La sentencia contra Chevron, en Ecuador, pretende tutelar el medio ambiente y los derechos indígenas y poner coto a la impunidad de las petroleras

Ecuador: Sentencia caso Chevron: medio ambiente y derechos de los Pueblos Indígenas tutelados

– Es una sentencia que pasará a la historia. El FALLO Nº 2003-0002 emitido contra la empresa petrolera más importante a nivel mundial: «Chevron Corporation», por hechos producidos desde 1970 en la selva ecuatoriana (por la entonces empresa «Texaco», que luego pasaría a fusionarse con «Chevron») ha abierto un amplio debate y también ha significado la reivindicación de varios años de lucha del Frente de Defensa de la Amazonía de Ecuador, quienes han sido los demandantes en el caso iniciado en el año 2003.

El juez Nicolás Zambrano, ante el tremendo daño ambiental y cultural condenó a «Chevron» al pago de 8.646.160.000 dólares por reparación, a fin de costear la recuperación de las condiciones naturales del suelo ($5.396.160.000); de aguas subterráneas ($600 millones); de especies nativas al menos por 20 años ($200 millones); mitigar -al ser un daño de imposible reparación- los daños de salud en las poblaciones afectadas ($150 millones); crear un sistema de salud ($1.400 millones); la provisión de un plan de salud que incluya un tratamiento para las personas con cáncer ($800 millones); y la reconstrucción comunitaria y reafirmación étnica para mitigar el irreparable daño cultural ocasionado ($100 millones).

En 188 páginas, la resolución recoge el testimonio de decenas de personas que explican cómo enfermaron y murieron sus familiares, cómo perdieron su ganado o sus cosechas, o se alteró su forma de vida y sus costumbres ancestrales: “ … Sí, del año 60 hasta el 69 se vivió en el pueblo de Secoya y Siona de manera digna. No ha habido ninguna contaminación y todo fue normal, como la vida de nosotros, de la gente de la selva. Hemos vivido bien de la cacería y de la pesca y el ambiente fue saludable. Luego, del año 70 en adelante, cambió totalmente, muy bruscamente (…) lo que nos obligó a buscar otro medio de vida (…) ya no había cacería ni había pesca, así que teníamos que reproducir la crianza de ganado y vivir bien para no estar en búsqueda de otra forma a la que hemos vivido de la cacería tradicional y de la pesca aclarando que teníamos que comer pescados, pero a veces los bagres, por ejemplo, tenían sus estómagos tragados de petróleo y ya tenían otro sabor” (pág. 149 SENTENCIA).

Resulta un mérito de la sentencia el haber dado bastante espacio y voz a los afectados, pues de esto concluye que las coincidencias de las declaraciones dan veracidad a lo narrado por los pobladores, y la forma como destruyeron su “vida humana” lo que coadyuvó a destruir con eso su cultura y sus costumbres.

A su vez, llama la atención que en la resolución se considerara como muestras de mala fe de parte de la demandada: el no presentar documentos ordenados ni fechados, así como el haber pretendido abusar de la fusión entre «Chevron Corp.» y «Texaco Inc.» como mecanismo para evadir responsabilidades. Al parecer son un conjunto de hechos realizados por la empresa para evitar llegar a la sentencia, desde el año de 1993, fecha en la que empiezan los reclamos de los pobladores; y las argucias procesales desde el 2003, año en el que se inicia esta causa.

En este sentido el juez agrega en su resolución que “la gravedad de la falta, a pesar que debía y podía ser evitado; la situación particular del dañador, especialmente en lo atinente a su fortuna, en donde destaca el posicionamiento de la demandada; los beneficios obtenidos, como serían mayores ganancias -al respecto el juez señala que «Texaco» obtuvo una ganancia excesiva de unos 1500 millones de dólares por ese motivo entre 1970 y 1990 (…); el carácter antisocial de la inconducta (…) impone una penalidad punitiva equivalente a 100% adicional” de las medidas de reparación ya dictadas. Pero, sin embargo, ésta puede ser reemplazada “con una disculpa pública a nombre de «Chevron Corp.», ofrecida a los afectados por las operaciones de «Texaco» en el Ecuador” dictada en menos de 15 días.

– Pese a la buena fe del magistrado que dio la sentencia, resulta cuestionable que la disculpa pública, que de todas maneras debería darse, se equipare a casi 9 mil millones de dólares. Seguro, ésta es una de las razones por la que LOS DEMANDANTES HAN APELADO LA SENTENCIA, pues consideran que el monto indemnizatorio no es suficiente, “ellos piden que se reconozca el daño sufrido en la economía de los campesinos, el desplazamiento de los territorios ancestrales de las comunidades indígenas, y los daños en plantaciones, calles y edificacionesVer.

– Junto a ello, algunos especialistas han señalado, con los que concordamos, que la sentencia no pone el suficiente énfasis en los derechos culturales y ancestrales de los pueblos indígenas y pone más énfasis en los denominados derechos de primera y segunda generación como: vida, salud, vivienda (2) Al respecto ver también: Martínez, Joan:EL CASO ‘CHEVRON TEXACO’ EN ECUADOR: UNA MUY BUENA SENTENCIA QUE PODRÍA SER UN POCO MEJOR.

Pese a ello, sin lugar a dudas esta sentencia es un hito que merece ser estudiado y analizado, para que se emule lo bueno y se mejore lo que haya que hacer. En todo caso, ante el conjunto de casos que se vienen produciendo a raíz de los conflictos entre empresas encargadas de extraer recursos naturales y las poblaciones, la judicatura peruana tiene un importante deber de tutela adecuada de los derechos de la población.

Fuente: Justicia Viva.

Enlace Servindi

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ECUADOR: CHEVRON CONTRAATACA

(Piscina abandonada por «Texaco-Chevron» con desechos tóxicos de petróleo. Foto: Luis Ángel Saavedra).

Luis Ángel Saavedra Comunicaciones Aliadas 26 febrero 2011

El “juicio del siglo”, como se conoce a la demanda que enfrenta el consorcio Chevron en Ecuador, parece llegar a su fin tras la sentencia emitida el 14 de febrero por el juez Nicolás Zambrano, de la Corte Superior de Sucumbíos, que condena a la petrolera a pagar alrededor de US$9.5 millardos por los daños ambientales causados en la Amazonia ecuatoriana entre 1964 y 1992, durante la explotación petrolera que la empresa «Texaco» —adquirida en el 2001 por «Chevron»— realizara en Ecuador.

– Aunque la sentencia establece un pago por $8.6 millardos, la LEY DE GESTIÓN AMBIENTAL condena al responsable al pago adicional del 10% del valor de la indemnización a favor de los demandantes.

En temas ambientales, el juicio que enfrenta «Chevron» en Ecuador es uno de los más significativos de todos los procesos que se han iniciado por daños al medio ambiente a nivel mundial, incluyendo el hundimiento en 1989, en Alaska, del buque tanque Exxon Valdez, perteneciente a la petrolera estadunidense «Exxon Mobil», que fue condenada en primera instancia al pago de $4 millardos de indemnización por haber ocasionando la catástrofe medioambiental más grande en la historia de EEUU; o los procesos legales que enfrenta la «British Petroleum» (BP), por los cuales ha debido pagar unos $3.5 millardos hasta el momento, por los daños ecológicos que provocó el accidente de una de sus plataformas de perforación en el Golfo de México.

En este juicio no hablamos de daños provocados por accidentes, hablamos de daños a las personas y a la ecología de forma deliberada”, sostiene Luis Yanza, presidente del Frente de Defensa de la Amazonia, que agrupa a las comunidades indígenas y campesinas que demandan a «Chevron».

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– (imagen: AMAZON WATCHChevron’s Chernobyl in the Amazon).

Un largo litigio

Tras 28 años de operaciones, con 339 pozos perforados en 15 campos petroleros, Texaco abandonó el país en 1992 luego de haber vertido unos 18 millardos de barriles de agua tóxica en la selva ecuatoriana y dejado 627 piscinas con desechos tóxicos, lo que afectó a unas 30.000 personas, entre campesinos e indígenas de cinco nacionalidades: siona, secoya, cofán, wuaorani y kichwa.

En 1993, los afectados por «Texaco» presentaron una demanda en una corte federal de Nueva York, acusando a la empresa de contaminar el ambiente y afectar la salud de la gente al usar tecnología obsoleta. Diez años después, en el 2003, la Corte de Apelaciones de Nueva York ordenó a «Chevron» —que para entonces ya había adquirido «Texaco»— someterse a la jurisdicción de una corte ecuatoriana.

«Chevron» buscó no ser enjuiciada en EEUU porque las leyes son más blandas en Ecuador y los tribunales pueden ser más permeables a la presión de las grandes empresas.

En el 2003 se inició el juicio contra «Chevron» en la Corte Superior de Nueva Loja, en la provincia oriental de Sucumbíos. Desde entonces se realizaron numerosos peritajes e inspecciones judiciales en los campos en donde operó «Texaco», cuyos resultados, incluidos los de peritajes solicitados por la propia compañía, probaban el daño producido.

Al verse acorralada, «Chevron» empezó a dilatar el juicio con requerimientos de peritajes innecesarios y amenazando a los demandantes con procesos penales por supuestos fraudes, e incluso forjó informes de inteligencia militar para presentar a los demandantes como supuestos terroristas.

Texaco hizo todo para dilatar el proceso, abusando de los recursos que la justicia ecuatoriana le permite. Hubo ocasiones en que llegó a presentar 40 escritos en media hora”, afirma Yanza.

Las maniobras jurídicas de la petrolera llegaron a su fin cuando, el 16 de diciembre de 2010, el juez Zambrano decidió cerrar la etapa de pruebas y solicitó se le entreguen las más de 215.000 hojas del expediente para analizarlas y dictar sentencia.

«Chevron» reaccionó en tres frentes: el primero ante la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya[[Ecuador: Tribunal de la Haya sentencia que gobierno debe pagar 700 millones a Chevron, 06-04-2010

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó el fallo emitido por el Tribunal Internacional de la Haya a favor de la corporación «Chevron», que condena al Estado a pagar 700 millones de dólares a la empresa multinacional.

El mandatario, que exigirá la nulidad de la sentencia, precisó que la misma es vinculada a cuestiones comerciales planteadas por «Texaco», ahora «Chevron», contra el Estado ecuatoriano en la década de los años 90.

La Haya determinó finalmente que Ecuador violó el «Tratado Bilateral de Inversión» firmado con Estados Unidos, al no brindar a la compañía de los medios para presentar sus reclamos y hacer valer sus derechos.

Correa consideró que el fallo “destroza la soberanía de un país … Si permitimos esto nadie tendrá seguridad jurídica”.

Además, adelantó que expondrá el caso en la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) para lograr la adhesión de los países miembros y realizar un reclamo en bloque.

Cabe mencionar que la sentencia no afecta al juicio por supuestos daños ambientales que se desarrolla en una corte ecuatoriana contra la empresa petrolera.

Fuente: Servindi.]], Holanda, donde logró a principios de febrero que se prohíba temporalmente la aplicación de cualquier sentencia que se emita contra la empresa en Ecuador. La decisión arbitral ordena a Ecuador que “adopte todas las medidas que estén a su disposición para suspender o hacer que se suspenda la aplicación o reconocimiento de cualquier sentencia contra «Chevron» que se emita, tanto dentro, como fuera de Ecuador”.

Igual resolución logró en una Corte Federal de Nueva York. El 8 de febrero del 2011, una semana antes de que el juez Zambrano diera a conocer su sentencia, el juez «Lewis Kaplan» estableció que durante las siguientes dos semanas no podría ejecutarse fallo alguno sobre el caso emitido en Ecuador. Luego de conocerse la sentencia del juez Zambrano, Kaplan decidió prolongar esta prohibición hasta el 8 de marzo. Mientras tanto, analizará el proceso para evaluar si convierte esta orden en una sentencia formal definitiva.

Pero «Chevron» decidió ir más allá. El 1 de febrero entabló un juicio en Nueva York contra los 47 habitantes de la Amazonia que la procesaron. Además, abrió demandas contra el equipo legal de los demandantes, a sus asesores y consultores científicos, a los técnicos y a todos los que hayan colaborado en el juicio, incluyendo organizaciones no gubernamentales ambientalistas, laboratorios, estudios jurídicos, el productor del documental “Crude”, Joe Berlinger, que mostró al mundo el daño producido por Texaco, y hasta la propia Corte Provincial de Sucumbíos.

La petrolera se ampara en la «Ley sobre organizaciones influidas por la extorsión y la corrupción» (RICO por sus siglas en inglés), con las que acusa a todos los involucrados en el juicio de conspirar para extorsionar y defraudar a «Chevron» mediante el juicio de Lago Agrio.

La ley RICO se usa en EEUU para procesar a sindicatos criminales, como la mafia. Según «Chevron», todos los actores, abogados y organizaciones que han participado en el juicio y la propia Corte de Sucumbíos son parte de una conspiración criminal que busca deliberadamente extorsionar a la empresa para que pague grandes sumas de dinero, mediante abusos del proceso judicial, falsificación de informes científicos y buscando influir en el valor de sus acciones [[Ecuador. «Chevron» presenta contrademanda, 08-02-2011

Petrolera estadunidense acusa de extorsión a abogados defensores de indígenas.

La transnacional «Chevron» entabló un juicio el 1 de febrero contra los abogados de los miles de demandantes indígenas y campesinos en un caso histórico y multimillonario de contaminación en la selva amazónica ecuatoriana. La empresa, con sede en San Ramón, California, presentó una contrademanda en un tribunal del distrito de Nueva York, acusando al equipo legal y a otras personas vinculadas con el caso de pretender “extorsionarla” para obtener dinero, amparándose en la Ley sobre organizaciones influidas por la extorsión y la corrupción, norma dirigida a combatir las actividades de las mafias.

Chevron enfrenta una demanda en Ecuador por US$133 millardos por daños en el juicio que se desarrolla en la localidad oriental de Lago Agrio, cuyo veredicto se espera se conozca pronto.

En Ecuador un juez está cerca de emitir una decisión en el prolongado caso, y «Chevron» está cada vez más desesperada por socavar los argumentos de los demandantes en los tribunales estadunidenses”, dijo el diario estadunidense The New York Times.

Los demandantes acusan a «Texaco», adquirida por «Chevron» en el 2001, de haber derramado millones de galones de aguas tóxicas conteniendo metales pesados en la Amazonia ecuatoriana, envenenando a los pobladores y destruyendo el suelo. La empresa sostiene que la estatal PetroEcuador ya había aprobado sus trabajos de remediación del área cuando asumió la concesión en 1992 y que está libre de responsabilidad.

– “Es difícil saber qué hacer con un insulto tan claramente absurdo y atroz como este; la gran empresa petrolera demandando a las víctimas por la contaminación que ella misma causó”, escribió Mitch Anderson, director de campañas corporativas de AMAZON WATCH, organización ambientalista estadunidense que asesora a los demandantes, en una columna del diario San Francisco Chronicle: “Ahora, mientras las comunidades continúan sufriendo una crisis de salud pública, «Chevron» gasta inmensas sumas de dinero en una estrategia legal y de relaciones públicas de tierra arrasada, diseñada, esencialmente, a destruir las esperanzas de los demandantes”.

En su contrademanda, «Chevron» acusó a los demandantes de extorsión y dijo que el informe que el perito nombrado por la corte entregó al juez, y que confirmaba muchas de las quejas de los demandantes, era falso y tendencioso. Sin embargo, en el juicio no incrimina directamente a los demandantes sino a sus abogados y otras personas involucradas en el caso.

El 7 de febrero, grupos ambientalistas vinculados con el caso señalaron que «Chevron», en su argumento final enviado al tribunal en Ecuador, reiteró que no hay pruebas de que sus operaciones o los resultados de ellas hayan causado daño a alguien en la zona, y que las acusaciones de los demandantes son infundadas.

Los ambientalistas desestimaron el informe

«Chevron» debe tener vergüenza por promover un documento que es claramente engañoso”, dijo Karen Hilton, vocera de los 30.000 demandantes que entablaron el juicio, en una conferencia de prensa convocada por Amazon Watch: “En su argumento final «Chevron» se burla de la evidencia presentada en el juicio y es tan engañoso que ni siquiera «Chevron» quiere que la gente lo lea”.

Fuente: Noticias Aliadas.]].

Una lucha que aún no termina

Pablo Fajardo, abogado de los demandantes, no teme a la demanda presentada por «Chevron» en EEUU y considera que es una más de las acciones fallidas de la transnacional para evitar pagar por los daños causados. Ahora su atención está centrada en cómo ejecutar la sentencia del juez Zambrano, contenida en 188 páginas.

Si bien la cantidad no es significativa frente a los daños causados por Texaco, esta sentencia recoge jurisprudencia de avanzada respecto a los derechos ambientales y a la responsabilidad de las empresas con la naturaleza, y esto es lo que hace de esta sentencia un paso histórico en la defensa de la vida”, afirma Fajardo.

Además de los $9,5 millardos que debe pagar «Chevron», el juez de Sucumbíos dictaminó que la empresa debe pedir disculpas públicas a las víctimas por el crimen cometido. Si «Chevron» se niega a hacerlo, debe pagar adicionalmente el doble del monto establecido, es decir, la cifra puede superar los $19,2 millardos.

Si bien las dos partes han apelado la sentencia de primera instancia, ésta ya se ha convertido en una referencia para nuevos procesos por daños ambientales en todo el mundo.

En Nigeria se estaba esperando esta sentencia porque tienen una situación similar”, dice Fajardo.

En tanto, Diocles Zambrano, dirigente de la Red de Líderes Comunitarios Ángel Shingre (RLCAS), afirmó que las transnacionales petroleras europeas “ «Perenco» y «Repsol» ya deben estar preocupadas ”.

La RLCAS —que toma el nombre del dirigente ambiental ecuatoriano Ángel Shingre, asesinado en noviembre del 2003— ha monitoreado los daños producidos por estas dos empresas en la provincia amazónica de Orellana y se apresta a seguir el sendero abierto por el Frente de Defensa de la Amazonia .

Fuente: Noticias Aliadas

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INFORME DE PERITAJE: «Estudio psicosocial del impacto de las explotaciones petroleras de «Texaco» en las comunidades amazónicas de Ecuador«, Carlos Martin Beristain y Darío Paez Rovira.

RESPUESTA FINAL A «TEXACO»: «Respuestas a las alegaciones de la empresa «Chevron-Texaco» sobre el Estudio Psicosocial del impacto de las explotaciones de petróleo en el Amazonas ecuatoriano«, Carlos Martín Beristain y Darío Paez Rovira, Bilbao, 29-11-2008.

«LAS PALABRAS DE LA SELVA. ESTUDIO PSICOSOCIAL DEL IMPACTO DE LAS EXPLOTACIONES PETROLERAS DE «TEXACO» EN LAS COMUNIDADES AMAZÓNICAS DE ECUADOR«, Carlos Martín Beristain, Darío Paez Rovira e Itziar Fernández, hegoa, Instituto de estudios sobre desarrollo y cooperación internacional – Nazioarteko Lankidetza eta Garapenari buruzko Ikasketa Institutua, Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (s/f).

«EL FRAUDE CIENTÍFICO DE «TEXACO» EN EL ECUADOR. TRECE EJEMPLOS DEL ENGAÑO DE LA PETROLERA«, Frente de Defensa de la Amazonía, setiembre 2006.

LOS NUEVOS CONQUISTADORES. MULTINACIONALES ESPAÑOLAS EN AMÉRICA LATINA. Impactos económicos, sociales y medioambientales, Greenpeace, setiembre 2009.

LOS IMPACTOS DE LA EXPLOTACIÓN PETROLERA EN ECOSISTEMAS TROPICALES Y LA BIODIVERSIDAD, Elizabeth Bravo, Acción Ecológica, mayo 2007.

HISTORIA DE PERENCO: “EL CONSORCIO OCP (Oleoducto de Crudos Pesados: Perenco, Repsol YPF, ENI Agip): la responsabilidad de las empresas y la obligación de los estados europeos en el respeto de los Derechos Humanos de la Población Amazónica Ecuatoriana, Acción Ecológica, Viva Amazonía y Global 2000, Tribunal Permanente de los Pueblos, Audiencia sobre Políticas Neoliberales y Transnacionales Europeas en América Latina y El Caribe, Viena, Austria, 10/12-05-2006.

«LA MALDICIÓN DE LA ABUNDANCIA», Alberto Acosta, Ediciones Abya-yala, 1ª edición, setiembre 2009.

«ESTUDIO COMPARADO DE DERECHO AMBIENTAL. ECUADOR, PERÚ, BOLIVIA, ESPAÑA«. Énfasis en parámetros de calidad y Límites Máximos Permisibles dentro de actividades extractivas, Wilton Guaranda Mendoza, INREDH, Serie Investigación 15.

Amazon Crude

CBS | 03/05/2009 | Ecuadorians are suing oil giant Chevron, the owner of Texaco, because they say oil drilling in the Amazon jungle by Texaco polluted their fragile environment. Scott Pelley reports.

(1 de marzo de 2011)