Algunos aliados del organismo ante el invierno y las fiestas

Sobre el azúcar

El azúcar que no está refinado contiene una mezcla de diversos minerales (calcio, flúor, magnesio, manganeso, hierro, ácido silícico, fósforo) … Nuestros niños, que consumen azúcar blanco desnaturalizado, consumen simples edulcorantes sin minerales, de tal manera que se altera globalmente el metabolismo mineral llegándose a ocasionar una deficiencia de vitaminas y minerales. Otros productos de escaso valor nutritivo, como la harina blanca y el arroz blanco, refuerzan todavía más esta grave situación. (Alfred Vogel: El pequeño doctor. Guía de consejos útiles para mejorar su salud, Ars Médica, Barcelona, 1997).

De manera casi unánime se admite la relación de la alimentación con diversas dolencias, molestias y afecciones (digestivas, hepáticas, estreñimiento y dolores de cabeza). El período festivo navideño no tiene por qué significar que nuestro organismo se resienta de excesos cometidos en nombre de la felicidad. Algo similar expresa el refranero popular («De buenas cenas están las sepulturas llenas»).

Lo cual no significa que deba nadie privarse de los sabores y propiedades de turrón, mazapán, bombones o polvorones. Para quienes no puedan o no quieren tomarlos con azúcar blanco refinado, herbolarios y centros de dietética ofrecen estos productos elaborados, bien con azúcar integral, bien con otros edulcorantes de fácil asimilación por el organismo, fructosa por ejemplo. La variedad y riqueza de sabores están garantizadas, al igual que la calidad de los productos con los que se elaboran.

Como además de las fiestas también el invierno es una realidad del momento, al menos en el contexto geográfico europeo, conviene reforzar las defensas del organismo para prevenir o ayudar al sistema inmunológico en procesos que afecten a las vías respiratorias, broncopulmonares, catarros, etc.:

Equinácea es una planta inmunoestimulante que activa la formación de leucocitos, bacteriostática que impide que se extiendan las infecciones y que favorece la curación de las heridas. Además de sus propiedades antiinflamatorias y digestivas, resulta muy útil en el tratamiento complementario de gripe, resfriado común, faringitis, rinitis, sinusitis, bronquitis.

Tomillo está indicada en afecciones respiratorias (catarro, gripe, faringitis, tos irritativa, amigdalitis, bronquitis, asma, enfisema) y digestivas (digestiones lentas, meteorismo, …); su esencia posee, entre otras, propiedades tonificantes, expectorantes, antisépticas y diuréticas.

Vitamina C, que es antiviral y antibacteriana, tiene también un reconocido papel en la mejora del sistema inmune, especialmente en relación con la prevención y el tratamiento del catarro común.

Para ayudar a afrontar las digestiones lentas y pesadas, el hinchamiento producido por comidas demasiado generosas, la pesadez de estómago y flatulencias y estreñimiento, contamos con diversas plantas y complementos dietéticos:

Anís : destacan su acción aperitiva, carminativa y digestiva, expectorante y antiséptica, indicada además en lactancia para estimular la secreción láctea.

Hinojo : de efecto carminativo al estimular la motilidad gástrica, ayuda a una buena digestión y es también antiséptico, mucolítico y expectorante, así como un buen diurético. Contraindicado en hiperestrogenismo.

Regaliz : ejerce una acción antiácida y antiulcerosa, digestiva, carminativa y antibaceriana, por lo que es aconsejable en meteorismo y estreñimiento, así como en bronquitis y asma. Contraindicada en hipertensión arterial y diabetes.

Manzanilla amarga: tónico estomacal, digestiva y carminativa, colagoga, antiséptica y antiparasitaria. Indicada en meteorismo, flatulencia, espasmo gastrointestinal, colecistitis y jaquecas de origen hepatobiliar.

Enzimas digestivas: presentes en diversos preparados dietéticos así como en papaya (contiene una mezcla de enzimas, entre las que destaca la papaína, que ayudan a conservar y regenerar la flora intestinal y son útiles en dispepsia —digestión laboriosa e imperfecta— y parasitosis intestinal) y piña por ejemplo (enzimas y fermentos digestivos con propiedades antiinflamatoria, hipolipemiante y antiagregante plaquetario, diurético y vitamínico de gran valor nutritivo. El corazón de piña tiene gran contenido en fibra, con acción saciante y ligeramente laxante).

Como a pesar de todo es posible que el hígado soporte una sobrecarga de alcohol y otras sustancias nocivas, bueno será protegerle y en su caso ayudarle a que pueda realizar una depuración:

Boldo : planta de amplio uso popular sobre todo en Sudamérica, tiene una acción hepatoprotectora, aperitiva, digestiva, colerética, colagoga, fungicida y diurética.

Cardo mariano: es aperitiva, colagoga (favorece la secreción biliar), hepatoprotectora, digestiva, hemostática, venotónica y diurética. Contraindicada en hipertensión arterial.

Desmodium: planta que crece salvaje en África y Brasil, favorece la normalización de las transaminasas, previene la cirrosis, estimula el apetito y reduce las náuseas, hace desaparecer varios síntomas hepáticos, es colerético y colagogo, y posee propiedades béquicas (contra la tos), favorecedoras de la digestión y antiespasmódicas. Indicada en estreñimiento y dolores de cabeza de origen hepático, y en alteraciones digestivas (digestiones lentas, hinchazón, eructos y flatulencias).

Bibliografía de consulta recomendada:

– «Plantas medicinales. El Dioscórides renovado». Dr. Pío Font Quer. Labor, Barcelona, 1998.

– «Enciclopedia de Medicina Natural». Michael Murray y Joseph Pizzorno. Tutor, Madrid, 1997.

– «Fitoterapia. Vademecum de prescripción», Masson, Barcelona, 1998.

(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 77, diciembre de 1998)