Coches «alternativos» y economía, CO2 y uso del automóvil privado [13/08/08]

La información comienza de forma un tanto alarmante/sensacionalista, o así parece para las ciudades europeas, no tanto quizás en las de otras latitudes y/o realidades:

«Seguro que ya sentiste algunos de los efectos de la contaminación en el aire que respiramos en cada día que pasa, especialmente en las grandes ciudades: En algunas ciudades tales como México D.F., Santiago, Moscú, etc., las emisoras de radio alertan: Atención, hoy el nivel de polución es alto; Ancianos y niños no deben salir de casa; Los que practican deportes no deben hacerlo hoy; Los asmáticos deben utilizar cilindros portátilesde oxígeno; Las demás personas deben utilizar mascarillas».

«Para resolver esta situación, que comienza a ser una calamidad mundial, ya existió una solución!».

«En 1996, los primeros autos eléctricos de producción en serie, los EV1 (Electric Vehicle 1) fueron fabricados en los EUA» (Estados Unidos de América) «por la General Motors, y circularon por las calles de California». (fotos del automóvil, diapositiva nº 4).

«Eran autos rápidos: pasaban de 0 a 100 km/h ¡en menos de 9 segundos! ¡Y silenciosos!».

«No producían ningún tipo de polución (ni siquiera tenían tubo de escape)».

«Eran fácilmente recargables con energía eléctrica en el garage de la casa».

«Diez años más tarde estos autos del futuro desaparecieron. ¿Cómo es ésto posible?. En primer lugar, estos autos no podían ser comprados, sólo alquilados. Los contratos de alquiler no fueron, pura y simplemente, renovados. General Motors recuperó todos los EV1, a pesar de la oposición de sus usuarios …» (con fotografías, en diapositiva nº 8, de concentración de personas con camisetas alusivas Save the EV1) «y después …».

«… DESTRUIDOS …».

«… todos estos autos!!!» (fotografía de los supuestos coches, amontonados y aplastados, diapositiva nº 10).

«En 1997 Nissan presentó el modelo eléctrico Hypermini en el Salón de Tokyo» (fotografías, de un coche pequeño, aparcado en una calle y en un salón automovilístico, diapositiva nº 11). «El Municipal» (¿Ayuntamiento?) «de la ciudad de Pasadena (California, EUA) adoptó este coche como vehículo profesional para sus empleados. Eran muy apreciados por su facilidad de maniobra y estacionamiento, y todavía más por su eficiencia para moverse dentro de la ciudad».

«En agosto de 2006, expiró el contrato de alquiler de los autos, entre el Municipio de Pasadena y la Nissan. El municipio intentó comprar los autos pero Nissan se negó. Nissan recuperó todos los autos para … ¡DESTRUIRLOS!».

«En 2003, Toyota decide detener la producción del RAV 4-EV (EV-Vehículo Eléctrico). Este 4×4 eléctrico, un producto de alto refinamiento tecnológico, era muy apreciado por sus usuarios. En 2005 los contratos de alquiler de los vehiculos expiraron. Toyota inmediatamente se apresuró a recuperar todos estos automóviles a fin de … ¡DESTRUIRLOS!».

«Pero entonces, algunos ciudadanos estadounidenses comenzaron a organizarse: La asociación DontCrush se crea para intentar salvar los RAV 4-EV. Esta asociación ejerció presión sobre Toyota durante 3 meses. Finalmente ¡Victoria! Toyota respaldó y autorizó, a quienes alquilaron estos autos, a comprarlos».

Democracia made in USA

«Curiosamente mientras los vehículos eléctricos son destruídos en masa, los de combustión son bien protegidos, como se puede ver en lo siguiente: En junio de 2001, Jeffrey Luers de 23 años, activista estadounidense por la defensa de las florestas, tuvo una triste experiencia. Él fue condenado a 22 años y 8 meses de prisión por haber quemado 3 Hummer,s (carros americanos, iguales a los del Ejército que consumen mucho combustible. Él quiso expresar a través de este gesto la amenaza que representan estos monstruos ultra contaminadores y consumidores para nuestro planeta». (fotografías, de Jeffrey Luers, del Hummer,s y un dibujo del carro militar, en diapositiva nº 15).

«Los lobbies de las grandes compañías petroleras no quieren que los vehículos eléctricos sobrevivan … y así van haciendo guerras en el Medio Oriente por causa del petróleo y matando personas en todo el mundo con la polución de los combustibles!!!».

Automóvil comercial de hidrógeno y especulación petrolífera

«Pero no solamente existe la tecnología del auto eléctrico … La BMW tiene un automóvil comercial a base de hidrógeno ¡¡¡desde hace 10 años!!!. El Gobernador de California, el famoso actor Arnold Schwarzenegger conduce una Hummer de hidrógeno!!!. ¿Cómo es posible que estos autos no se estén promocionando a nivel mundial??? Estos autos deberían estar reermplazando a los de combustión interna desde hace años. El carro de hidrógeno tiene como desecho de combustión el vapor de agua. Esto significa que es totalmente libre de contaminación!!! Y utiliza como materia prima para el combustible el aire!!! ¡¡¡una fuente gratuita de combustible!!!».

«¿Imaginan ustedes lo que valdría el barril de petróleo si éste no fuera utilizado para mover automóviles ni camiones? La demanda menor haría que los precios bajaran mucho … ¿Se enteraron ustedes de que una Comisión del Congreso de EUA concluyó que el precio del petróleo estaría cerca de los $65» (65 dólares) «por barril -menos de la mitad del precio actual-, si no fuera por los especuladores?. Entre los especuladores están los grandes fondos de inversión de los grandes capitales de EUA y Europa».

«¿Sabe a quién no le interesa que baje el precio del petróleo? A las gigantes corporaciones petroleras que controlan a los legisladores de EUA y Europa mediante el poder del dinero que poseen; A los grandes capitales familiares que controlan muchas industrias gigantescas, muchas dependientes del petróleo, tales como la familia Bush -actual presidente de EUA-, Rockefeller, Rothschild, etc».

Agrocombustibles y commodities

«¿Sabe que los biocombustibles lo que hacen es perpetuar el uso del petróleo?. Los aceites se mezclan con el petróleo para bajar el consumo del mismo pero así lo que se hace es seguirlo teniendo como el principal proveedor de combustible para los autos y camiones … inteligentes estos tipos, verdad??? Además, el uso de los granos y aceites para el biocombustible ha ocasionado la escalada de precios en los granos básicos que ha impactado a nivel mundial … ya que los grandes capitales los compran en la bolsa de valores en compras a futuros de commodities … Además, el uso de los granos y aceites para el biocombustile implica que se sigan talando bosques con tal de producir más materia prima necesaria para mezclar con el petróleo».

Divulgación de la información como premisa movilizadora

El e-mail de referencia finaliza con el consabido, y buscado a través de la circulación en la red, efecto «Bola de nieve»:

«¿Conoce el efecto Bola de nieve?. Enviar a 10 amigos que a su vez reenvían a otros 10 amigos … y así esta información circulará por el mundo. Acción 1: Si encuentras esta información importante, házla circular. Acción 2: El próximo automóvil que compres, exige de tu concesionario que quieres un carro eléctrico, o mejor aún, de hidrógeno. De aquí a algunos meses seremos millones de personas haciendo estas preguntas: ¿Por qué se fabrican y después destruyen los autos eléctricos? ¿Por qué no se ha popularizado el auto de hidrógeno? ¿Quieres respirar aire puro? ¡Pasa a la acción! Los lobbies no son imbatibles por más fuertes y enraizados que parezcan!».

«¡¡¡Divulgue entre sus contactos!!! ¡¡¡Comente con sus amigos!!! ¡¡¡Sensibilice a otras personas!!! Sólo así podrá haber movilización contra los lobbies que nos quieren enfermar con la polución provocada por los combustibles que son la esencia de la opulencia. ¡¡¡Luchemos por nuestra sobrevivencia!!!».

¿ES ECOLÓGICO EL COCHE ELÉCTRICO?

Ricardo Marqués (Sevilla)

Carta en Público

domingo 3 de agosto de 2008

«Hay dos tipos de coche eléctrico: el propiamente dicho, que incorpora un motor eléctrico y una batería, y el «híbrido» que incorpora un motor eléctrico, otro de gasolina o diésel, una batería y un complejo sistema electrónico para cambiar de un modo de propulsión a otro en función de su eficiencia.

El primero debe recargarse entre viaje y viaje enchufándolo a la red y, como la mayor parte de la electricidad que consumimos proviene de combustibles fósiles y la eficiencia del sistema de producción eléctrico es bastante baja, al final no supone ahorro alguno de emisiones de CO2. Además, al acabar su vida útil, la batería se convierte en un residuo altamente contaminante y difícil de reciclar.

El coche «híbrido» obtiene toda su energía del petróleo que consume y, aunque puede obtener cierto ahorro de emisiones al conmutar en ciertas ocasiones a un sistema de propulsión eléctrica, este ahorro se ve de sobra compensado por el incremento de peso que implica la presencia añadida de la batería y del motor eléctrico.

Señor ministro de Industria, ¿Cuándo va a reconocer el Gobierno que la única manera de reducir las emisiones de CO2 en las grandes ciudades es reduciendo el uso del automóvil privado?».

(artículo publicado en un diario digital español, 13 de agosto de 2008)


Un comentario a este escrito o, mejor dicho, la solicitud para fines académicos del contenido o material completo en base al cual se preparó -cuyo original era un power point que se transcribió, en su momento, textualmente y que al buscarlo ahora no somos capaces de localizar, por lo que nos resulta imposible responder satisfactoriamente a la demanda-, ha motivado la búsqueda en la red de dicho power point, en la confianza de que estuviera disponible en alguna página web específica de automóviles y/o en alguna ecologista-medioambientalista-de energías renovables. Hemos comprobado que no está en internet, o al menos no le encontramos.

Con todo, la búsqueda ha resultado interesante para ver la enorme cantidad de sitios y blogs que tratan del coche eléctrico. Entre los que nos han parecido más relacionados con la demanda realizada desde México, en una búsqueda realizada de manera excesivamente rápida y sin orden ni concierto, destacamos estos tres: elektracar.com [[Consideraciones generales sobre los vehículos eléctricos

¿Cómo se conduce un vehículo eléctrico?

Apenas hay diferencia con un vehículo convencional.

Quizá la mayor diferencia radica en que requiere una mayor racionalización y eficiencia en nuestros desplazamientos. La conducción debe ser más suave y progresiva, pues la conducción brusca y agresiva provoca, igual que en un coche de gasolina, un mayor consumo.

Todo vehículo eléctrico necesita un tiempo de recarga de sus baterías que va de los 30 minutos a las 6 horas.

Las bicicletas son las más aventajadas, pues sus baterías son extraibles y pueden ser cambiadas por otra cargada para seguir o en caso de agotarse, no deja de ser una bicicleta normal.

En los tiempos en que estamos, ir a «quemar gasolina» ya no es una opción que podamos elegir frívolamente.

¿Sabíais que…

… a finales del S. XIX el vehículo eléctrico dominaba el mercado?

Los coches aún no funcionaban con petróleo porque éste era muy escaso aún y el proceso para obtener la gasolina todavía estaba lejos de ser viable. En 1873 se inventó el primer motor eléctrico de corriente contínua, y hasta 1892, Rudolph Diesel no inventó el motor de explosión, el cual estaba pensado para alimentarse de … aceite de cacahuete.

En 1899, el vehículo eléctrico alcanzaba los 100 km/h.

En 1900, 50 fábricas en el mundo fabricaban 4.000 coches al año.

El Buffalo Electric Carriage fue el coche más popular de principios del S. XX. Concretamente en 1906 se habían vendido 36.000 unidades.

Dos factores provocaron la aparición de los coches a gasolina y gasoil: el descubrimiento de pozos de petróleo en Texas que abarató el producto y el descubrimiento en 1913 y por casualidad del proceso de craqueo térmico para refinar el petróleo y convertirlo en gasolina. Habían pasado 55 años desde la primera perforación de un pozo de petróleo con carácter experimental.

A raiz de eso, los coches con motor de combustión interna, a pesar de tener una bajísima eficiencia energética se impusieron en el mercado gracias a la facilidad de repostaje inmediato que ofrecían frente a los limpios, silenciosos y eficientes, pero lentos de recargar baterías, coches eléctricos. En 1908, el primer Ford Model T de gasolina salió de la cadena de producción. Hacía un ruido infernal y dejaba negro de humo todo lo que se le ponía detrás, pero no importó. En 1920 ya dominaba el mercado, condenando al olvido el coche eléctrico.

Décadas más tarde, concretamente en 1960 y tras un largo letargo de la industria, Ford y General Motors empiezan a investigar de nuevo. Nacía la segunda generación de vehículos eléctricos. Tras pequeñas incursiones con más o menos acierto de pequeños fabricantes independientes, en 1990 aparece el EV1, una maravilla tecnológica de altas prestaciones desarrollada por General Motors. En 1996 el ritmo de producción en USA era de 500-600 unidades por mes. Cuando parecía que todo, nunca mejor dicho, iba sobre ruedas, en 2004 la GM decide retirar el EV1 del mercado y destruir literalmente todas las unidades pendientes de ser vendidas. Los lobbys del petróleo ejercieron la presión suficiente para paralizar el desarrollo de un nuevo concepto de vehículo que escapaba a su control. La segunda generación de vehículos eléctricos estaba a punto de ser aniquilada (Recomendamos ver » Who Killed the Electric Car «, documental producido por Sony Classics).

Pero llega el S. XXI y con él el dominio de nuevas tecnologías y la alerta del calentamiento global. Al mayor aprovechamiento de las energías renovables se une el empuje de paises con economías emergentes como China e India que, lejos del control de las multinacionales petroleras, empiezan a introducir de nuevo vehículos eléctricos en Europa y USA.

El gigante indio Tata Motors adquiere la licencia a nivel miundial de la fabricación del coche con motor de aire comprimido de próxima aparición en el mercado, y China encuentra en el desarrollo de vehículos eléctricos una solución parcial a los problemas de contaminación y movilidad de su saturada población y una interesante fuente de ingresos gracias a la exportación.

Con el uso cada vez más eficiente de las energías renovables (solar, eólica, hidrógeno) el objetivo de un vehículo de real emisión cero parece cada vez más cercano. De todo el consumo de energía eléctrica que tiene un país como España, casi el 30% procede ya de fuentes renovables, y esta cifra aumenta todos los años. Acaba de empezar la Cuarta Revolución Industrial.

Fuente: Elektra.com.]], nosedecine.com [[¿Quién mató al coche eléctrico?

por Cobra.

No fue asesinado, sólo temporalmente secuestrado.

A veces la realidad supera la ficción, tan empapados estamos de las historias fantásticas y asombrosas del cine que cuando sucede algo excepcional frente a nuestros ojos, no lo vemos, no lo creemos y lo peor de todo ni nos enteramos. Ser manipulados, la terrible condena que nos espera en un mundo tan globalizado.

¿Quién mató al coche eléctrico? Un título que sin grandes reclamos parece tendencioso y podemos suponer algunas de sus ideas, hablará del medio ambiente, la contaminación o del esfuerzo que tenemos que hacer para mejorar nuestros hábitos y respetar más nuestro entorno natural. Podemos pensar que es un documental sobre el cambio climático y nuestra conciencia, pero no, este documental no sigue ese camino sino que muestra lo jodidos que estamos si no luchamos por defender nuestro planeta, la indefensión que tenemos ante el gigante y que nunca dejaremos de tragar mierda si no alzamos la voz.

Nuestra conciencia siempre presente, en ocasiones es molesta, nos pica en la espalda cuando no reciclamos un envase o tiramos el aceite por el fregadero. Pero la sensación de sentirse manejados es mucho más insidiosa, cuando queremos satisfacer nuestra conciencia pero el cauce que otros han dictado nos impide hacerlo supone pura angustia. Este documental trata del movimiento que generó la aparición de los coches eléctricos en el 1996, sí, lees bien, coches eléctricos con suficiente capacidad, potencia, autonomía y diseño hace trece años. Coches que circulaban y se podían alquilar en el estado de California en los EEUU.

¿Dónde están esos vehículos? ¿Por qué no sabemos nada de ellos? ¿Qué sucedió? Tantas preguntas y muchas otras guardadas a buen recaudo fuera de la opinión pública para conseguir que sea la ignorancia y el tiempo quién sepulte uno de los escándalos mejor abatidos de los últimos tiempos. Y como se puede pensar, demasiados organismos públicos y privados implicados, empresas y un poderoso gobierno al que no le interesaba para nada dar un paso que hubiese significado el auténtico compromiso de respeto con el medio ambiente. Pero los culpables no siempre son los únicos que lo parecen.

Después de tanto tiempo, con vehículos híbridos por todos lados, usando las más variopintas fórmulas en el uso de gasolina, gas, hidrógeno y electricidad. Ahora que ya vislumbramos los primeros diseños de coches exclusivamente eléctricos de tamaño y características atractivas para la mayoría de los consumidores, no podemos dejar de preguntarnos a qué se debe tanto retraso. Aunque la respuesta flota en nuestra mente y sabríamos señalar sin duda a los culpables, es difícil pensar que el poderío y el grado de influencia de quien sea el responsable haya podido bloquear un desarrollo tecnológico tan lógico y obvio durante tanto tiempo.

¿Quién mató al coche eléctrico? Es un documental revelador, un grito a los cuatro vientos para hacernos despertar, para mostrarnos que la victoria no se ve del mismo modo para poderosos y débiles. Y que hay nobleza en muchos de los grandes y egoísmo en bastantes de los pequeños. Pero por muchos baches que tenga el camino, por muchos obstáculos que nos pongan, el sendero que dicta la razón se sobrepone a todo y todos. Porque este mundo ya lo hemos jodido bastante y va siendo hora de cuidarlo, entre todos y luchando juntos. ¿Utópico? Sí. ¿Imposible? Por supuesto, no.

La inquietud humana y la razón tiene unas pautas básicas que todos comprendemos, por eso la carga moral y la enseñanza de este documental no escapa a nadie. El petróleo nos ha ayudado en el progreso, correcto, dependemos de él, le debemos prácticamente todos los avances, materiales y sobre todo el ritmo al que hemos podido avanzar. Pero es hora de ir adoptando otros medios energéticos, más respetuosos con el medio ambiente, menos dañinos con la capa de ozono, energías limpias y sobre todo menos controladas y racionalizadas por las grandes compañías petrolíferas.

En 1996 la gran empresa General Motors saca al mercado vehículos eléctricos con atractivo suficiente para el usuario cotidiano no muy exigente. Tuvo que ser un genio como Alan Cocconi, en su garaje, bueno, en su taller mecánico y laboratorio electrónico como prefería llamarle él, el que creara un motor eléctrico lo suficientemente poderoso para dotar a un coche de este tipo de la potencia necesaria para su funcionamiento. Todo en consonancia con el mandato de obligación de las empresas fabricantes de coches de producir un porcentaje creciente de coches sin tubo de escape, a cargo del Consorcio de los Recursos del Aire de California.

El coche eléctrico era maravilloso, una proeza de diseño y tecnología, silencioso, rápido y limpio pero pronto comenzaron los problemas, la propia General Motors presionada por alguien tornó la marcha, y en vez de satisfacer la demanda de coches eléctricos, decidió ponerse del lado de los gigantes y combatir el mandato aprobado para la fabricación de coches limpios. Alegando que no había interés, que no eran tan limpios, que eran perjudiciales, incómodos y sobre todo destruyendo su proyecto. Ni siquiera la campaña publicitaria estaba orientada a promocionarlos, usando anuncios inciertos y desorientadores.

Los defensores del coche eléctrico se vieron aplastados por las compañías petrolíferas, se vieron indefensos al no poder extender el mensaje de la existencia de ese vehículo, se vieron mermados cuando ni siquiera a los famosos que convencían les facilitaban conseguir esos coches. Al final el gobierno también presionado desestimó el mandato a favor del aire limpio y eso supuso el final del coche eléctrico. Los coches fueron uno a uno recuperados y destruidos, aunque dijesen lo contrario. Y para ocultar el proceso y lavar la imagen de las compañías fabricantes de coches y las petroleras surgieron los coches de hidrógeno, donde los surtidores sí seguirían siendo negocio para todos. El hidrógeno, un completo fiasco.

General Motors no supo aprovechar lo que tenía, la capacidad de adelantarse a su tiempo y satisfacer una demanda que ya existía, el coche inicial no era para todos pero pronto surgirían mejoras que lo acercarían al vehículo de gasolina y a la larga lo aplastaría, sin duda. Las grandes corporaciones petrolíferas ganaron el combate, lo recondujeron a sus intereses y todo parecía de nuevo en su sitio. Desde aquel momento los coches híbridos son los únicos testigos del suceso, esperando su momento y sabiendo que el coche meramente eléctrico resurgirá y se asegurará el podio.

Pero ¿Quién fue el culpable? ¿Las petroleras por sus intereses? ¿Los fabricantes de coches? ¿Los usuarios que no veían suficientes las características del coche eléctrico? Todos juntos lo fueron y a todos hay que culpar. Es una irónica pena que el precio del petróleo subiese tanto en tan poco tiempo provocando que las opciones de energía más baratas hayan despertado a todos los que permanecían aletargados, son muchos los que ahora sí alzan su voz aunque haya sido su bolsillo quien los motive a ello.

El futuro es como el suelo para un paracaidista, sabemos que vendrá y no tardará, y ahora al menos lo vemos cerca y vamos hacia él, porque ya todas las fuerzas económicas, tecnológicas, políticas y sociales se dirigen a un punto más acorde con la naturaleza y con el respeto al medio ambiente. Tesla Motors ya está mostrando el poderío de esta tecnología, los vehículos eléctricos ya están en la calle y como dice el matrimonio Ovshinsky el mundo cambia y mejora gracias a la ciencia y la tecnología, pero tengamos los ojos abiertos hasta que lleguemos al final.

Frases

Paul Scott (Conductor): Hubo varios estudios dirigidos por la comisión energética Californiana que demuestran claramente que el uso de los vehículos eléctricos es considerablemente más eficaz y considerablemente menos contaminante aunque la electricidad provenga de las centrales eléctricas de carbón.

Chelsea Sexton (Especialista EV1): Tuve que escribir un currículum para Mel Gibson y qué había hecho él para merecer uno porque los de GM no creían que él se merecía un coche.
Mel Gibson: Me pregunté por qué tenía que rellenar eso. Tenías que contarles dónde tienes marcas de nacimiento. Era todo, ya sabes. ¿Te han hecho una proctoscopia recientemente? … ¡No!

Sandra Spelliscy (Liga para la planificación y la conservación): Esto es un proyecto muy duro, es un proyecto revolucionario. Presiona con fuerza a los fabricantes de coches y no les gusta, y se oponen con la misma fuerza. Ustedes hoy deliberan sobre el destino de este proyecto. Les insisto que junten todo su valor político para tomar las difíciles decisiones que saben que son necesarias para este proyecto, porque cuando se trata de proteger la salud de la gente de California simplemente ya no quedan decisiones sencillas para tomar.

Peter Horton (Conductor): Jamás he tenido un producto por el cual haya tenido que suplicar, luchar e insistir tanto para conseguirlo. Y luego tenía que suplicar y luchar de todos los modos posibles para quedármelo.

S. David Freeman (Consejero de energía en la administración del presidente Carter): Los americanos tienen que recordar que fue necesaria una ley para poner cinturones de seguridad en los coches. Y otra ley para poner airbags en los coches. Y otra para disminuir el consumo de 20 litros a 12 litros por 100 Km. Y otra ley para poner catalizadores que controlan la contaminación. Creo que los coches limpios son un tema demasiado importante para dejárselo a la industria.

Mel Gibson: ¿Quién controla el futuro? El que tiene el club más grande. En más de un sentido. Uno con el que te pueden golpear, y otro del que puedan ser miembros.

Alan Cocconi (Ingeniero del Impact): Son las mismas baterías que se utilizan en un ordenador portátil. Y tenemos 6.800 células. Tiene una autonomía de 500 Km conduciendo a 110 km/h. Pasa de 0 a 100 en 3,6 segundos. Un rendimiento fantástico para cualquier coche, no sólo para uno eléctrico. Se pueden instalar estas mismas baterías fácilmente en un EV1. Es una lástima ver destrozar estos coches cuando se los puede mejorar.

Standford R. Ovshinsky (Empresa patentes eléctricas): Todo aquel que quiera una revolución no debe usar las armas, sólo empezar y trabajar como hacemos nosotros para cambiar el mundo gracias a la ciencia y la tecnología.

Ficha técnica

* Director: Chris Paine

* Guión: Chris Paine

* Año: 2006

* País: USA

* Reparto:
o Martin Sheen – Narrator (voz)

o Reverend Gadget – Él mismo (como Greg ‘Gadget’ Abbott)

o Dave Barthmuss – Él mismo

o Ed Begley Jr. – Él mismo

o Jim Boyd – Él mismo

o Alec N. Brooks – Él mismo

o Alan Cocconi – Él mismo

o John R. Dabels – Él mismo

o Phyllis Diller – Ella misma

o Colette Divine – Ella misma

o Mel Gibson – Él mismo

Fuente: no sé de cine.]] y microsiervos.com ?[[¿Quién mató el coche eléctrico? 06 Jun 2006

Hace 100 años la mayoría de los coches eran eléctricos.

El sitio Who Killed the Electric Car, de promoción de un documental de próximo estreno con el mismo título, indaga en la breve historia (o «resurgir») de los coches eléctricos que tímidamente empezaron a dejarse ver por las carreteras de California a mediados de los 90. El motivo principal de su puesta en marcha fue la crisis de contaminación atomosférica de aquel estado en 1990 y que dio origen a una orden para impulsar la comercialización de vehículos no contaminantes (ZEV, «Zero Emission Vehicles») que debían suponer el 10% de todos los coches vendidos en 2003 en aquel estado. No utilizaban ni una gota de combustible –no directamente. Pero aquellos coches (de nuevo y la historia se repite) no lo consiguieron: unos pocos años después los EV1 de GM (Vehículos Eléctricos) dejaron de desarrollarse; los que ya había circulando fueron retirados y destruidos, así como los puntos de recarga que se habían instalado a lo largo de todo el estado.

Son varios los culpables y los motivos que provocaron la desaparición de los vehículos eléctricos, y esto es en lo que se supone que indaga el documental:

– El coche eléctrico amenazaba el status quo. Su muerte se asemeja al asesinato narrado por Agatha Christie en su novela «Asesinato en el Orient Express»: múltiples sospechosos, cada uno de los cuales se turnó para hacer uso del cuchillo. [El documental] «Who Killed the Electric Car?» entrevista e investiga a fabricantes de automóviles, legisladores, ingenieros, consumidores y defensores de los coches desde Los Ángeles hasta Detroit para poner juntas todas las piezas de este complejo rompecabezas.

Además del trailer y de información sobre el documental, Who Killed the Electric Car (en inglés) contiene un montón de información sobre los coches eléctricos y compara sus defectos y sus virtudes con las alternativas actuales y futuras: combustión, híbridos, biodiésel, etanol, pila de hidrógeno …, mostrando el funcionamiento básico de cada una de las tecnologías principales y su impacto en el medio ambiente. Incluye una completa serie de preguntas frecuentes, consejos para reducir la contaminación aún conduciendo vehículos a motor de explosión y una preciosa cronología de los coches eléctricos a lo largo de la historia desde el invento de la batería para vehículos en 1834 hasta la actualidad.

Fuente: microsiervos.]].

(10 de noviembre de 2009)