una alternativa segura a los fármacos antidepresivos. Cuando el estrés conduce a la fatiga más que a la ansiedad, es cuando tirosina funciona mejor».

TREONINA: aminoácido esencial –de los más importantes y a testar con kinesiología en palabras de García Iturrioz–, no producido por el organismo, debe obtenerse a través de la dieta o la suplementación. Importante componente en la formación de proteína, colágeno, elastina y esmalte dentario, treonina también es importante para la producción de neurotransmisores y para la salud del sistema nervioso. Precursor de glicina y serina, treonina se encuentra en el corazón, sistema nervioso central (SNC) y músculo esquelético.

Los vegetarianos que no sigan una dieta equilibrada pueden tener carencias de treonina, y lisina, pues casi todos los cereales son deficientes en estos 2 aminoácidos. Por apoyar al sistema nervioso y proteger el sistema neuromuscular, treonina puede mejorar algunos síntomas de esclerosis lateral amiotrófica y esclerosis múltiple: aumento de la energía y la capacidad para deglutir y mejoría en la voz así como menos babeo y fasciculaciones en la primera, y descenso de la espasticidad en ambas variantes de esclerosis: «Cuanta mayor es la severidad de los síntomas, mayor es la mejoría observada», puntualiza.

Iturrioz añade que en esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de Lou Gehrig hay un nivel excesivo de aspartato y glutamato, aminoácidos que excitan el SNC, y un nivel bajo de glicina. Aumentar los niveles de glicina en el SNC podría ser beneficioso, pero no es efectivo administrar glicina ya que al no atravesar la barrera hematoencefálica, no penetra en el SNC, lo que no sucede con treonina, precursor de glicina que sí puede penetrar al SNC. Igualmente, puede ser beneficioso en depresión e irritabilidad, situaciones asociadas a deficiencia de treonina, así como potenciar la inmunidad y ser una ayuda para producir agentes antiinfecciosos y antivirales. Por último como agente lipotrópico, sobre todo combinado con ácido aspártico y metionina, inhibe la acumulación grasa en el hígado. Por precaución Iturrioz desaconseja treonina en caso de hipertensión arterial.

L-TRIPTÓFANO y L-5-HIDROXITRIPTÓFANO (5-HTP): el aminoácido esencial menos abundante en los alimentos, triptófano, es un neurotransmisor que interviene en una cadena de interacciones cerebrales que estimulan y regulan nuestro estado de ánimo y los patrones de sueño.

5-HTP, que se extrae de las semillas de la planta africana Griffonia simplicifolia, es un compuesto derivado del triptófano cuya suplementación se considera más potente y eficaz que la del propio aminoácido para potenciar la producción de serotonina y melatonina, especialmente en situaciones de estrés, insulino-resistencia y deficiencia de vitamina B6 o de magnesio.

Mikel García Iturrioz defiende su eficacia para elevar el estado de ánimo en depresión relacionada con niveles reducidos de serotonina, porque potencia los niveles de serotonina cerebral y porque es una forma segura de obtener melatonina: «Los estudios demuestran una reducción de los episodios depresivos de los sujetos estudiados y menos efectos secundarios en comparación con aquellos asociados con algunos antidepresivos farmacéuticos».

En caso de insomnio triptófano, y 5-HTP, tomado antes de acostarse es beneficioso para mejorar la calidad del sueño; también ayuda a quienes tienen desórdenes en los patrones del sueño: «La serotonina es un precursor de la melatonina, una hormona promotora del sueño que está involucrada en el establecimiento del ciclo circadiano sueño-vigilia». Iturrioz destaca su efecto antiansiedad y tranquilizante («Alcanzado al elevar la serotonina cerebral, un potente relajante cerebral y del sistema nervioso»), así como la utilidad de 5-HTP en caso de comportamiento agresivo y trastornos obsesivo-compulsivos o alimentarios como bulimia y anorexia, alteraciones en las que suelen estar deprimidos los niveles de serotonina en el cerebro.

En relación a su papel como reductor del apetito, García Iturrioz sostiene que cuando se realiza una dieta de control del peso se produce una fuerte caída de los niveles de triptófano y de serotonina en el SNC, situación que se asocia con un mayor deseo o necesidad de ingerir carbohidratos: diversos estudios clínicos con personas obesas han demostrado, asegura, un descenso en la ingesta dietética y la subsiguiente pérdida de peso tras la suplementación con 5-HTP.

Por último, Iturrioz señala su utilidad como analgésico en migraña y dolores de cabeza crónicos o recurrentes, artritis reumatoide y fibromialgia. Triptófano, que aumenta la actividad de las endorfinas y es precursor del neurotransmisor serotonina que mitiga la percepción del dolor, es un aminoácido por lo general deficiente en caso de artritis reumatoide: «El aporte de triptófano reduce el nivel de dolor en quienes la sufren de forma aguda y crónica». Del mismo modo, los niveles de triptófano en plasma y suero pueden hallarse disminuidos en el caso de fibromialgia: «En varios estudios, quienes ingirieron 5-HTP refirieron reducción significativa de los puntos hipersensibles y de la intensidad del dolor subjetivo y mejorías significativas en la rigidez muscular, los patrones del sueño, la ansiedad y la fatiga». Iturrioz desaconseja su uso si se toman fármacos antidepresivos o tranquilizantes, pues puede tener efectos aditivos, así como precaución si se toma hipérico.

Según Arantzazu Gorostiza , Licenciada en Biología, son fuentes de triptófano las proteínas de origen animal, huevos y leche, pescados y carnes, y en menor medida los cereales integrales, por lo que, junto con los sometidos a niveles altos de estrés, tienen mayor riesgo de deficiencia quienes siguen una dieta vegetariana estricta, sin huevos ni productos lácteos. El metabolismo del triptófano requiere, además, niveles adecuados de vitamina B6 y magnesio. Afirma que se ha demostrado la influencia directa de la ingesta dietética de triptófano en la cantidad de serotonina en plasma, cerebro y todo el cuerpo, hecho muy relevante por la implicación de serotonina en el control de la sensibilidad dolorosa, regulación del sueño, posición y tono postural, presión arterial y respiración, actividad de los ganglios basales, regulación endocrina y diversos estados afectivos como depresión y euforia, estados psicóticos y ansiedad. Añade que recientemente se ha descubierto que el cerebro masculino produce más serotonina que el femenino, lo que podría explicar por qué la depresión, anorexia, bulimia o migraña, afectan más a las mujeres que a los hombres.

Los doctores Arthur J. Roberts y Mary E. O’Brien afirman que se promueven suplementos de 5-HTP para tratar o aliviar diferentes trastornos (alimentarios, obsesivo-compulsivos y del sueño, migrañas, obesidad, fibromialgia, depresión y otros problemas de conducta) y como alternativa a medicamentos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: «Estos fármacos aumentan los niveles de serotonina bloqueando la recaptación de la sustancia por parte del nervio, mientras que 5-HTP actúa incrementando la producción corporal de serotonina».

MASTER AMINOACID PATTERN

El Dr. Maurizio Lucá-Moretti diferencia entre proteína no digerible («Se elimina a través de las heces y es inútil nutricionalmente») y la proteína alimentaria que se digiere («Hidrolizada a través del tracto gastrointestinal, libera sus aminoácidos constituyentes en el intestino medio o delgado») siguiendo dos vías, anabólica (cuyo resultado son los «precursores de la síntesis proteica corporal, no sólo celular», dotados de dos características positivas: «Alimenta al individuo y no origina catabolitos nitrogenados o toxinas metabólicas que deben eliminarse a través de hígado y riñones») y catabólica, sin síntesis proteica y que sí origina catabolitos nitrogenados.

Por considerar obsoleto el concepto de utilización neta para dar el valor nutricional de una proteína, se refiere a la utilización neta de nitrogenados (NNU) o el tanto por ciento que se anaboliza de una proteína: «El NNU de una proteína es inversamente proporcional a las calorías y catabolitos nitrogenados que origina». Así, la proteína de la leche de vaca tiene 16% de NNU y 84% de catabolitos nitrogenados, la de soja 17% y 83% respectivamente, la caseína 16% y 84%: «Todas las proteínas alimentarias del mercado tienen un valor nutricional en términos de NNU muy bajo, un aporte proteico insuficiente, un bajo nivel de proteína en sangre, que origina niños gorditos e hinchaditos porque no tienen una buena masa muscular».

Lucá-Moretti afirma que tras 21 años de estudios clínicos en el Instituto que preside y del que es director de investigación (International Nutrition Research Center, en Estados Unidos), se llega al Master Aminoacid Pattern (MAP), formulación de 8 aminoácidos esenciales cristalinos purificados (Fenilalanina, Isoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Treonina, Triptófano y Valina), calculados hasta los miligramos, que son anabolizados dentro del organismo y que tiene un 99% de NNU y un 1% de catabolitos nitrogenados: 10 g. de dicha formulación equivalen a unos 350 g. de carne, pescado o pollo, que requieren entre 4 y 6 horas de digestión, y a unas 1.000-1.500 calorías (kcal), mientras que esos 10 g. de aminoácidos no necesitan ser digeridos porque es ya una proteína digerida, pasados 23 minutos desde su ingesta se encuentran en el torrente sanguíneo, y proporcionan 0,4 kcal: «Se proporciona una alimentación con el menor volumen y peso, y con la menor cantidad de calorías y catabolitos, sin contraindicaciones ni efecto secundario alguno».

Añade que MAP es el único alimento incluido en las PDR (Physician Desk Reference, tablas de referencia médica de Estados Unidos, los demás productos que contienen son medicamentos pues para incluirlos es necesario un mínimo de 7 años de información clínica) y que se utiliza en los hospitales.

Como apoyo nutricional proteico y por originar un 1% de catabolitos frente a la media del 68% de los alimentos, la fórmula MAP puede ser útil en insuficiencia renal («Incapacidad para eliminar urea, que aumentará su nivel») y hepática («Incapacidad para metabolizar amoníaco, que aumenta su nivel en sangre»), diabetes («Bajo supervisión profesional, MAP puede disminuir o normalizar el nivel de hiperglucemia, sea o no insulinodependiente»), durante la gestación («Siempre hay sobrecarga renal, retención hídrica y muchas veces anemia») y ante catabolismo aumentado, cáncer y sida («Apoyo para mejorar la calidad de vida en situaciones en que se pierde 300-400 g. diarios de células que no pueden reponerse con alimentos naturales y cuando además se tiene inapetencia y problemas gastrointestinales»).

De igual manera, en anorexia, bulimia y desnutrición o malnutrición, personas clínicamente desnutridas a pesar de presentar parámetros analíticos «normales» («Con pérdida de masa muscular y de células de órganos internos, de hasta un 70%, y reducción del nivel sanguíneo y pellejo colgando: el SNC reduce el número de células para mantener la funcionalidad y el corazón reduce el volumen sanguíneo»), anemia por deficiencia de hierro en la sangre de niños y ancianos asociada a malnutrición («MAP aumenta la hemoglobina de 3 a 5 veces»), cardiopatías («Mientras peor sea el estado de salud, más aconsejable es la sustitución proteínica» por MAP) y vegetarianos, sobre todo religiosos que no van a modificar su alimentación: «Para tener valores normales u optimales de proteína».

También puede ser beneficioso MAP durante la quimioterapia: «Para mantener la dosis necesaria de quimioterapia, que produce fuerte destrucción de células sanas, que deben sintetizarse». A la cuestión de qué ocurre con las células cancerosas al optimizar la síntesis proteica, Lucá-Moretti responde que: «Las células cancerosas tienen una reproducción de 200 a 400 veces más rápida que las normales. Si no se alimenta desde fuera a las células cancerosas, se alimentarán desde dentro, harán más daño a la persona y la destruirán más rápidamente». Únicamente no puede ingerirse MAP cuando la persona no tiene intestino delgado y sólo admite alimentación parenteral: «Sí es posible su administración, en forma de tabletas pulverizadas, si no hay estómago, en enfermedad de Crohn y graves afecciones gastrointestinales o con vómitos».

Ejercicio físico y edad avanzada

El International Nutrition Research Center destaca entre otras dos situaciones especialmente indicadas para la ingesta del MAP, en ambos casos junto con una dieta bien balanceada: el ejercicio físico y la tercera edad.

Durante la actividad física, el uso del MAP permite, con menos de media caloría diaria, optimizar la síntesis proteica corporal, maximizar la fuerza, la resistencia y el volumen muscular, fortalecer y afirmar los tejidos corporales como piel o músculos, y minimizar el tejido adiposo y el período de recuperación después de la actividad física.

El Dr. Lucá-Moretti señala que con la edad disminuye la funcionalidad renal para eliminar catabolitos nitrogenados producto de la digestión de las proteínas –«Con 70 años se retiene sólo 1/3 de la funcionalidad renal de cuando se era joven»–, lo que choca con el requerimiento nutricional de 1g. de proteína / kg. de peso corporal. La solución adoptada tanto clínicamente como a nivel individual por la propia persona, disminuir la cantidad de proteínas en la alimentación, origina pérdida de masa muscular y de funcionalidad a nivel de órganos internos.

Según un estudio realizado recientemente en Estados Unidos con 32.000 personas mayores viviendo en Residencias con régimen de bufé libre y continuo, en las que pueden comer a cualquier hora que quieran, un 62% de residentes tenía malnutrición grave porque no comían, asociada con anemia, inmunodeficiencia (resfriados, bronquitis, neumonías, …) y fuerte disminución de la masa muscular («Un 35% como media»), en una realidad que es vista como algo natural y propio del envejecimiento. Para Lucá-Moretti la falta de masa muscular es causa de una atrofia muscular que comienza con el arrastre de las piernas y prosigue después a nivel de inspiración y respiración, con implicación de los mismos músculos que en la defecación, llegando a originar estreñimiento («Porque no logran pujar») a pesar de tener heces normales.

Lucá-Moretti considera que el cuadro descrito está causado principalmente por malnutrición y que es reversible. A tal fin, el Instituto que dirige ha diseñado un programa de 5 semanas de ejercicios con una silla cuya realización es posible en cualquier lugar sin ocasionar daño alguno al anciano y con el que, además de recuperar masa muscular, mejora la respiración, la deambulación, el estreñimiento y la anemia.

Junto con la toma de 5 comprimidos diarios de aminoácidos con la fórmula MAP, en la 1ª semana la persona se sienta y se levanta 5 veces por la mañana y 5 veces por la tarde: «Lo hace respirando e inspirando lentamente, para recobrar los músculos de la respiración y mejorar tanto la respiración como la defecación». La 2ª semana lo hace 10 veces por la mañana y 10 veces por la tarde, 15 veces por la mañana y por la tarde en la 3ª semana, 20 en mañana y tarde de la 4ª semana, para levantarse 25 veces por la mañana y 25 por la tarde en la 5 ª semana: «En cinco semanas, siguiendo con cinco comprimidos diarios y sin modificar la dieta, no arrastra las piernas, defeca y respira mejor. También mejora el sistema inmunitario, hasta conseguir en tres meses un sistema inmunitario normal. Es posible para los ancianos recobrar masa muscular, también con 90 años, especialmenmte bajo supervisión médica», asegura Moretti.

Como colofón se transcribe, textualmente, la conclusión del Estudio comparativo de la utilización de aminoácidos anabolizados , recogida en la separata de los Anales de la Real Academia Nacional de Medicina de Madrid, cuaderno 2º del tomo CXV de la X sesión científica de 21 de abril de 1998:

«Los resultados comparativos de este estudio doble ciego y triple cruzado, han confirmado el descubrimiento del Master Aminoacid Pattern (MAP), o sea de la fórmula aminoacídica ideal para la nutrición humana, única en inducir una utilización de aminoácidos anabolizados (UAA) equivalente al 99%, o sea que el 99% de sus aminoácidos constituyentes actúan como precursores de la síntesis proteíca del organismo. Esta UAA es mayor que la de cualquier proteína alimentaria conocida, inclusive que la de la proteína del huevo de gallina, hasta ahora oficialmente considerada la proteína de mayor valor biológico. Los resultados comparativos han demostrado que MAP induce una utilización de aminoácidos catabolizados (UAC) equivalente al 1%, o sea que solo el 1% de sus aminoácidos constituyentes originan energía y catabolitos nitrogenados. Esta UAC es la menor en comparación a la de cualquier proteína alimentaria conocida. Como resultado, MAP provee solo 0,4 Kilocalorías por gramo…».

«… Se puede concluir también, que el descubrimiento del MAP permite calcular, por primera vez, en forma exacta y específica (con un margen de error inferior al 1%), en cada proteína alimentaria, su UAA específico, o sea, su porcentaje de aminoácidos anabolizados que actúan como precursores de la síntesis proteica corporal, y su UAC específico, o sea, su porcentaje de aminoácidos catabolizados que proveen energía y originan catabolitos nitrogenados».

DOCUMENTACIÓN UTILIZADA

– Seminario «Nutrición óptima de aminoácidos y proteínas», Mikel García Iturrioz, Madrid, octubre de 2004.

– Mikel García Iturrioz: Guía completa de aminoácidos y proteínas, Madrid, 2004.

– Michael Murray y Joseph Pizzorno: Enciclopedia de Medicina Natural, Tutor, Madrid, 1997.

– Arthur J. Roberts y Mary O’Brien: Enciclopedia de la Medicina Ortomolecular, Robin book, Barcelona, 2003.

– Richard Firshein: La revolución de los farmanutrientes, Edaf, Madrid, 2001.

– Instituto INCA: N-Acetil Cisteína: el gran protector, Info-Inca 6, San Sebastián, Guipúzcoa, 2003.

– Cala H. Cervera: Cuando la hipoglucemia reactiva se disfraza de ataque de pánico, Info-Inca 4, San Sebastián, Guipúzcoa, 2002.

– Felipe Hernández: Comprender lo incomprendido. Trastornos del apetito, 3ª parte, Info-Inca 3, San Sebastián, Guipúzcoa, 2002.

– Arantzazu Gorostiza: Triptófano, Vía Natural 23, Barcelona, 2005.

– Seminario «La fórmula de aminoácidos ideal para la nutrición humana», Maurizio Lucá-Moretti, Madrid, noviembre de 2004.

– Diccionario terminológico de Ciencias Médicas, Masson, Barcelona, 1998.

(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 146/147/148/149/150, marzo, abril, mayo, junio, julio-agosto de 2005)