Capital-Sanitarismo, biopoder estatal y el negocio de la gripe

Después que pase la pandemia las causas sociales de la enfermedad van a seguir intactas. ¿Por qué? Porque el control poblacional, su regulación y eliminación, resulta una política del Estado-Capital. Un biopoder para normalizar la vida y la muerte de la clase peligrosa del pobretariado. Una [bio]política del Estado genocida.

Pero como ahora el Capital está en plena crisis económica necesita nuevas fuentes de ganancias. Y exageran el impacto de las enfermedades -como la influenza- para después facturarte $110 (u$s30) el antiviral. Por el remedio se quedan con el 10% de un salario mínimo. Otra forma de plusvalía. Los patrones son miserables, pero no tienen un pelo de zonzo.

¿Y los medios masivos de comunicación del Capital? Ellos, ¡Están de fiesta! Encontraron un nuevo mecanismo para psicopatear y aterrorizar a la sociedad. ¡Que se recluya la multitud!, ¡Esa es la consigna! No sea cosa que se reúna y piense colectivamente las soluciones que necesita para combatir a los empresarios y a la oligarquía política.

La operación del Estado-Capital es a dos puntas. Un mecanismo de biopoder para intervenir poblacional-mente, extensamente sobre la vida, y en el camino facturar el Capital-Laboratorismo. Un dispositivo estatal para contrarrestar el peligro de la ‘enfermedad’ social de la rebeldía. Un biopoder contra la biopolítica emancipante de la multitud.

Gripe = Terror + Lucro = Estado + Capital-Sanitarismo = Biopoder

Patrones, políticos y mass media, denuncialos a todos. Son repugnantes expoliadores, manipuladores y simuladores de la vida.

Carceleros de la libertad, nobleza democrática y propaladores del pánico al otro. Para ellos el enemigo es el anormal y el morocho, el pobre y el enfermo. Como ayer eran los comunistas, los guerrilleros y subversivos. Y mañana serán los revolucionarios tratados como terroristas.

Fracasaron con la cruzada por la inseguridad y ahora machacan con una enfermedad por temporada. En verano es el dengue y en invierno la gripe. Copian a Hobbes, pero no estamos en la época del ‘Nombre de la rosa’ sino en la era de la inteligencia general multitudinaria. Y con ella la internet y todos los dispositivos postfordistas de denuncia y resistencia, lucha y organización.

No te asustes. El poder tiene miedo y lo proyecta sobre vos.

Salud y Comunismo.

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(8 de julio de 2009)