Cómo Combatir las Técnicas de Control Mental de las Sectas, de Steven Hassan

«Dedico este libro a las personas de todo el mundo que alguna vez se han visto privados de su libertad, con la esperanza de poder aliviar sus sufrimientos» Steven Hassan.

Índice

Agradecimientos: Steven Hassan.

Prólogo: de Margaret T. Singer.

Capítulo 1: Asesoramiento en abandonos: los antecedentes.

Capítulo 2: Mi vida en la Iglesia de la Unificación .

Capítulo 3: La amenaza: las sectas de control mental en la actualidad.

Capítulo 4: Comprender el control mental.

Capítulo 5: Psicología de la secta.

Capítulo 6: Evaluación de las sectas: cómo protegerse a uno mismo.

Capítulo 7: Asesoramiento en abandonos: libertad sin coacción.

Capítulo 8: Cómo prestar ayuda.

Capítulo 9: Cómo vencer el control mental de una secta.

Capítulo 10: Estrategias para la recuperación.

Capítulo 11: El siguiente paso.

Apéndice: Los ocho criterios de Lifton sobre el control mental.

Prólogo

El teléfono sonaba con insistencia. El reloj marcaba las 4.30 de la mañana. Resultaba muy difícil comprender lo que el reportero de The Berkeley Gazette me decía por el auricular: “Margaret, odio tener que molestarte tan temprano, pero acabamos de enterarnos de que Jim Jones ha decidido apretar el gatillo allá en Guyana. Me he pasado toda la noche en una casa de Berkeley hablando con ex miembros del Templo de la Gente y con parientes de las personas que están en Jonestown. Aquí hay una madre cuyo marido y su hijo de doce años están allí, y se encuentra desesperada.

No sabemos si están todos muertos o si hay supervivientes. Ya sé que te dije que no atendieras a ex miembros del Templo de la Gente por el peligro de las amenazas que los llamados de Jones profieren contra los antiguos miembros, pero estas personas necesitan hablar contigo y recibir ayuda por lo que ha sucedido”.

Ya amanecía cuando subí los peldaños vigilados por sombríos policías de Berkeley, puestos en estado de alerta ante el temor de que Jones hubiera dado «órdenes» a los miembros de la zona para acabar con los desertores cuando decidiera el final de la «noche blanca», nombre que había dado al momento, tantas veces ensayado, en que dispondría que todos sus seguidores se envenenaran.

El reportero, mi hijo (que también es periodista) y unos cuantos oficiales de policía me habían advertido que no ofreciera mis habituales servicios gratuitos de consulta a los ex miembros del Templo de la Gente, a pesar de que desde hacía mucho tiempo yo ofrecía estos servicios a antiguos miembros de sectas. Al parecer, Jones utilizaba a sus «ángeles» para vengarse de sus seguidores que le hablan abandonado y de quienes les habían ayudado.

La mujer cuyo marido e hijo fueron identificados entre los muertos de Jonestown era sólo una entre muchos. Pasé horas y días en reuniones y charlas con diversos supervivientes que regresaban desde Guyana al área de Bay e intentaban rehacer sus vidas después del holocausto guyanés. Estaban el abogado Tim Stoen y su esposa Grace, cuyo joven hijo había sido mantenido cautivo por Jones y asesinado en Jonestown. Estaban los miembros del equipo de baloncesto que habían escapado de los suicidios y asesinatos en masa. Estaba la niña de nueve años que había sobrevivido a pesar de que una mujer le cortó la garganta antes de suicidarse en Georgetown, Guyana, siguiendo las órdenes de muerte masiva impartidas por Jones. Estaba Larry Layton, reclamado por los tribunales de dos países bajo la acusación de matar al representante Leo J. Ryan y a otras personas en el aeropuerto de Guyana en cumplimiento de las órdenes de Jones.

Empecé a trabajar con ex miembros de sectas unos seis años antes de los sucesos de Jonestown, y continúo haciéndolo en la actualidad. He prestado atención psicológica a más de 3.000 personas que estuvieron en sectas. He escrito sobre este trabajo y he hablado con grupos de legos y profesionales de muchos países acerca de los programas de modificación de pensamiento, programas de adoctrinamiento intensivo, sectas y temas afines.

Mi interés por los efectos de los programas de modificación de pensamiento comenzó cuando trabajé en el Instituto de Investigación del Hospital Militar Walter Reed después de la guerra de Corea. En aquel entonces conocí y colaboré con Edgar H. Schein, doctor en Filosofía, Robert J. Lifton, doctor en Medicina, y Louis J. West, doctor en Medicina, pioneros en el estudio de los efectos de los programas de adoctrinamiento intensivo. Yo me dedicaba a los estudios de seguimiento de los ex prisioneros de guerra. Entrevisté a soldados que durante mucho tiempo fueron prisioneros de los chinos, y participé durante varios años en gran parte de los programas de modificación del pensamiento conceptual. Al igual que Steve Hassan en este libro, he descrito en reiteradas ocasiones las necesidades específicas de las personas que han sido sometidas a dichos programas y he insistido en la falta de conocimientos de la mayor parte de los ciudadanos y profesionales de la salud mental sobre los procesos, efectos y consecuencias de estar sometido a programas de modificación de pensamiento.

Steve Hassan ha descrito clara y convincentemente cómo se induce el control mental. Ha incluido sus experiencias personales en una secta y los conocimientos prácticos que ha adquirido a lo largo de doce años de asesoramiento a personas que se hablan encontrado en situaciones de control mental, junto con las teorías y conceptos de la literatura científica. El libro está vivo gracias a los ejemplos tomados de la vida real.

Por primera vez, un experto en ayuda para abandonar las sectas describe paso a paso los métodos actuales, las secuencias y las directrices de su trabajo y de cómo actúa con las familias y las personas sometidas a control mental. Se basa en diversos trabajos académicos en los campos de modificación de pensamiento, persuasión, psicología social e hipnosis para ofrecernos el marco teórico de cómo se consigue el control mental.

La asesoría para abandonar las sectas es una profesión nueva, y Steve Hassan explica la clase de consejos éticos y educativos que él y otros como él han desarrollado. Ha empleado mucho tiempo y toda su capacidad literaria y sus conocimientos para conseguir que este libro fuera una contribución muy importante al tema. El lector es llevado desde los primeros contactos telefónicos de Steve con familias desesperadas hasta el resultado final de sus intervenciones. Estas técnicas y tácticas de asesoramiento están social y psicológicamente bien desarrolladas. Son éticas y contribuyen a la consecución de la madurez. Pese a ser cada vez más necesarios, son muy pocos los consejeros que están de verdad bien preparados y cuentan con la experiencia adecuada. No ofrecen lo que psicólogos y psiquiatras garantizan, ni tampoco pueden reemplazar a éstos o a otros profesionales de la salud mental. El asesoramiento en abandono de sectas es un campo especial que requiere conocimientos, técnicas y métodos específicos, así como un alto grado de habilidad.

Este libro tendrá una gran resonancia. Cualquiera que tenga un familiar o un amigo que se haya comprometido con un grupo que emplea procedimientos de control mental lo encontrará útil. También será de provecho para cualquier individuo, pues muestra lo vulnerables que somos todos a las influencias y advierte que el control mental no es un mito sino que existe en realidad.

Debemos prestar atención al potencial destructivo y al terrible impacto que la utilización del control mental por parte de grupos con motivaciones egoístas pueden tener en muchos sectores de la sociedad. Este libro satisface una necesidad y es merecedor de una amplia audiencia.

Margaret T. Singer, Ph. D.

Profesora Adjunta, Departamento de Psicología

Universidad de California, Berkeley, California

Galardonada con el Leo J. Ryan Memorial Award.


Jim Jones y matanza en Jonestown 1/2 (1978)

En Gran Bretaña, el Opus se ve obligado a mantener un perfil bajo luego de las revelaciones que hiciera John Roche, ex director de la organización y profesor de la Universidad de Oxford. En 1981, Roche publicó en The Times un duro alegato contra el Opus, junto a varios documentos secretos como prueba. Calificándolo de «iglesia dentro de la iglesia» y de «psicológicamente peligrosa para sus propios miembros«, Roche cita artículos de Crónica donde se proclama que «la iglesia Católica se ha alejado de su camino original» y que «el deber del Opus Dei consiste en difundirse por el mundo por todos los medios. No hay otra forma de salvación«.

(…)

En Lovaina el Opus perdió la batalla, gracias a la tenacidad del vicerrector, el padre Gabriel Ringlet. Este sacerdote se negó a renovar el contrato de alquiler de dos residencias para estudiantes abiertas en el campus por el Opus y le prohibió distribuir sus publicaciones mientras siguiera ocultando su identidad. La decisión fue tomada por unanimidad por el consejo administrativo de la Universidad. El padre Ringlet explica que «el Opus apunta sólo a la élite de la sociedad, lo que resulta inadmisible para nuestra Universidad. No reconozco en ella mi fe. La búsqueda de la perfección encierra algo muy orgulloso y malsano. No puedo aceptar una religión que lava más blanco que el blanco … ¡el color de los sepulcros! Porque al final de ese camino encontramos siempre la exclusión, el racismo. En estos tiempos de avance de la extrema derecha, todas las precauciones son pocas contra las dictaduras espirituales«.

Opus Dei – Una cruzada silenciosa 1/9

Opus Dei – La vocación explicada por los niños del club

La Iglesia Católica, que antaño llenaba de niños sus Seminarios, decidió no hace mucho que nadie podría entrar en religión antes de los dieciocho años. Es un precepto que acomoda la edad vocacional a la mayoría de edad civil. Es también un reconocimiento de que la vida se ha alargado y de que, ya que duramos hasta casi los ochenta años, no hay que tomar decisiones definitivas demasiado pronto. Algunos expertos sostienen incluso que los curas deberían ordenarse ya mayores y casados como en la primera Iglesia, de ahí la palabra presbítero, etimológicamente anciano, con las pasiones enfriadas y experiencia suficiente para aconsejar a los demás.

Sin embargo los directivos del Opus Dei piensan todo lo contrario y fomentan el que niños y niñas puedan ingresar en la organización a los catorce años y medio. La norma eclesiástica se elude nombrándoles aspirantes aunque ya desde el principio están moralmente comprometidos a una vida muy estricta de pobreza, castidad y obediencia. La decisión ha sido protestada por más de un obispo, como el difunto cardenal Hume de Londres que la prohibió en su diócesis, pero sigue vigente en la praxis opusdeista con la aprobación tácita del Vaticano.

La medida es fruto del fracaso proselitista del Opus en el mundo universitario y se beneficia de un cambio estratégico en la historia de la organización. Al principio Escrivá rechazó con vehemencia tener centros de enseñanza propios. Hoy es la principal actividad de la organización. Los colegios del Opus son elitistas, tienen una ideología ultraconservadora y no son mixtos. Pero, gracias a ellos, consiguen vocaciones. Confesores y profesores actúan de consuno para captar adeptos entre los alumnos, en una especie de olimpiada de pederastía espiritual que les llena de satisfacción. Lo que más ambiciona un miembro del Opus es conseguir reclutar a otros.

La organización mantiene una red paralela de clubs infantiles donde echan también la caña de pescar, un símil que utilizan los del Opus en sus canciones caseras, para conseguir que los niños muerdan el anzuelo. Así lo cuenta Lala, una antigua encargada de club:

Hace poco me he mudado de casa y entre los libros que metí en cajas aparecieron antiguas agendas personales de los últimos años que estuve en el opus dei. Lo más curioso es que apareció también, yo ni lo recordaba, un cuadernito de anillas donde tenía apuntadas cosas del club que yo llevaba junto con otras. Estábamos empezando con el club y teníamos un número bastante majo de niñas de 8-9 a 14 años. El caso es que al mirar el cuadernito y ver lo que estaba escrito, me di cuenta de que todo estaba planeado, cómo captar la atención de las niñas para que fueran por el club, al principio sólo por diversión (con fiestas, montar la casa del terror, festivales de canciones …) y, poco a poco, mediante charlas de 10 minutos aproximadamente, irlas captando. Las niñas enseguida se encariñan con la típica monitora rubia, de ojos azules, que lo mismo toca la guitarra, el piano, da una clase o juega con ellas. Ése es el gancho. En este caso yo. El gancho para las niñas en esa edad es una chica joven de unos 18-20 años, mona, que les caiga bien, entonces ya tienen a quien querer parecerse de mayores, y no te cuento nada si la chica, después de tenerlas ensimismadas, les explica que ella ha entregado su corazón a Dios, y que si Dios te lo pide tienes que ser generosa.

Claro, a partir de ahí las niñas empiezan a preguntar como si fuera el descubrimiento del siglo, y a querer imitarte. Las de 14 enseguida desaparecieron del club pero las de 10, 11 siguieron. Cuando tenían 12 y 13 años estas mismas, ya se confesaban, hacían un ratito de oración, rezaban, en principio todo lo normal de una buena cristiana, pero claro con 12-13 añitos … ya se planteaban si Dios les pidiera algo más … ¿que pasaría? cuando lo normal es que una niña con 13 o 14 años esté pensando en fulanito o menganito. Yo ni siquiera me había dado cuenta de semejante maquinación, porque cuando estás dentro lo que más deseas es que la gente se acerque a Dios como sea, en este caso a través de la Obra. En el cuadernito que encontré se reflejaba todo lo que comentábamos en las reuniones de las que llevábamos el club, con objetivos a conseguir con las niñas. Una de las páginas del cuadernito me llamó especialmente la atención. Fue la última página que escribí antes de dejar el opus dei. Hablaba sobre la amistad. Cada mes se hacía una cosa distinta. Ese mes todo tenia que ir dirigido a la amistad. El objetivo era hacernos amigas de las niñas y que las niñas creyeran de verdad que éramos sus mejores amigas. Claro, así te lo cuentan todo. Yo me negué a contar lo que me contaban las niñas, y esa semana me enteré de cosas que no sabía, de la contabilidad, por una reunión que tuvimos con la directora. Es decir, que a final de mes se mandan unos papelitos a las delegaciones del opus dei, desde cada centro, con el número más o menos exacto de la gente (en este caso niñas), que se ha confesado, que va a charlas, que viene por el club, que hace oración, posibles pitables (en el opus dei pitar es pedir la admisión) … y ese fué el ultimo día que yo estuve en el club”.

Los niños y niñas así reclutados entran en una burbuja ideológica y costumbrista, opaca, caracterizada por imposiciones y prohibiciones de todo tipo, desde la vigilancia de amistades y lecturas hasta la entrega de dinero y libertades civiles, que se consuma cuando se van a vivir a casas de la organización y se convierten en servidores al detalle de una minuciosa reglamentación donde lo importante, más que la religión, es la disciplina. Es lo que caracteriza al Opus como secta según el estudio realizado por Sharon Classen, en la página web.

Esta página, confeccionada por católicos norteamericanos preocupados por ese proselitismo de menores, ha publicado también una especie de manual preventivo para que los padres de los alumnos de colegios del Opus sepan a qué atenerse.

Los católicos anglosajones, los norteños, están más sensibilizados para denunciar los abusos contra la infancia que nosotros los latinos, los sureños. Ha sido en Norteamérica donde han empezado a quebrar diócesis por los pagos que los Tribunales han ordenado como indemnización a las víctimas de la pederastía eclesiástica que, sin duda, existe también entre nosotros pero con sordina incorporada.

Para los españoles el Opus es algo castizo, algo nuestro, como las corridas de toros o el botijo, y nos hemos acostumbrado a él. La mayoría de los españoles conoce sus características sectarias pero muchas familias, no necesariamente conservadoras, les confían sus hijos asumiendo, en todo caso, que los niños españoles son lo suficientemente avispados como para no caer en esas trampas, como ocurre en la mayoría de los casos. Pero algunos que son atrapados de pequeños sufren mucho para librarse del lazo o terminan siendo unos adultos con problemas psicológicos graves.

Entrevista a Alberto Moncada sobre el Opus Dei

Entrevista al ex numerario del Opus Dei Alberto Moncada que se encuentra en el documental «Opus Dei, una cruzada silenciosa»

… el Opus Dei posee muchas de las características de una secta peligrosa. Sus miembros –que se dividen en dos clases: solteros y casados– se someten a un rito de iniciación secreto. Se jura obediencia al prelado general y a «otras personas autorizadas de la prelatura«. Una vez introducidos deben someterse a lo que se conoce como «normas formativas«, una forma de condicionamiento mental. Ellas incluyen el informe semanal a un «director» que tiene derecho a supervisar todas sus actividades personales y profesionales. Confesarse una vez a la semana con un sacerdote del Opus Dei es prescriptivo. Los solteros consagrados deben llevar cilicios regularmente –un objeto punzante metálico, usado por las comunidades católicas en la Edad Media– y practicar la autoflagelación. A los miembros casados se les estimula para que sus hijos asistan a las escuelas del Opus Dei. Las escuelas sirven como centros de reclutamiento.

Al Opus Dei se le ha acusado de ser una iglesia dentro de la Iglesia. Tiene su propia doctrina, que pretende ser de inspiración divina. Aún más, es la única organización Católica Romana –aparte de la propia Iglesia– que cree que ha sido creada por Dios.

La mayoría de las sectas practican el culto al fundador. En este caso el Opus Dei se ha propuesto tener a Escrivá, que murió en 1975, declarado santo antes del milenio. Pero algunos católicos prominentes han protestado alegando que la canonización debilitaría la credibilidad de la Iglesia. Uno de los teólogos dirigentes de España, Juan Martín Velasco, señaló: «no podemos poner como modelo de vida cristiana a alguien que ha servido al poder del Estado y que ha usado ese poder para catapultar su Obra, que ha dirigido con criterios obscuros –como una mafia de guante blanco– sin aceptar el magisterio papal cuando no coincidía con su manera de pensar«.

(…)

En el frente seglar, el Opus Dei está bien representado en toda América Latina, en donde se ha introducido en todos los ámbitos militares y financieros.

(…)

La suerte del Opus Dei en Europa no ha sido tan decisiva. España es la excepción, donde su influencia política ha retomado considerable fuerza tras la victoria electoral del conservador José Mª Aznar. Un devoto católico cuya esposa está próxima al Opus Dei. El gobierno de Aznar es una red de dignatarios del Opus Dei.

(…)

En Bélgica, Francia, Alemania e Italia, miembros del Opus Dei están bien situados en sectores comerciales y de banca y dentro de la burocracia de los gobiernos. El Opus Dei fue presentado a la aristocracia católica europea por la Reina Fabiola de Bélgica, que emparenta a través de la Casa de Aragón con la rama española de los Borbones. Uno de los reveses más amargos del Opus Dei ocurrió a comienzos de este año cuando una comisión parlamentaria belga puso a la organización en la lista de sectas religiosas peligrosas, proponiendo una legislación para someterla a estricto control [[Todas las citas, de «El poder del Opus Dei«, por François Normand, Le Monde Diplomatique, Número 12, Septiembre 2001.

Fuente: Dossier Librínsula.]], [[Véase también «El fin secreto del Opus Dei«, Iván, 18-07-2007.]].

1/17 Ex-Scientólogos Hablan – Marc Headley 1 – 12 Feb 2010

Seis ex miembros de Scientology revelan nueva información sobre las condiciones de abuso dentro de la Iglesia de Scientology (o Cienciología), incluyendo explotación, desconexión, abuso físico y psicológico, trabajo infantil, y abortos forzados, entre muchas otras cosas. Esta conferencia de prensa, realizada el 12 de Febrero de 2010, coincidió con el aniversario de los dos años del grupo global de Internet de protesta contra la Iglesia de Scientology llamado Anonymous. La conferencia tuvo lugar en el Centro para Investigaciones Steve Allen Theater en Hollywood, California. – Exponentes: Marc Headley (autor de Blown for Good, por 15 años vivió en la Base Internacional de Scientology, donde trabajó 100 horas a la semana por menos de 50 centavos la hora, sufriendo abuso mental y físico. Marc hizo un dramático escape del excesivamente vigilado recinto en Hemet, California, y comenzó una nueva vida con su esposa, quien también escapó), Nancy Many (autora de My Billion Year Contract, cuando estaba embarazada de cinco meses, fue enviada al campo de trabajo y readoctrinamiento de Scientology, donde fue forzada a trabajar 10 horas al día, seguido por cinco horas de estudio, mientras vivía en un garage. Nancy sufrió un colapso mental luego de constantes interrogatorios y confesionarios), Laura Decrescenzo (reclutada por Scientology a la edad de doce años, casada a los dieciséis, quedó embarazada y fue forzada a abortar; el staff de Scientology no tiene permitido tener hijos; desesperada Laura tragó lavandina para ser expulsada por suicida), Jeff Hawkins (pasó 35 años trabajando para Scientology alrededor del mundo, incluyendo el nivel máximo en la Base Internacional, dejó Scientology hace cinco años luego de sufrir golpizas del líder de Scientology, David Miscavige), Will Fry (criado por scientólogos, asistió a una escuela internado de Scientology mientras sus padres trabajaron para la iglesia; siendo adolescente, Will se unió a la Sea Org (Organización del Mar), pero inmediatamente se dio cuenta que se quería ir, escapó después de dos años y medio), Maureen Bolstad (a la edad de 15 años fue engañada para que firmara un contrato para unirse a Scientology como miembro de staff; le prometieron una educación y pago regular, pero en cambio trabajó hasta 20 horas diarias, los siete días de la semana, y desarrolló problemas de salud y emocionales; se le permitió salir después de 3 años de hacerla confesar sus pecados e intenciones malignas), Mark Bunker, moderador (periodista, ganador del premio Emmy, cubre todo lo relacionado con Scientology desde 1997; su website emite videos y comentarios sobre la controvertida iglesia.

(10 de noviembre de 2010)