«Coca-Cola Zero» suspendida y retirada del mercado en Venezuela

Coca-Cola acata la medida, informa Reuters, asegura que ningún componente del producto retirado perjudica la salud de las personas, que es elaborado «bajo los más altos estándares de calidad a nivel mundial» y cuenta con el registro sanitario legalmente exigido. La retirada se mantendrá, añade, hasta que concluya el procedimiento administrativo de la autoridad sanitaria, con quien se muestra dispuesto a trabajar para responder a las cuestiones planteadas.

Con el cuestionado producto, lanzado al mercado en abril, la multinacional preveía un crecimiento mínimo del 200% en el segmento de gaseosas de bajas calorías, después de una huelga que paralizó de manera intermitente sus operaciones en el país el pasado año debido a innumerables protestas de ex trabajadores que reclamaban sus indemnizaciones
y otros problemas derivados de una mayor atención al sector alimenticio y del proceso de nacionalizaciones que acomete el ejecutivo venezolano, que ordenó hace 3 meses el desalojo de un terreno donde la compañía estacionaba sus camiones en Caracas para construír allí viviendas populares, según un despacho de Efe.

Bebidas «light» y aspartamo

Por lo general las denominadas bebidas «light» contienen aspartamo, del que Alfredo Embid afirma: «Tras comprobarse sus nefastas consecuencias para la salud de los consumidores —adicción superior al alcohol, artritis, cáncer cerebral, pérdida de memoria y audición, hipertensión, dolor abdominal y de cabeza, migrañas, …— varias empresas fabricantes y comercializadoras norteamericanas de aspartamo (Coca-cola, Pepsi, Bayer, Danone, …) son acusadas de envenenar a los consumidores con ese endulzante artificial, con total conocimiento de que es neurotóxico para los niños«.

* Otras referencias sobre políticas y efectos de la transnacional:

Coca-Cola y la seguridad alimentaria de Vandana Shiva.

Coca-Cola y el desarrollo sostenible de Pilar Galindo.

* Enlace a fuentes venezolanas:

Aporrea, que remite a Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).

(11 de junio de 2009)

Ciclamato de sodio, ingrediente no declarado de Coca Cola Zero. La transnacional incumple el Registro Sanitario de Salud

Pocas horas después Coca Cola quedó en evidencia cuando, en contra de lo afirmado por la empresa, el titular del Ministerio para la Salud y Protección Social (MSPS) Jesús Mantilla comunicó que había ordenado sacar de circulación Coca Cola Zero [[Cocacola Zero: Droga letal

Raúl Bracho, 10/04/09.

Drogas no son sólo las sustancias que nos alteran las conductas. Lo son todas las sustancias que alteren el funcionamiento de nuestro organismo. Éstas pueden ser benéficas o dañinas (medicinales o tóxicas). El capitalismo no sólo invade con sicofármacos: los plagicidas y agrotóxicos que se le venden a nuestros campesinos también, muchas veces, causan enfermedades, a los campesinos y a los usuarios. Lo que a ellos les importa un carajo, con tal de lucrarse usando químicos de menor costo que les redunden en mayor ganancia aún a costa de nuestra salud. Ahora Coca Cola Zero es otra edición de lo mismo.

Lean este material que llegó a mi correo y hagamos el esfuerzo para que las autoridades de Salud, Indepabis o cualquier instancia prohiba el expendio de esta bebida que es altamente cancerígena, y que es muy distinta a la que toman los gringos:

‘Coca Cola Zero’ …

Denuncia

¡¡¡Ojo con esa gaseosa …!!!

¿Qué sabes de la Coca Cola Zero?

Luego del hartazgo que han sufrido los consumidores ante tanta publicidad realizada por Coca Cola para su producto «Zero», llegan las opiniones médicas y de especialistas> sobre las ‘bondades’, o no, de la nueva bebida cola que promete Cero Azúcar y un implí­cito ‘Éxito social’ a todo el que la beba, producido por las bien pensadas piezas publicitarias utilizadas en el lanzamiento de la demandada bebida.

– Los consumidores se preguntaban al conocer la nueva hermana de la línea Coca: ¿Qué diferencia tiene la Zero con la Coca Cola Light?. ¿No es acaso que ambas carecen de azúcar en su composición?

– Las respuestas están en sus etiquetas leyendo la composición quí­mica de ambas.

– La Coca Light tiene: Acesulfame K (16 mg/%) y Aspartamo (24 mg/%), logrando en
total 40 mg/100% de bebida.

– Mientras que la Zero tiene Ciclamato de Sodio (27 mg%), Acesulfame K (15mg%) y Aspartamo (12 mg%) haciéndola más dulce que la otra (en total 54 mg/100% de bebida).

– Teniendo en cuenta que el edulcorante «Ciclamato de sodio» está ¡terminantemente prohibido! por la F.D.A. (organismo máximo de control de alimentos y drogas de los EEUU de América) por tener efectos comprobables en la generación de tumores cancerí­genos y que el Ciclamato (US$ 10 por Kilo) es mucho más barato que el Aspartamo (US$ 152 por Kilo), ¿qué Coca Cola va a tomar de ahora en adelante?.

Anexo. Como es mi costumbre investigar por internet, no creo en absoluto, pues no hay fuentes de información (¡¡¡rarí­simo!!!). Así­ que cuando tuve una hora libre, me metí­ al famosí­simo FDA y ¡¡¡Oh sorpresa..!! ! ¿qué encontré?: Hay una lista de aditivos a los alimentos que se llama ‘Generally Recognized as Safe (GRAS)’ o aditivos generalmente reconocidos como seguros. ¿Y qué creen? … Efectivamente el Ciclamato de Sodio no sólo no aparece en la lista, sino que además fue retirado que dice: Sodium cyclamate -NNS, ILL- Removed from GRAS list 10-21-69-189.

– Seguí­ buscando y encontré una lista de ‘cualquier cosa añadida a la comida en los Estados Unidos’ con sigla EAFUS (Everything Added to Food in the United States) en la que claramente está prohibido el Ciclamato de Sodio: Sodium Cyclamate-prohibite d..

– Finalmente: Part 189 –Substances prohibited from use in Human Food: 189.135 Cyclamate and its derivatives.

¿Alguna duda?

– La persona que envió el mensaje preguntó que ¿por qué, si la FDA habí­a prohibido el tal Ciclamato de Sodio, no habí­a prohibido la Coca-Cola Zero en USA?.

– La respuesta es simple: La Coca-Cola Zero que venden en los Estados Unidos no tiene ¡¡ciclamato de sodio!!, como no lo tiene ni en Canadá, ni en el Reino Unido, ni en la mayor parte de los paí­ses europeos.

Eso se lo dejan a los paí­ses ‘pobres’ (los paí­ses de Europa Oriental y América Latina). Cuando sacaron la Coca Cola zero en México se formó una polémica porque tení­a ese ingrediente y la tuvieron que cambiar. Coca Cola nunca aceptó que fuera por el ingrediente que tení­a sino, dice, que para ‘mejorarle el sabor’.

Es indignante lo que estos países hacen con los paí­ses del mal llamado tercer mundo.

¡¡¡Por favor, Contribuyamos a difundir ésto …!!!

Reenvíe este mensaje a todo el que pueda para que sepa qué clase de veneno está vendiendo Coca Cola. – Fuente: Aporrea.]] por considerarlo dañino para la salud tras realizar numerosos estudios y determinar que contenía como ingrediente, no declarado por Femsa Venezuela —que incumple así el Registro Sanitario de Salud—, ni aprobado por tanto por el ministerio, ciclamato de sodio, compuesto químico que en altas concentraciones puede ser perjudicial para el consumo humano.

Mantilla anunció la prohibición de la venta del producto, así como la recolección y destrucción de todas las presentaciones de la Coca Cola Zero que se encuentran en los establecimientos comerciales.

El director del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria del citado ministerio, Divis Antúnez, indicó además que el anuncio de retirar el Registro Sanitario de la Coca Cola Zero, responde a una infracción legal por parte de la empresa Coca Cola Femsa.

Antúnez detalló que, luego de analizadas en el país varias muestras del producto, se determinó que esta nueva presentación de la Coca Cola contenía ciclamato de sodio, edulcorante no calórico hasta cincuenta veces más dulce que otros endulzantes, y que en altas concentraciones es capaz de vulnerar el organismo humano y propiciar el desarrollo de enfermedades como cáncer y hasta ocasionar malformaciones congénitas.

Señaló que este nuevo componente de la Coca Cola Zero, no estaba contenido en la solicitud emanada en el 2007 por la empresa y aprobada por el ministerio. Posteriormente en un muestreo aleatorio realizado por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, se determinó la presencia de ciclamato de sodio, por lo que se introduce el proceso legal por incumplimiento del Registro Sanitario.

Explicó Antúnez que la cantidad de ciclamato de sodio recomendada para consumo humano es de 11 miligramos por 1 kilogramo de peso corporal, y la nueva Coca Cola Zero contiene de 18 a 22 miligramos por 10 mililitros, excediendo de esta manera la cantidad de consumo aprobada por la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), razón por la cual el MSPS anuncia el retiro del producto del mercado nacional, considerándolo perjudicial para la salud.

Jesús Mantilla, responsable del Poder Popular para la Salud y Protección Social de Venezuela (foto: MSPS)

Fuente: Ministerio del Poder Popular para la Salud y Protección Social.

– El mismo día que el Ministerio de Salud retiró Coca Cola Zero de la circulación en Venezuela, Martín Padrino, licenciado en Trabajo Social, abogado y profesor universitario publicó, en Aporrea.org, Colas que Matan (II): La revolución bolivariana dijo Zero Coca Cola, documentado artículo [[Colas que Matan (II): La revolución bolivariana dijo Zero Coca Cola

Martín Padrino*, 11/06/09.

En un artículo anterior publiqué un tema relativo a lo nocivo que es la última versión de la Coca Cola, la cual en esencia se ha orientado a cautivar a los sectores más jóvenes de la sociedad. En aquella oportunidad dije que dicha gaseosa representaba una nueva fábula del capitalismo en la que se intercambian dólares por vida. Esta probeta del diablo, amparada en grandes laboratorios, de la misma especie de los que han sido denunciados como responsables de la Gripe Porcina (AH1N1), es realmente mortífera.

Un conjunto de compuestos químicos que haciendo las veces de edulcorantes sintéticos como es el caso de: El Aspartamo (E-951), Los Ciclamatos (E-952) y Acesulfamo-K (E-950), han sido absorbidos por estas grandes empresas para incrementar sus márgenes de ganancias al sustituir el azúcar. Estos edulcorantes en un principio tenían como objetivo primario ayudar a los diabéticos a tener la posibilidad de disfrutar y degustar comidas «dulces».

Sin embargo, vemos que hoy grandes contingentes de jóvenes en su mayoría y que en principio no son diabéticos son conducidos a consumir esta nueva bebida en volúmenes insaciables, debido al hecho de que al no contener azúcar, su organismo casi de manera automática pide más, lo que conduce a que en lo adelante nuestro paladar no detecta el uso de cantidades normales de azúcar. Pero lo peor es que al dejar los edulcorantes necesitamos más azúcar para poder detectar el sabor dulce en nuestro paladar y lengua, con el consecuente resultado de una sobrecarga de glucosa en el torrente sanguíneo.

Ante estos hechos me pregunto ¿será que de esta manera estamos edificando el ciclo del diabético? O se están generando otros daños como los conocidos a partir de los estudios del profesor Peter Piper (investigador de la Universidad de Sheffield, Inglaterra) quien identificó que el benzoato de sodiousado como agente conservador en muchos alimentos, destruye el ADN de las mitocondrias celulares, provocando un fuerte proceso de envejecimiento. Se puede desencadenar cirrosis hepáticas y enfermedades degenerativas como mal de Parkinson ”, o se puede inducir cáncer a partir del poder cancerígeno que le asocian al Ciclamato de Sodio … Son fundamentos suficientes para que tomemos medidas. Y por último será que el compuesto fenilalanina que aporta una lata de refresco endulzado con aspartame es tan pequeña, que hace que ignoremos sus efectos en los que padecen la anomalía de fenilcetonuria, por aquello de que se requerirá beber en una sola toma de 670 a 1680 latas del líquido referido para alcanzar niveles sanguíneos de ácido fórmico que puedan causar algún daño.

En Venezuela nuestra solicitud ha encontrado eco y hoy vemos con satisfacción que:

El Ministerio del Poder Popular para la Salud y Protección Social, a través de su ministro, Jesús Mantilla, ordenó este miércoles a la empresa Coca Cola evitar la venta del producto «Coca Cola Zero», por considerar que contiene un componente que puede resultar perjudicial para los humanos.

El titular de ese despacho explicó que en relación a ese producto se venía adelantando un procedimiento que llevó al Ministerio para la Salud a realizar este miércoles una inspección a la empresa Coca Cola.

El procedimiento adelantado contempla la solicitud de evitar las próximas ventas del producto, así como ordenar la recolección de todas las Coca Cola Zero que se encuentran en los establecimientos comerciales. “El producto debe salir de circulación para preservar la salud de los venezolanos”, sostuvo.

El único interés del Gobierno Nacional en este procedimiento es actuar a favor de la salud de toda la población y garantizar que no sean comercializados productos que contengan sustancias que pueden resultar nocivas para el individuo.

A continuación paso a reproducir mi primer artículo

Colas que Matan (I). Crónica de los negocios turbios del imperio de las colas

Por: Martín Padrino*

Fecha de publicación: 13/04/09

1. Coca Cola: de sano jarabe a bebida sepulcral

Fue el Doctor John Stith Pemberton, un farmacéutico de Atlanta, Georgia, quien descubrió en 1886 la fórmula de Coca Cola. En un principio esta bebida era una combinación de lima, canela, hojas de coca y las semillas de un arbusto brasileño, la cual se usaba originalmente como un tónico para los nervios y el cerebro, que algunos llamaban elixir médico. Este creador, a sus 54 años, no logró avizorar el éxito que le deparaba el destino a su jarabe, ya que vendió una parte de las acciones de la «Coca Cola Company» a Asa Griggs Candler. Luego de su muerte Candler adquirió toda la compañía por U$S 2300 (Castro: 2006, pág. 16), lo que demostró que su inventor fue el menos beneficiado.

A nuestro modesto entender, si Pemberton hubiera sospechado la trayectoria delictiva en la cual se habría de sumergir su invento para posicionarse en el mercado mundial del estómago como un monopolio, tal vez no habría sido copartícipe de lo que algunos han calificado como “las aguas negras del imperio” o en el peor de los casos “la chispa de la muerte” (Castro: 2006, pág. 8).

La audacia de «Asa Candler» le valió para incrementar las ventas de esta bebida en más del 4.000% entre 1890 y 1900, siendo la publicidad su principal aliada que, en definitiva, sería el factor determinante para el éxito de Candler, ya que a principios del siglo XX la bebida se vendía por todo Estados Unidos y Canadá. Para esa misma época, la empresa empezó a vender el jarabe a compañías embotelladoras independientes.

En cuanto al tema de la publicidad es necesario destacar que fue bajo la dirección de Candler que los ciudadanos estadounidenses comenzaron a ser bombardeados por lo que sería la nueva faceta de la comunicación como vía para enajenar mentes e incubar en éstos condicionamientos para la adopción de nuevas necesidades y provocar la necesidad de beber Coca-Cola. Esto fue posible gracias al uso de la mujer como forma para persuadir a los consumidores. De hecho, la propia botella de Coca Cola tomó fama de “la Gran Dama” (Castro: 2006, pág. 28).

Es en 1893 cuando la fórmula Coca Cola fue patentada, no sin antes haber sorteado uno de los retos más duros y que inauguró la carrera de delitos que ha venido acumulando esta trasnacional de las colas, pues es en ese momento que Candler decidió registrar la marca por lo promisorio del invento en el mercado. El nombre de Coca-Cola había sido registrado nueve años antes por Benjamín A. Kent, oriundo de New Jersey, y quien dio a conocer su jarabe también a base de hoja de coca como el “espíritu de cereales” (Castro: 2006, pág. 20). Sin embargo, esto no fue impedimento para lograr que la justicia obedeciera las exigencias de uno de los hombres que para la fecha se encontraba al frente de una de las empresas más poderosas en la economía norteamericana con una excelente situación financiera, presentando ventas superiores a 1.061.200 litros del jarabe al año.

Candler, quien fuera responsable de la estrategia del embotellamiento a gran escala de Coca Cola en 1899, se hizo merecedor en la época de la campaña de marketing de la gaseosa más audaz que haya desarrollado empresa alguna, al valerse de los periódicos, carteles publicitarios y hasta el correo, siendo muy famosa su campaña de dar cupones para una Coca gratis en cualquier lugar. Y sólo para el año 1894 la compañía canjeó a los establecimientos receptores de los cupones cerca de $7.000, suma que se mantuvo en el año siguiente.

No obstante a este éxito, Coca Cola Company fue vendida otra vez, tras superar la época de la prohibición de bebidas alcohólicas, a Ernest Woodruff por 25 millones de dólares, quien luego se la traspasó a su hijo Robert, siendo éste su presidente por las próximas seis décadas. En esta etapa, específicamente el año 1923, es recordado por Woodruff, como el año siniestro donde «Pepsi-Cola», nacida también de un farmaceuta: Caleb Bradham a quien no le resultó el negocio y encontrándose en bancarrota ofertó su empresa -que contaba con apenas dos plantas embotelladoras en los Estados Unidos- a la Coca Cola. Sin embargo, la respuesta por parte de Coca Cola fue negativa, dejando así el camino abierto a quien en el futuro pasaría a ser su mayor competidor mundial (Castro: 2006, pág. 22).

2. El criminal se esfuma, como el gas

El ascenso vertiginoso de Coca-Cola desde su aparición fue acompasado con el ejercicio de lo que literalmente se conocería como una guerra contra quienes se opusieran a los designios e intereses de esta compañía. Esto explica como “ … algunos de sus directivos desde tiempos atrás, han sido acusados de estar involucrados en evasión de impuestos, fraudes, asesinatos, torturas, amenazas y chantajes a trabajadores, sindicalistas, gobiernos y empresas ” (Castro: 2006, pág. 11).

A esta escena se suma que la “ Coca Cola también ha incidido en la vida de los productores de coca; es responsable también de la falta de agua en algunos lugares o de cambios en las políticas públicas para privatizar el vital liquido o quedarse con los mantos freáticos ” (ibídem, pág. 12). La Coca Cola absorbe elevados niveles de agua que proceden en su mayoría de manantiales, los cuales se concentran en tierras que les pertenecen a grupos indígenas o son del Estado. Sólo el año pasado Coca Cola, junto a sus embotelladoras, utilizó alrededor de 290.000 millones de litros de agua para la producción de sus bebidas.

Los casos más dramáticos sobre el abuso en el manejo del agua por parte de Coca Cola se han dado en aquellas naciones en vías del desarrollo. Una de ellas es México, específicamente en el Estado Chiapas, al sureste de ese país. La compañía refresquera se ha encargado de controlar todos los mantos de agua existentes con anuencia del gobierno y en detrimento de los pueblos indígenas y zapatistas. Esto toma mayor relevancia si consideramos que actualmente México y dentro de éste el estado de Chiapas, es uno de los más importantes consumidores de esta bebida a nivel mundial, espacio que es compartido con el gigante de la nación asiática China.

En resumen podemos decir que en México la Historia de esta trasnacional es la historia de un proceso de explotación y dominación de las economías locales a favor de las foráneas, en pro de garantizar así la supervivencia de un modelo de coloniaje y dependencia propio de estas empresas que a la fecha en esta nación azteca se ha hecho dueña de todo lo que en ese ramo se consume, en especial del agua.

En Kala Dera, al norte de India, desde el año 2000 la empresa Coca-Cola viene destruyendo pueblos enteros al instalar su planta en un área donde hay carencia de agua y que está ubicada en la zona desértica del estado de Rajasthan, la cual se caracteriza por ser una de las partes más secas de India: Más de 60 aldeas en los alrededores de la planta embotelladora de Coca-Cola experimentaron los dramáticos impactos una vez que la planta inició sus operaciones en Kala Dera.

3. El sabor de la muerte

Si hacemos un breve ejercicio reflexivo podemos concluir que la Compañía Coca Cola nunca ha tenido respeto ni valor alguno por la vida humana. Es conocido el papel que esta transnacional jugó durante las dictaduras, inspirada en aquella tesis según la cual ¡cuando en un sitio no hay Coca-Cola es que las cosas van realmente mal!, lo que explica el hecho de haber prestado “ algunas de sus bodegas para que los militares torturaran a los opositores durante algunas dictaduras militares, o líderes sindicales en Guatemala, Argentina y Colombia ” (Castro: pág. 34).

En este ámbito de rechazo se inscriben los sindicatos, los cuales siempre han sido considerados enemigos de Coca Cola, hecho éste que se explicaba en el casi adoctrinamiento que sobre su personal ejercía la compañía desde sus inicios ante la posibilidad de que éstos se sindicalizasen.

En 1986, en tierras de la nación neogranadina se dio inicio a la campaña de terror corporativo contra las organizaciones sindicales de manos de la Coca Cola. Junto al gobierno y a grupos de paramilitares desarrollaron un conjunto de acciones tendentes a criminalizar el ejercicio del sindicalismo, amén de las persecuciones, atentados y demás actos de amedrentamientos contra estas organizaciones, lo que trajo como consecuencia en 1989 el “ asesinato del primer sindicalista colombiano de la empresa Coca Cola, Avelino Chicanoy ”. Luego de este crimen la empresa ha sido involucrada en el asesinato de por lo menos una docena de personas vinculadas al sector sindical, de ellos es famosa la muerte de Isidro Segundo Gil Gil quien fue salvajemente masacrado como un símbolo para intimidar cualquier manifestación que fuese contraria a los intereses de Coca Cola (Castro:2006, pág. 83)

Sin embargo, estos hechos no han sido impedimento alguno para que la Coca Cola en Colombia haya multiplicado su patrimonio, y por ende, acrecentado el valor de sus activos.

En Guatemala la suerte que corrieron las organizaciones sindicales no fue mejor, ya que no sólo tenían que lidiar con los gobiernos corruptos acostumbrados a arrodillarse a las grandes transnacionales, sino que también debían soportar el terrorismo corporativo al que estaba acostumbrado Coca Cola. Para el año 1968 cuando se creó el primer sindicato fue acusada como responsable de la muerte de “seis dirigentes” sindicales, como de la “desaparición de otros cuatros”, actos éstos que se suscitaron entre los años de 1968 y 1980. (Castro: 2006, pág. 93).

En Venezuela la noche del 25 de junio del 2008, Miguel Angel Durán y Julio César Durán, ambos miembros de la directiva del Frente de Extrabajadores de Coca-Cola, del estado Portuguesa, fueron acribillados con 10 tiros. El mismo destino tuvo un niño de 10 años, hijo de uno de ellos, cuando circulaban en un vehículo por la zona de la Quebrada de Araure. Se presume que los autores de este hecho fueron sicarios. Sin embargo, en el hecho está involucrada una vez más la Coca Cola, que en este país forma parte de los intereses del magnate de los medios de comunicaciones, Gustavo Cisneros, a quien además de haber amasado una fortuna superior a los 4.000 millones de dólares se atrevió a decir en una oportunidad que «Venezuela nos quedó pequeña» (Reyes: 2003, pág. 56)

Estas muertes no son más que la continuación de la cadena de crímenes que la transnacional de la bebida ha contemplado en su presupuesto para quitar del camino todo obstáculo que atente contra sus multimillonarias ganancias obtenidas del negocio. “Coca Cola Company tiene más riqueza que muchos países de América Latina, el Caribe o África” (Castro: 2006, 111).

El terrorismo corporativo que la Coca Cola ha venido ejerciendo en las naciones subdesarrolladas o en vías de desarrollo no es más que una manera de hacer valer sus propias leyes que han sido notoriamente violatorias de los derechos de las personas. Pero ha sido el control político lo que le ha permitido a esta empresa hacerse de los mecanismos de persuasión que facilitan consumar las más groseras violaciones a los derechos humanos, ya que estas empresas parten del principio de la explotación en una sociedad que conciben como una sociedad dual donde hay explotadores y explotados. A estos últimos les correspondería aceptar sumisamente o resignarse ante lo que les es impuesto, ya que son vistos como ciudadanos de segunda u objetos de comercio.

4. Zero Vida

Para Venezuela Coca Cola no sólo ha significado una forma de ejercer el terrorismo corporativo en el sector sindical. También es válido destacar que esta nación ha sido tomada como espacio de prueba para los productos de la transnacional, haciendo uso de las peores prácticas nazistas. Con todo este prontuario ha puesto en el mercado una nueva edición de su gaseosa «Coca Cola Zero», cuya bondad es ser cero azúcar.

Sin embargo, la referida cola Zero tiene Ciclamato de Sodio (27 mg%), Acesulfame K (15 mg%) y Aspartamo (12 mg%) haciéndola más dulce que las otras (en total 54 mg/100% de bebida). Lo cierto es que el edulcorante «Ciclamato de Sodio» está terminantemente prohibido por la F.D.A. (organismo máximo de control de alimentos y drogas de los EEUU de América) por tener efectos comprobables en la generación de tumores cancerígenos. Disponible en FDA y FDA.

Lo trágico de todo este asunto es que la coca-cola Zero se vende en los Estados Unidos libremente. Pero en esta nación la referida gaseosa no contiene Ciclamato de Sodio, lo que hace que dicha sustancia esté reservada para ser utilizada en los mercados de consumidores de las naciones calificadas como subdesarrolladas, donde de manera deliberada relajan las más elementales regulaciones sanitarias de estos pueblos, como está ocurriendo en Venezuela, país en el cual se vende esta gaseosa con el referido edulcorante, lo que demuestra la cultura criminal de esta transnacional del refresco al exponer a los consumidores del pueblo de Venezuela a posibles enfermedades a causa de este componente. En adelante este refresco debería llamarse ¡Zero Vida! Es necesario desenmascarar las prácticas terroristas de esta trasnacional como de otras que venden despiadadamente productos de segunda, vencidos o elaborados con sustancias prohibidas y cuyo destino son los países pobres.

De conformidad con el título de este trabajo, hay Colas que Matan. No hay duda.

*Lic. Trabajo Social-Abogado, Prof. UBV

E-mail:[email protected]

Vocero suplente del Batallón Simón Bolívar I

Referencias Bibliográficas

– Castro S. Gustavo: Coca Cola. La historia negra de las aguas negras. Fundación para la Investigación y la Cultura, Bogotá 2006.

– Reyes, Gerardo: Los dueños de América Latina. Cómo amasaron sus fortunas los personajes más ricos e influyentes de la región. Ediciones B, Grupo Zeta, México, 2003.

Referencias Electrónicas

– India Resource Center Sunday (2009) “Coca-Cola Destruye los Pueblos en India, A Pesar de las Advertencias Del Estudio”. Extraído el 11 de Abril de 2009.

– Padrino, Martín: (2008) “The Sicariato in the Coca Cola company of Venezuela-Sicariato en la empresa Coca Cola de Venezuela”. Extraído el 11 de Abril de 2009.

[email protected]

Fuente: Aporrea.]] en el que se felicita al gobierno bolivariano por la decisión adoptada, en aras especialmente de la salud de los y las más jóvenes, principales destinatarios y consumidores de las cocacolas varias en el mundo. Padrino reproduce a continuación la primera parte de su investigación sobre Coca Cola y sus políticas, sus efectos y sus prácticas, publicada en el mismo medio digital en abril de 2009.

– Tres días después, el 14 de junio de 2009, Miguel González publicaba, asimismo en Aporrea.org, un nuevo escrito acerca del compuesto químico que había motivado la retirada de Coca Cola Zero en Venezuela: La Polémica del Ciclamato de Sodio en Latinoamérica [[La Polémica del Ciclamato de Sodio en Latinoamérica

Miguel Gonzalez, 14/06/09

Coca Cola Zero que se comercializa en Latinoamérica, contiene el endulzante ciclamato de sodio, prohibido en Estados Unidos desde hace años ya que podría tener efectos cancerígenos en la salud de los consumidores.

Incluso, algunos especialistas de ese país corroboraron el peligro que corre la población.

La multinacional reaccionó ante el creciente rumor. «La información que se está difundiendo es incompleta y, sin duda, mal intencionada», respondió el vicepresidente de Asuntos Públicos y Comunicación, Rafael Fernández Quirós: «Coca Cola Zero ha tenido un gran éxito entre los consumidores, quienes pueden estar totalmente tranquilos».

Se argumenta que el ingrediente de la polémica ha sido avalado por el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la FAO (Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas) y se utiliza en más de 100 países, no sólo en bebidas sino también en productos dietéticos, farmacéuticos, pastelería, postres lácteos, mermeladas, etc.

En Coca Cola aseguran que tiene todas las autorizaciones, «incluidas de las autoridades de Salud de Chile, por supuesto», señala un ejecutivo a La Nación. «Nos llama la atención que esto se produzca justo ahora y vamos a seguir hasta las últimas consecuencias». Para la multinacional, el caso no es nuevo: hace unas semanas, Coca Cola demandó en Argentina a dos ejecutivos de «Danone» y uno de una agencia publicitaria apuntándolos como autores de una «campaña de sabotaje similar». En ese caso, el motivo fue los riesgos para la salud al consumir agua «Dasani».

El ejecutivo comenta que todavía no es posible evaluar los daños en la comercialización de Coca Cola Zero: «Lo primero es detener el rumor, como lo estoy haciendo con usted para que en Chile no se hagan eco de esto».

Hasta el momento, los números de Coca Cola Zero son alegres: superó todas las previsiones de ventas con un 78% más de lo estimado inicialmente por la empresa y en Chile, a sólo siete meses de su lanzamiento, es la segunda marca tomando como base todo el mercado de las bebidas gaseosas.

La «FAO» (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la Alimentación) y la «OMS» (Organización Mundial de la Salud), avalan su uso sin aparentes daños a la salud en más de 100 países del mundo, tales como la Unión Europea, Canadá, Australia, China, Brasil, Argentina, Chile, y prácticamente toda Latinoamérica.

Sin embargo, cabe aclarar, la FDA en Estados Unidos prohibió definitivamente en los años 80 el uso del Ciclamato de Sodio.

Fuente: Aporrea.]], reflejando la contradicción entre FAO y OMS de una parte, que parece avalan su uso, y de otra la FDA estadounidense que en la década de los ’80 prohibió definitivamente el uso del ciclamato de sodio.

(10 de octubre de 2009)