Grecia: los hospitales, clínicamente ‘muertos’

Hace unos días el ministro de Salud Andreas Loverdos describió los graves problemas que existen en las instituciones sanitarias en diversos lugares y el sombrío futuro de la Sanidad de nuestro país.

En efecto, Loverdos aclaró que «nadie puede garantizar desde el 2013 en adelante que la infraestructura del SNS se mantenga en pie y, según sus estimaciones, ¡no se descarta cerrar el 20% de los hospitales! Esto se traduce en al menos 20 hospitales, cuando al SNS pertenecen alrededor de 132, de los cuales 82 funcionan en forma de cogestión.

Loverdos: ¡Nadie puede garantizar la supervivencia de los hospitales en el año 2013!

Esa toma de postura del ministro de Sanidad llega pocos días antes de las elecciones del 6 de mayo y muestra de la manera más evidente, si no algo más, la trágica situación a la que ha llegado el SNS. «Para el 2012 hay dinero, pero nadie puede garantizar la supervivencia de los hospitales en 2013«, dijo Loverdos y agregó que «si no se reduce la recesión y el desarrollo deseado no llega, pagarán los fondos de seguros y, en última instancia, los hospitales«.

Por su parte, el EOPYY (Organismo Único de Salud) no estará en condiciones de cumplir con sus obligaciones con los hospitales, que tratarán de reclamar al Ministerio de Economía, que, no obstante, será incapaz de pagar.

Por otra parte, el ministro de Sanidad habló de «un número creciente de unidades sanitarias en Grecia, en comparación con las necesidades de la población» y «un sistema anárquico, que ha disparado por las nubes en los últimos años los gastos de salud«.

POEDHN «Colapso total de la sanidad con Loverdos como responsable»

Sin embargo, el ministro no aclaró qué hospitales están en peligro de «cierre», mientras los problemas que prevalecen en ellos se acumulan, sin solución.

Además, se sabe que hace mucho tiempo muchos hospitales funcionan a duras penas, afrontando serios problemas de escasez (desde materiales médicos básicos a escáneres), en el mismo instante en que decenas de camas “adornan” los pasillos de los hospitales hiperconcentrados de la capital.

Además, unos pocos días antes el gerente de la 6ª Zona Sanitaria, Dimitris Catsicópulos hizo un dramático llamamiento de financiación inmediata, de modo que no cerrasen hospitales de su competencia, como los de Corfú, Lefcada y Esparta.

Por su parte, el ministerio dijo que le habían dado dinero y que «no hay motivo de preocupación por el funcionamiento de los mencionados hospitales, así como tampoco de los hospitales de todo el país«.

Paralelamente, hace tiempo, muchos miembros de la Federación Panhelénica de Trabajadores de Hospitales Públicos (POEDHN) han puesto de relieve los problemas de los hospitales, señalando como responsables a cada uno de los dirigentes del Ministerio de Sanidad y en particular a la dirección actual y comentando en relación a ello que «con el señor Loverdos ha llegado el colapso completo de la Sanidad: es la incapacidad en la dirección«.

OENGE: «El señor Loverdos anuncia el «crimen»

Grave es también la reacción de la Federación de Médicos del Hospital (OENGE) en el «escenario de pesadilla» de cierre de hospitales, que predijo el ministro de Sanidad.

Según ha declarado enfáticamente el presidente de OENGE, Dimitris Varnavas, «cuando los médicos advirtieron de que los contratos usurarios llamados memorandos llevaban a la mitad de los hospitales del país al cierre, era el mismo Loverdos quien nos acusaba de demagogia. Ahora él mismo anuncia el crimen que se perpetrará después de las elecciones, si -Dios no lo quiera- sale un cogobierno de memorando«.

Además, Varnavas insiste en que «los hospitales ahora sufren por la afluencia y el EOPYY, esa monstruosidad, ha hecho desaparecer toda pizca de atención primaria» y concluye diciendo lo siguiente: «Por lo tanto, cualquier gobierno que respeta a sus ciudadanos debe fortalecer el sistema público de salud para que responda adecuadamente a las necesidades de la sociedad griega, azotada por el desempleo, la depresión y el suicidio«.

Es indiscutible que Loverdos no es alarmista ni trágico sobre la situación en el SNS, al afirmar la «durísima» verdad: que los hospitales se cerrarán el próximo año. La verdad, sin embargo, es que el bien de la salud pública se ha visto vulnerado más que nunca en la era del Memorándum…

CAS (Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid).

(9 de mayo de 2012)