La Academia de Medicina Ambiental de EEUU reconoce los efectos nocivos de los alimentos transgénicos sobre la salud

En un comunicado de prensa del 19 de mayo [4] la organización médica advirtió que “ los alimentos genéticamente modificados representan un grave riesgo sanitario para las áreas de toxicología y alergia y para la función inmunitaria, la salud reproductiva, metabólica, fisiológica y genética “.

La Presidenta de la AAEM la Dra. Amy Dean afirmó: “ Múltiples estudios en animales probaron que los alimentos genéticamente modificados provocan daños en diversos sistemas de órganos del cuerpo. Con esta acumulación de pruebas, es fundamental implantar una moratoria en este tipo de alimentos para salvaguardar a nuestros pacientes y a la salud pública «.

Puede leerse el documento completo Genetically Modified Foods, de la AAEM sobre los alimentos modificados genéticamente [5]. Lo que sigue es un resumen.

El documento hace un llamamiento para que se adopten inmediatamente las siguientes medidas de emergencia en relación con el consumo humano de alimentos OMG:

– Una moratoria sobre los alimentos genéticamente modificados, aplicación inmediata de medidas de seguridad a largo plazo, ensayos y etiquetado de los alimentos genéticamente modificados.

– Los Médicos deben educar a sus pacientes, la comunidad médica y el público a fin de evitar los alimentos OMG.

– Los Médicos deben considerar el papel de los alimentos OGM en el proceso de las enfermedades de sus pacientes y solicitar la realización de estudios científicos independientes a largo plazo para que se investigue el papel de los alimentos OGM en la salud humana.

Otra directiva de la AAEM, la Dra. Jennifer Armstrong destacó que «probablemente los médicos están viendo los efectos en sus pacientes, pero necesitan saber cómo formular las preguntas correctas. Los alimentos más comunes en América del Norte que se consumen son los OMG que son el maíz, la soja, la colza y el aceite de semilla de algodón«.

El documento afirma además que « varios estudios en animales indican graves riesgos de salud asociados con el consumo de los alimentos modificados genéticamente incluyendo infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento acelerado, desregulación de los genes asociados con la síntesis de colesterol, la regulación de insulina, la señalización celular, la formación de proteínas, y cambios en el hígado, los riñones, el bazo y el sistema gastrointestinal «.

Añaden: «Hay más de una asociación ocasional entre los alimentos modificados genéticamente y los efectos adversos para la salud. Existe la causación, tal como se define según los Criterios de Hill en los ámbitos de la fuerza de la asociación, la coherencia, especificidad, el gradiente y la plausibilidad biológica.
La fuerza de la filiación y de la coherencia entre los alimentos modificados genéticamente y la enfermedad se ha confirmado en varios estudios con animales
«.

«También se apoya la especificidad de la asociación de los alimentos modificados genéticamente y los procesos específicos de la enfermedad. Múltiples estudios en animales muestran una importante desregulación inmune, incluyendo la regulación de citoquinas asociadas con el asma, la alergia, y la inflamación«.

«Los estudios en animales muestran que también se modificó la estructura y la función del hígado, incluyendo alteraciones del metabolismo de los carbohidratos y lípidos, así como cambios celulares que podrían conducir a la aceleración del envejecimiento y posiblemente llevar a la acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS)«.

«Cambios en el riñón, páncreas y el bazo también se han documentado«.

«Un reciente estudio de 2008 establece un vínculo entre la infertilidad y el maíz modificado genéticamente, mostrando una disminución significativa en la descendencia a través del tiempo y un menor peso significativo de las camadas en ratones alimentados con maíz GM«.

«Este estudio también encontró que más de 400 genes se expresaron en forma diferente en los ratones alimentados con maíz GM. Estos son los genes conocidos para el control de la síntesis de proteínas y su modificación, los marcadores celulares, la síntesis de colesterol, la regulación de la insulina«.

«Los estudios también muestran daños intestinales en los animales alimentados con alimentos modificados genéticamente, incluido el crecimiento y la proliferación celular y la disrupción del sistema inmunológico intestinal «.

Llegan a la conclusión de que, debido a que los alimentos OGM « plantean un riesgo grave para la salud en las áreas de la toxicología, la alergia y la función inmune, la salud reproductiva, y la salud metabólica, fisiológica y genética, sin beneficios, la AAEM cree que es imprescindible adoptar el principio de precaución, que es uno de los principales instrumentos reguladores de la Unión Europea, la política de salud del medio ambiente y sirve de base para varios acuerdos internacionales«.

Este documento echa por tierra el argumento de que los transgénicos son sanos y no se diferencian de los alimentos normales.

F. William Engdahl describe en su libro “Semillas de destrucción: la agenda oculta de la manipulación genética” cómo fueron aprobados los transgénicos en EEUU, y cómo se elaboraron leyes que prohíben etiquetar a otros productos como libres de transgénicos para proteger a los industriales y engañar a los ciudadanos [6].

William Engdahl confirma en un reciente artículo [7] que existe una relación entre la introducción de los alimentos transgenicos y diversos deterioros de la salud: «Coincidiendo con la introducción masiva de OGM en la dieta humana y animal de los Estados Unidos a partir de finales de la década de 1990, se ha notificado una epidemia de brotes de alergia en los seres humanos, enfermedades extrañas y muchos otros problemas de salud, … Debido a que está prohibido por la ley federal etiquetar los productos modificados genéticamente, la mayoría de los profesionales de la salud no son ni siquiera conscientes de que podría haber una conexión entre estos problemas sanitarios y los OGM incluídos en la dieta de millones de estadounidenses…».

Y acusa a los sucesivos gobiernos, independientemente de los partidos, que unánimemente los han promocionado: “Desde 1992 con el Presidente Bush y los presidentes Clinton, George W. Bush y ahora Barack Obama y su pro-OMG Secretario de Agricultura, Tom Vilsack, la población de los EE.UU. ha sido tratada como conejillos de indias humanos en una experimentación en masa de sustancias cuya seguridad nunca ha sido probada por estudios independientes a largo plazo (diez años o más)«.

Y no sólo la de Estados Unidos, sino la de todos los países. Los gobiernos cómplices están engañando a la población convirtiéndoles en cobayas de un experimento a escala planetaria cuyos únicos beneficiarios son los accionistas de las corporaciones transnacionales.

Enlace para este documento:

https://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/sojamonsanto2.htm.

Referencias

[1] Marie-Monique Robbin: El mundo según Monsanto, Península, 2008.

[2] Entrevista con Marie Monique Robbin, periodista: “El maíz transgénico está vetado en Francia ¿Cómo lo admite Zapatero?. El País, martes 18 noviembre 2008.

[3] https://www.aaemonline.org.

[4] Asociación médica reclama prohibición de alimentos genéticamente modificados:

https://www.democracynow.org/es/2009/5/26/titulares#1.

(- Posición de la AAEM en castellano:

https://www.biodiversidadla.org/Principal/Contenido/Noticias/Alimentos_geneticamente_modificados).

[5] American Academy of Environmental Medicine (AAEM) Genetically Modified Foods:

https://www.aaemonline.org/gmopost.html.

[6] F. William Engdahl: Seeds of Destruction: The Hidden Agenda of Genetic Manipulation. El libro puede obtenerse en:

www.globalresearch.ca.

www.engdahl.oilgeopolitics.net.

[7] F. William Engdahl: A Moratorium on Genetically Manipulated (GMO) Foods. Global Research, May 22 2009:

www.globalresearch.ca/PrintArticle.php?articleId=13701.

(6 de junio de 2009)