Efectos sobre la salud de la reforma laboral aprobada por el gobierno español en febrero 2012 – Manifiesto en Defensa de la Sanidad Pública / Sobre la contrarreforma laboral

Efectos sobre la salud de la reforma laboral [[- Un resumen de la reforma laboral.]].

Comunicado de la FADSP

– La reforma laboral aprobada recientemente por el Gobierno del PP tiene, entre otros muchos efectos [[- Véase al respecto, por ejemplo, el texto de Vidal Aragonés (abogado laboralista del Col·lectiu Ronda y profesor asociado de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la UAB-Universidad Autónoma de Barcelona) La contrarreforma laboral: contexto, contenido, efectos, justificación y respuestas, cuyo esquema enmarca los ejes de la más reciente contrarreforma:

De la reforma del capitalismo a las contrarreformas sociales. De la huelga del 29-S al II Acuerdo para la Negociación Colectiva

RD-Ley 3/2012: facilitar y abaratar el despido, potenciar la inestabilidad en las condiciones laborales y rebajar los costes empresariales

Efectos: más rotación, más temporalidad, más despidos, más pauperización, quebrantamiento de la negociación colectiva

Doctrina del shock y relaciones laborales. La reducción del riesgo empresarial y el traslado de la crisis a la clase trabajadora

Sin justicia no hay paz: debe recordar el movimiento obrero que, históricamente, las luchas nos han dado lo que las leyes nos pretenden arrebatar.

(Se incluyen también, a continuación del análisis de Aragonés, los artículos aparecidos con el mismo motivo en el semanario tiempo, paradigma de la prensa escrita integrada en el bipartidismo realmente existente en el escenario político del estado español).]], uno muy significativo para la Salud de los trabajadores.

– Como es conocido se modifica el articulo 52.d del Estatuto de los Trabajadores de manera que permite el despido por causas objetivas (con una indemnización de 20 días) a aquellos trabajadores que tengan ausencias entre el 20 al 25% de la jornada laboral, incluyendo en las mismas a las bajas por enfermedad común de duración inferior a los 20 días [[- En su actual redacción, tras la contrarreforma laboral del gobierno popular aprobada por Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, el Estatuto de los Trabajadores establece al respecto:

Artículo 52. Extinción del contrato por causas objetivas

El contrato podrá extinguirse:

d) Por faltas de asistencia al trabajo, aún justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20 % de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25 % en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses.

No se computarán como faltas de asistencia, a los efectos del párrafo anterior, las ausencias debidas a huelga legal por el tiempo de duración de la misma, el ejercicio de actividades de representación legal de los trabajadores, accidente de trabajo, maternidad, riesgo durante el embarazo y la lactancia, enfermedades causadas por embarazo, parto o lactancia, paternidad, licencias y vacaciones, enfermedad o accidente no laboral cuando la baja haya sido acordada por los servicios sanitarios oficiales y tenga una duración de más de veinte días consecutivos, ni las motivadas por la situación física o psicológica derivada de violencia de género, acreditada por los servicios sociales de atención o servicios de Salud, según proceda.]], sin tener en cuenta la tasa de absentismo de la empresa (tal y como sucedía hasta ahora en que se necesitaba que esta fuese superior al 2,5%).

¿Qué significa esta modificación?

Pues, sencillamente, que un trabajador con una jornada de 40 horas semanales puede ser despedido si está 8 días de baja en 2 meses.

¿Qué efectos tiene sobre la salud esta situación?

Algunos son evidentes:

* Habrá una disminución del número de bajas por enfermedad, sobre todo por procesos agudos, en que los propios trabajadores serán los que no quieran una baja pese a estar enfermos, fenómeno éste que ya se había detectado en los últimos años, debido al aumento del paro.

* Como las enfermedades no disminuirán, se producirá con frecuencia el hecho de que personas que están enfermas continuarán trabajando con los efectos que ello conlleva (disminución de la capacidad de trabajo, problemas en la baja del rendimiento y/o en la calidad de la producción).

* Un tema importante es el aumento de la accidentabilidad porque trabajadores con sus capacidades físicas disminuidas tienen una mayor propensión a padecer accidentes laborales.

* La presencia de trabajadores con enfermedades infectocontagiosas será un riesgo para la propagación de las mismas en el entorno laboral, y en los casos en que los trabajadores tienen atención directa a los ciudadanos se convertirán en un foco de diseminación y contagio de la enfermedad.

– Dejando de lado lo que significa de pérdida de derechos de los trabajadores, esta reforma implica también un riesgo para la salud de los trabajadores directamente y para el conjunto de la población de una manera indirecta, vulnerando algunas de las leyes sobre salud pública (Ley General de Sanidad, Ley General de Salud Pública) y vulnerando el articulo 43 de la Constitución que garantiza el derecho a la protección de la salud [[- Constitución de 1978:

Artículo 43

1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.

2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.

3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio.]]. Un motivo más para exigir la derogación de esta reforma injusta e ineficaz.

Por tu salud, no a la reforma laboral

Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Publica
[[¿Qué es la FADSP?

La FADSP es una federación de asociaciones de profesionales relacionados con la sanidad (médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos, psicólogos, trabajadores sociales, gestores, economistas, etc.), interesados en la defensa y la mejora del sistema sanitario público. Es una organización, apartidista aunque no neutral, ya que nos declaramos a favor de un sistema sanitario público, universal y redistributivo, que garantice el acceso a una atención de salud de calidad en condiciones de igualdad. Consideramos necesario para conseguir este objetivo que el sistema funciones con la mayor eficiencia posible y que cuente con la participación activa de toda la población y de los profesionales sanitarios. En esta asociación se integran profesionales de diferentes ideológicas, integrantes de diferentes partidos, sindicatos o sin adscripción.

La FADSP está formada por diferentes organizaciones autonómicas de todo el Estado Español, dirigida por una Junta Federal y una Comisión Técnica, de funcionamiento plenamente democrático

Está Declarada de Utilidad Pública,

un momento decisivo para la Sanidad y los servicios públicos

Tenemos un sistema sanitario que, con sus problemas, es reconocido como aceptable en comparación con los países de nuestra vecindad.

Ahora están saltando todas las alarmas. Al hilo de esa ideología que glorifica al mercado -frente a la planificación, y a lo privado- como más eficiente y barato que lo público, comienza a estructurarse una política de desprestigio del Sistema Sanitario Público, y se comienza a ver cómo partes significativas del mismo pasan a depender de organismos de gestión ajena (consorcios, fundaciones, empresas públicas, sociedades anónimas, etc.), que gestionan hospitales, unidades de alta tecnología, centros de salud y otros servicios sanitarios.

No es difícil reconocer el parecido de esta política con la desarrollada en el Reino Unido por el partido conservador que supuso una involución del National Health Service, que el actual gobierno laborista pretende, con dificultades, recomponer. Nosotros recorremos ahora el camino de ida hacia un modelo sanitario, del que otros regresas desengañados.

Nuestro sistema sanitario está en peligro

Todo esto representa una seria amenaza para la Sanidad Pública. Se trata de una política diseñada para darle la vuelta al sistema en un breve plazo, de difícil marcha atrás, una vez avanzado el proceso de privatización, ante la mirada incrédula de los profesionales sanitarios y de los usuarios, que comienzan a atisbar las negativas consecuencias de esta política.

Quiénes podemos impedirlo

Sólo una poderosa oposición de los usuarios, y por supuesto de los sanitarios. Los primeros como legítimos propietarios y beneficiarios de su actividad, y los segundos como colectivo conocedor de la complejidad del sistema e interesados en desarrollar una buena práctica profesional, no mediatizada por criterios empresariales o ecomicistas. El sistema sanitario tiene bastantes cosas susceptibles de corregir y mejorar, pero no a cambio de su destrucción.

La privatización puede tener enormes consecuencias para los usuarios, pero tampoco ningún profesional se verá libre de las las mismas, tal como se puede deducir de los proyectos de Estatuto Marco y del reglamento de las Fundaciones Sanitarias del INSALUD.

Nada más esclarecedor que dar un vistazo a las condiciones laborales, de estabilidad y desarrollo profesional, a las fuentes de estrés inducidas por la introducción del mercado y la competencia en las relaciones sanitarias, al papel al que quedan reducidos la investigación y de la docencia, para los médicos y enfermeras en el Reino Unido, tras los cambios privatizadores introducidos en su sistema sanitario.

El papel de los sanitarios progresistas

Las y los profesionales, como tu, a quienes nos dirigimos pertenecemos, al grupo de edad sobre el que descansa el peso fundamental de la moderna asistencia sanitaria. Al nivel de conocimientos y dedicación de una gran parte del colectivo de profesionales sanitarios se debe la reconocida calidad de la sanidad del país. Todos nosotros nos encontramos preocupados por el rumbo que toma la reforma de la Sanidad Pública, si en otras épocas hicimos oír nuestra voz, ha llegado el momento en que de nievo debemos y podemos expresarnos, en relación a la encrucijada sanitaria ante la que nos encontramos.

Hacer cosas juntos

No es positivo que los buenos profesionales estén aislados. Ni para trabajar, ni para investigar y mucho menos para influir en el debate sanitario. El individualismo, al que nos empuja la práctica cotidiana, es un serio problema. Si queremos influir, como debiéramos en el mismo, es preciso asociarse. Asociarse con diversos grados de compromiso, tanto para desarrollar una actividad militante, si esa es tu voluntad, como para participar más tranquilamente en los debates, o al menos, para acceder al derecho a estar informado de las diversas opiniones y posturas, a través de la revista Salud 2000.

Asociarse en una organización federal como la FADSP (en alguna de las asociaciones autonómicas que la integran), con una larga trayectoria de 16 años de funcionamiento independiente en los análisis, de seriedad y rigor en las aportaciones y de inequívoca defensa de la Sanidad Pública, sin caer en intereses partidistas o gremiales.

Para las tareas que nos esperan, necesitamos tu experiencia profesional, tus opiniones críticas, tu sentido común, y esa costosa pero necesaria ética de anteponer lo correcto frente a lo equivocado, lo nuevo ante lo caduco y el interés colectivo por delante del interés particular, que caracteriza, desde siempre, a los sanitarios progresistas.

Fuente: FADSP.]]

Marzo de 2012

Fuente: Dempeus per la salut pública

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Manifiesto en Defensa de la Sanidad Pública

La Sanidad Pública universal y de calidad ha sido la base fundamental para el desarrollo del Estado del Bienestar y es uno de los pilares para asegurar la solidaridad y la equidad dentro de una sociedad, pues supone el esfuerzo de las personas con más poder económico y más sanas para permitir la atención sanitaria de los que tienen menos y están enfermos.

En los últimos años hay una campaña generalizada para desprestigiar y desmantelar los sistemas públicos de salud, coincidiendo con el auge del neoliberalismo, que quiere privatizar los sistemas sanitarios públicos y que busca en ellos una oportunidad de negocio.

Esta tendencia internacional hacia el desmantelamiento de los sistemas sanitarios públicos afecta a todos los países en mayor o menor medida. En España se observan intentos por avanzar en la privatización de un sistema sanitario que goza de gran aprecio internacional, precisamente por su universalidad, fácil accesibilidad y carácter equitativo.

Sin embargo, la privatización no se realiza de la misma manera en todas las CCAA, porque depende, en gran medida, tanto de la voluntad política de los gobiernos autonómicos como de la capacidad de los ciudadanos y de las fuerzas sociales para evitarlo. Son las CCAA gobernadas por el PP donde se han producido ataques más serios contra la Sanidad Pública, como sucede en Madrid o Valencia, por citar solo las más significativas.

En esta campaña privatizadora juega un papel fundamental la estrategia de convencer a la opinión pública de las ineficiencias y problemas de funcionamiento del sistema sanitario público, cuando son los neoconservadores y neoliberales los principales responsables de esta situación mediante la introducción de nuevas formas de gestión empresarial, que con la disculpa de innovar, lo que en realidad buscan es poner por delante el ahorro, olvidando la calidad de la atención sanitaria.

Además, la introducción de formulas de gestión empresarial facilita la privatización de los centros, manteniendo la financiación con dinero público y olvidando que estas nuevas formas de gestión son modelos ya ensayados en el Reino Unido, donde han conseguido encarecer la construcción y puesta en marcha de los nuevos hospitales cuatro o cinco veces más que los del modelo tradicional. El funcionamiento de los mismos, con dos empresas distintas coexistiendo en el mismo centro, y el aumento de los gastos administrativos que supone el incremento de la burocracia, ha demostrado deficiencias importantes en cuanto al cuidado de la salud de los pacientes y un encarecimiento de los costes y problemas con la gestión, tal y como ha señalado la Organización Mundial de la Salud.

Los grandes perdedores de estos cambios que se avecinan serán los ciudadanos, porque la calidad de los servicios sanitarios empeorará, y porque los modelos privatizados tienen unos costes muy superiores. Los ciudadanos se verán obligados a pagar para poder utilizar los centros asistenciales y, a la postre, una parte de la población, la más pobre y la más enferma, se verá excluida de los sistemas sanitario. Recordemos el ejemplo de EEUU, donde 47 millones de personas no tienen derecho a ninguna atención sanitaria a pesar de ser el país del mundo que tiene un mayor gasto sanitario.

La falta de interés político por la Sanidad Pública se concreta en la masificación y en las listas de espera para intervenciones quirúrgicas, para las consultas de los especialistas, las pruebas diagnósticas y, mas recientemente, para los médicos generales y pediatras. Todo ello desde una política de premeditado descrédito de la Sanidad Pública, pues está claro que este es el primer paso para conseguir un apoyo ciudadano a su privatización.

Y se trata solo de los primeros pasos, puesto que hay una estrategia de avanzar de manera lenta y continuada hasta conseguir que el derecho a la protección de la salud deje de ser un derecho de todos los ciudadanos y pase a ser un privilegio para aquellos que puedan pagársela, dejando para los demás un modelo similar a la antigua beneficiencia.

Todavía estamos a tiempo de salvar un Sistema Sanitario que esta valorado entre los mejores del mundo, por la calidad de sus servicios y sobre todo por su carácter universal, gratuito y solidario. Por eso hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos y profesionales de la salud a movilizarnos en su defensa. No podemos permitir que la Sanidad Pública se convierta en un negocio en el que unos pocos se beneficien a costa de la salud de todos.

Para adherirse al Manifiesto

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(24 de marzo de 2012)